"Creo que pueden llegar a pensar hasta que no existes, así que por favor, necesito que vengas a cenar con nosotros hoy"
Es sábado, mi padre había venido a mi habitación con la gran idea (nótese el sarcasmo) de realizar una cena para conocer a Chyler.
—¿No te cae bien Mikkel?—¿Por qué lo preguntas? —Camilla me miró con la cabeza ladeada, como si lo pensara.—No sé, por el comentario que hiciste sobre su novia, o lo que dijiste cuando mi padre le preguntó si pensaban casarse.NoviaAún no sé si llamarla así. Se me hace muy raro que justo ayer, después de que Mikkel viera a Andreus con su mano en mi pierna, haya dicho que eran novios. Algo me dice que quiso ponerme celosa.No le resultó.—No soy tonta, Alyssa.Miré a mi hermana con el ceño fruncido. Estábamos tomando sol después de haber estado un buen rato en la piscina.—¿Cuándo dije que lo eras?—Te conozco, sé que te gusta Mikkel —soltó con tranquilidad. Abrí mis ojos impresionada, según yo no he hecho nada frente
Me acerqué a la ventana del baño y miré como los árboles se movían por el fuerte viento que había. Me subí la cremallera de mi abrigo y suspiré al recordar la noche de ayer.Definitivamente Mikkel se había vuelto loco.Flashback —Oye dormilona —me removí en la cama—. Ya llegamos, flojita —sentí el roce de sus nudillos en mi mejilla y sonreí levemente antes de abrir los ojos.—¿Dónde nos quedaremos? —¿Estás cansada?—La verdad no —contesté mientras me quitaba los tacones. Abrí los ojos con dificultad. Nunca antes había dormido tan bien, quería seguir haciéndolo, pero ya era hora de levantarse.Alejé mi cabeza del pecho de Mikkel y suspiré al verlo dormir tan plácidamente. Acerqué mi mano a su frente y le quité unos mechones de cabello que caían sobre su rostro.Definitivamente no estoy arrepentida de lo que pasó, más bien, estoy feliz de haberlo Capítulo 17: La sensación
Capítulo 18: Perdiendo el control
Capítulo 19: ¿Por qué?
—Adivina con quién estoy.—Me es imposible saber eso, Chyler.
—Prometiste que nos traerías un regalo —Chyler se cruzó de brazos mientras miraba a Joshua incitándolo a que hiciera lo mismo. Él copió su acción.—Lo siento, chicos. Tuve que venirme muy rápido, en realidad no pensé que hoy volvería a Nueva Yor
(Esto ocurrió exactamente cuando Alyssa vio a Mikkel y Shay besándose)—¡¿Qué te pasa, loca?! —alejé a Shay de mí y busqué con la mirada a Aly, pero ya no estaba—. ¿Por qué vienes así a mi casa? No recuerdo haberte invitado.—Ya no necesito invitación para venir a verte, soy la madre de tu hijo —tomó mi mano y se la llevó al vientre. La alejé de inmediato, puse mis dedos en el puente de mi nariz e intenté tranquilizarme—. Supongo que ahora sí puedo vivir acá, ¿verdad?—No me vengas con esos cuentos, yo siempre utilizo condón, y por lo que tú me dijiste también tomas pastillas anticonceptivas.—Te equivocas, &