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Capítulo 6 - La Rapidez de Noyerah.

-¡Lyssa! ¿Como hiciste eso?- Preguntó Kalena intrigada.

-Para serte completamente sincera, no tengo idea.- Respondió Lyssa.

-¿Como es posible que no lo sepas?- Preguntó Hernaya.

-Nunca había hecho nada como eso antes.

-Entonces… ¿Cómo crees que pudiste haberlo hecho ahora? ¿Qué fue diferente?- Dijo Vadhir intentando buscar una respuesta lógica.

-No lo sé… Fue como un espasmo, mi cuerpo sabia que era lo que debía hacer, solo se sintió correcto. Jhona también hizo algo parecido con la bestia.- Aclaró Lyssa.

-Tienes razón, debe de haber una razón. Un factor común.- Decía Kalena mientras pensaba.

-Tenemos que unir los puntos, todo esto comenzó cuando entramos a esta dimensión.- Recapituló Hernaya.

-¿Creen que Yenneffer tenga algo que ver?- Preguntó Vadhir.

-Puede que si… Aunque creo que tiene que ver más conque nos encontremos en una dimensión distinta.- Expresó Lyssa.

-¿Qué quiere decir eso? ¿Qué aquí todo es posible?- Se cuestionó Kalena.

-No, yo creo que está dimensión cambia nuestros cuerpos a nivel molecular. Permitiendo que desarrollemos habilidades que no podríamos tener en la nuestra.- Propuso Hernaya.

-Si tu suposición es correcta, eso implicaría que poco a poco todos deberían ser capaces de adquirir habilidades.- Respondió Lyssa con emoción.

-Esto es muy loco. Aunque no hay manera de estar seguros.- Dijo Kalena.

-Aún si no estamos seguros. Esto es información importante, hemos perdido mucho tiempo. Debemos encontrar a los demás lo antes posible para compartir lo que hemos descubierto.- Dijo Vadhir quien comenzó a caminar nuevamente.

-Tienes razón, sigamos.- Respondió Lyssa siguiéndolo.

Todos continuaron con su camino para no quedarse atrás, si lo que habían descubierto era real, sería de gran ayuda para explorar esta nueva dimensión que trataba de matarlos cada vez que tenía la oportunidad.

Simultáneamente, fuera de la brecha, el grupo de Noyerah seguía esperando a que ella saliera del agua, ya que estaba empezando a preocuparlos…

-¿Creen que este bien?- Pregunto Edmund quien empezaba a estresarse.

-Ella dijo que no nos preocupáramos, confíen en ella. En cualquier momento saldrá de ahí…- Decía Edlyn.

-Ya ha pasado un buen rato desde que entró…- Respondió Laraine preocupada.

-Lo sé, pero hay que confiar en que ella puede hacerlo.

-Si no sale, yo mismo saltaré a buscarla.- Dijo Edmund quien empezó a quitarse los zapatos.

-Edmund, eso es innecesario. Tu no eres tan rápido como Noyerah, y ella aún no ha vuelto, eso solo lograría que nos preocupáramos aún más.- Le dijo Laraine a Edmund para que no hiciera algo de lo que después de podían arrepentir.

-Ya lo sé, pero si ella no vuelve…

Edmund no tuvo chance de terminar su oración cuando Noyerah salió del agua tomando una gran bocanada de aire. Luego se tiró al piso por lo cansada que estaba, sin antes alzar la mano a manera de victoria dejando ver lo que había encontrado en el fondo.

-¡Noyerah! Me alegro tanto de que estás bien, estábamos muy preocupados.- Decía Laraine mientras se agachaba para ver a Noyerah de cerca.

-¿Que es eso que tienes en las manos?- Dijo Edmund observando el extraño artefacto.

-No tengo idea, pero parece algo que podría sernos útil. Ahora salgamos de aquí lo más rápido que podamos.- Dijo Noyerah poniéndose de pie.

-¿Qué? ¿Por qué?- Preguntó Edlyn extrañada.

-Había algo en el agua que estaba persiguiéndome. Logré perderla, pero no de cuánto tiempo tengamos antes de que vuelva a encontrarnos.- Explicó Noyerah.

-¿Algo como que? ¿Una bestia marina?- Preguntó Laraine.

-No hagan tantas preguntas. ¡Solo vámonos de aquí antes de que…

Antes de que Noyerah pudiera terminar de hablar, del agua salió una mujer muy hermosa, tenía la piel pálida, ojos rojos como la sangre, dientes afilados, labios gruesos y carnosos, muy voluptuosa, con cabello largo que le llegaba a la cintura, de un color naranja, con una cara muy fina, y largas pestañas. Tenía en la cabeza una diadema con 3 puntas de color turquesa, y usaba un top color azul oscuro que dejaba su abdomen a la simple vista, con un mono abombado que hacía juego, e iba descalza.

-¿Por qué te vas tan pronto? Pensé que nos estábamos divirtiendo.- Preguntó la misteriosa mujer con una sonrisa sádica dibujada en sus labios.

-¿Quién eres tú?- Preguntó Edmund retrocediendo un poco.

-¿No les hablaste sobre mi? Que ruda, pensé que ya éramos amigas. Mi nombre es Jess, es un placer conocerlos.- Decía la pelirroja.

-¿Qué es lo que quieres?- Preguntó Noyerah con molestia en su voz

-Creo que tienes algo en tus manos que me pertenece.- Dijo Jess señalando al artefacto que Noyerah cargaba.

-Estaba en el fondo del agua, abandonado. ¿Cómo podría ser tuyo?- Dijo Noyerah.

-¡Y tú ni siquiera sabes que es!- Exclamó Jess entre risas.

-Ok, tienes razón. No queremos problemas ¿Si te lo devuelvo nos dejaras ir?

-Lamento mucho tener que decirlo, pero no será tan fácil como eso querida. Se que son amigos de la asquerosa mestiza de Mathew, no puedo permitirles llegar a la ciudadela.

-¿A dónde?- Preguntó Edmund confundido.

-¿Ni siquiera saben a dónde se dirigen? Esto verdaderamente es muy gracioso.

Mientras Jess se reía, una ola de un tamaño realmente monstruoso empezó a formarse detrás de ella, el grupo al ver eso, empezó a buscar con la mirada algún lugar que les sirviera de refugio para que la ola no los impactara. Pero ya era muy tarde, la ola cayó sobre ellos causando grandes estragos, incluso casi logró hacer que todos cayeran dentro de la brecha, pero lograron agarrarse de alguna rocas o troncos secos para evitar la caída. Una vez que la ola pasó, todos quedaron tirados en el suelo muy lastimados.

-Chicos, levántense… No podemos dejar que ella nos atrapé.- Decía Noyerah con dificultad mientras intentaba ponerse de pie.

-¿Qué nos atrapé? ¡Hay que evitar que nos asesine!- Dijo Edmund aún en el suelo.

-¡No nos va a matar! Primero la matamos nosotros a ella… Hay que atacarla, sea como sea.- Dijo Laraine molesta.

-Si, aunque si puede usar el agua a su favor, no será fácil. Aún así no debemos rendirnos.- Respondió Edlyn.

-Eso esta más que claro. No dejen que nuble su juicio, tengan cuidado con cada movimiento que hagan. No pienso perder a nadie.- Dijo firmemente Noyerah.

Los tres asintieron con la cabeza, y empezaron a buscar maneras para atacar a Jess. Edmund fue directamente hacia ella intentando darle golpes, pero ella los esquivaba fácilmente y  de manera agraciada, como si fuera un juego, luego con solo un empujón, Edmund ya se encontraba a varios metros de distancia. Mientras eso sucedía, Laraine saltó detrás de Jess tomándola por sorpresa, logrando tumbarla al suelo, pero rápidamente la pelirroja se levantó y tomó a Laraine por el pelo, tirándola al agua, donde pretendía ahogarla, pero Edlyn no iba a permitir eso y comenzó a tirarle piedras a Jess, lo cual la hizo enojar, pero también logró que quitara su atención de Laraine, así que Edlyn no de detuvo, molestando aún más a Jess, quién empezó a caminar directamente hacia ella, Edlyn sabia que mientras más se acercaba, menos oportunidad de escapar tenía ella, pero no sabía que más podía hacer, y no iba a dejar que su amiga fuera asesinada. Cuando Jess estaba frente a frente con Edlyn, ella no movía ni un solo músculo, su cara mostraba el terror que estaba sintiendo, y Jess parecía disfrutarlo, era obvio que tenía intenciones de matarla, mientras todos observaban con mucha impotencia sabía que no había nada que pudieran hacer. La adrenalina corría por el cuerpo de Noyerah, y de dio cuenta de que algo había cambiado, todo a su alrededor sucedía en cámara lenta, como si no se estuvieran moviendo, al principio pensó que solo era cuestión del momento, pero pudo percatarse de que ella si se movía de manera normal. Cuando vio cómo la mano de Jess estaba estirada en dirección a Edlyn, de una manera muy peligrosa, ella corrió lo más rápido que pudo, asestando un golpe en la cara de Jess, y una vez que lo hizo, sintió como todo volvía a la velocidad normal, viendo cómo el golpe que le había dado, había sido tan eficaz que la había mandado varios metros lejos de ellos.

-¡Noyerah! ¿Cómo llegaste tan rápido? ¿Y que hiciste?- Preguntó Edlyn muy impresionada.

-Yo… yo… yo…- Intentaba decir Noyerah tartamudeando.

-Tranquila, no tienes que contestar eso, muchas gracias.

-Nunca dejaría que nada te pase. Ahora la pelea será más justa.- Dijo Noyerah quien estaba lista para seguir luchando.

Cambiando de escenario, con el grupo liderado por Yenneffer, estos estaban caminando mientras conversando.

-Yenneffer, es peligroso andar por aquí, no tenemos ni idea de en donde estamos, ni qué hora es. ¡Ni siquiera sabemos a dónde tenemos que ir! ¿Qué vamos a hacer?- Preguntaba Jhona quien empezaba a dudar de que pudieran lograr algo.

-Jhona, se que estas asustado, y está bien estar asustado. Esta travesía no iba a ser fácil, y eso lo sabíamos desde el principio. Por eso fue que les dije que entendía si no querían venir…- Respondió Yenneffer.

-¡Yo no estoy preocupado por mi, estoy preocupado por ti! Este lugar es peligroso y solo es cuestión de tiempo para que otra amenaza nos ataque. Tú no sabes lo que hiciste contra Carl, y nada nos asegura que Alteryion o yo podamos combatir contra lo que se avecina, y ni siquiera estoy mencionando que Rheagon y Melantha no tienen cómo defenderse, debemos encontrar una manera de poder defendernos.

-Es muy lindo de tu parte que te preocupes por mí, pero yo asumí todos esos riesgos cuando decidí venir aquí, este es mi destino. Y puedo sentir que estamos caminando la senda correcta, y que es sólo cuestión de tiempo para llegar a dónde debemos.

-Confiaré en ti.

-Oye Melantha.- Le dijo Rheagon a la pelinegra.

-Dime.- Respondió Melantha.

-¿No te parece que Yenneffer y Jhona? Andan muy juntos.

-¡Por fin alguien más que lo nota! Si, han estado muy juntos desde que llegamos aquí.

-Sin mencionar que fue Jhona el que salvó a Yenneffer de la bestia, arriesgando su propia vida. Yo solo digo…- Decía Rheagon.

-Siempre pensé que Jhona era asexual.

-Caras vemos, corazones no sabemos.

-Bien dicho, yo creo que harían una muy bonita pareja.

-Yo también lo creo.

-¿De que están hablando chicos?- Preguntó Alteryion.

-De la bonita pareja que hacen Yenneffer y Jhona.- Respondió Rheagon.

-¡¿Que?!- Preguntó Alteryion con confusión.

-¿En serio no te has dado cuenta?- Preguntó también Melantha.

-¿Darme cuenta de que?- Seguía sin entender Alteryion.

-Ay olvídalo Alteryion.- Dijo Rheagon entre risas.

-¿Olvidar que? No entendí nada de lo que dijeron.- Decía Alteryion confundido.

Rheagon y Melantha comenzaron a reír a todo pulmón, mientras que Alteryion seguía sin entender nada de lo que hablaban.

Volviendo con Noyerah y su grupo. Todos atacaban a Jess de distintas maneras, durante un batalla habían descubierto que el aparato que habían conseguido era un tipo de estuche, donde habían armas de todo tipo, entre ellas habían ballestas, arcos y flechas, cuchillos, dagas y todos utilizaron alguna de las armas para atacar a Jess. Edmund era bueno con los cuchillos y estaba usándolos muy bien, se movía rápidamente con ellos, causando varias heridas a pelirroja. Edlyn había preferido la ballesta, la cual utilizaba para atacarla por la espalda cuando está intentaba esquivar los navajazos de Edmund.

-Oh vamos. ¿Atacar por la espalda? Eso es caer bajo.- Decía Jess mientras se sacaba la flecha de la espalda.

-Al menos funciona.- Decía Edlyn mientras continuaba lanzadole flechas.

-¡Hey! Concéntrate, tu pelea es contra mí.- Le dijo Edmund a la pelirroja.

-Es injusto. Tu eres hombre y yo mujer, deberías buscar más ayuda.- Dijo Jess en un tono de superioridad.

Laraine la golpeó con unas cadenas, y luego le amarra los brazos con ellas, evitando así que pudiera moverse.

-¿Te parece mejor así? El combate está más equilibrado a mí parecer.- Dijo Laraine.

-Muy bien, suficiente.

Jess hizo una onda expansiva que alejó a todos, y empezó a levitar en el aire. Luego alzó una mano para hacer una esfera gigante de agua, la cual luego congeló.

-Fue divertido mientras duró, pero hasta aquí llegaron. Adiós.- Dijo Jess con la intención de lanzárselas.

-Adiós, bruja.- Respondió Noyerah.

Noyerah estiró su brazo hasta alcanzar el de Jess, y lo enrolla alrededor de ella. Haciendo que ella no puediera moverse, luego comenzó a dar vueltas a su alrededor, para tirarla al suelo, haciendo que el impacto sea incluso más fuerte, luego corrió muy rápido hacia la bola de hielo gigante y también la enredó con sus brazos, repitiendo la misma maniobra, pero ahora utilizándola para lanzársela a Jess, haciendo que está se rompa en mil pedazos. Luego, con los pequeños trozos de hielo, y alrededor de Jess, empezó a correr muy rápido en círculos, haciendo una especie de tornado a su alrededor, lanzadole los pedazos de hielo afilados, logrando clavarle varios, haciendo que está se caiga del dolor, para finalmente correr muy lejos, y darle un golpe en la cara que le rompe la mandíbula, siendo un golpe completamente potenciado por la velocidad, y dejando a Jess muerta en el suelo.

-Lo siento, hubiera preferido no tener que llegar a tanto. Pero no me quedaba de otra…- Dijo Noyerah al cuerpo de Jess.

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