Me miré en el espejo y sonreí. Nunca en mi vida pensé que me iba a ver de esta forma tan sexy y provocativa, pero admito que me obsesioné bastante con esta apariencia.
Tomé el labial Mac en el tono Ruby Woo y me lo volví a pasar por los labios.
—Vas a parecer payaso si te pones otra capa más —Chyler se apoyó en el tocador con los brazos cruzados.
—Me encantan los payasos —me puse una capa más sólo para llevarle la contraria—. ¿Crees que debería ponerme la peluca?
Me puse de pie para que viera la lencería que me había puesto. Me miró de arriba a abajo y negó.
—Te ves mejor así que con esa peluca de Dora la exploradora.
—¿Perdona? Yo encuentro que esa peluca de Dora hace que mis ojos se vean hermosos —me la puse ignorando su comentario. Sé que lo dice en broma.
Arreglé mi brasier con encaje negro para que mis pechos estuvieran bien acomodados.
Ya saben, para que se vean más grandes.
—¿Supiste lo que le pasó a Elisa? Que lástima, ella era muy buena.
—Al igual que como lo hice contigo, le ofrecí el dinero para que le pagara a Bellamy lo del acuerdo de confidencialidad, pero no quiso. Fue su culpa por ser tan cabezota.
—Uno de los clientes del club conocía a su madre y le contó que trabajaba acá. Tú sabes cómo es ella, podemos estar en la misma situación económica de mierda, pero jamás dejaría que su hija tuviera un trabajo como este, y se entiende.
—De todas formas Elisa podrá buscar otro trabajo, es muy responsable y dudo que alguien no quiera trabajar con ella —comenté mientras me ponía una liga en la pierna derecha.
—Para ti es así de fácil encontrar un trabajo, Alyssa. Tú eres la única rara que tiene millones en su cuenta y muchas oportunidades maravillosas de trabajo, pero aún así elige este.
—Ser modelo de vez en cuando me gusta, pero esto es mil veces mejor. Acá puedo ser muy diferente a como debo ser con mi familia. Eso es algo que me hace sentir libre y bien conmigo misma.
—¿Sabes qué pasaría si uno los hombres que está afuera sólo para verte a ti abriera la boca? Saldrías en todos los periódicos, programas de farándula e internet y sabemos que eso no sería bueno para conservar la buena imagen de tu padre —se arregló el cabello al escuchar como las dos chicas que estaban haciendo su rutina ya habían terminado.
—Sé lo que pasaría. No cumpliría
el acuerdo y Bellamy lo demandaría y arruinaría completamente su vida —me encogí de hombros—. Confío completamente en ella, tú sabes que todos los hombres que vienen al club le tienen mucho respeto y miedo. Puede ser muy hermosa, pero la maldad que lleva dentro es más hermosa aún.Ladeó su cabeza y después de unos segundos asintió mientras se encogía de hombros. Me dio una mirada maliciosa y habló.
—Es nuestro turno, Lilith —sonreí al escuchar el apodo que los clientes me habían puesto y caminé hacia el escenario junto a la chica que se había convertido en mi compañera favorita de trabajo.
NARRA MIKKEL:
—¿Por qué me traes a un lugar donde hay que pagar un monto considerable de dinero sólo para un acuerdo de confidencialidad? ¿Tan importantes son las chicas que bailan acá? No sé, supongo que está Ivanka Trump o alguna de esas —cerré los ojos al quedar encandilado por las luces neón que parpadeaban de morado a rojo.
—El dinero nunca ha sido un problema para ti —se encogió de hombros—. Y no, no sé quiénes trabajan acá, pero lo que sí sé es que las chicas son unas reales diosas. Quedarás anonadado por tanta belleza —Sean caminó hacia unos taburetes y yo seguí sus pasos. Me reí por su comentario tan exagerado.
Quedamos frente al escenario donde justo dos chicas habían terminado su espectáculo. No alcancé a ver nada, pero la verdad vine a este lugar obligado.
Una pelirroja con los ojos verdes se acercó a nosotros con una pequeña libreta en su mano y nos preguntó qué deseábamos tomar. Pedimos whisky en las rocas y la seguimos con la mirada mientras se iba moviendo sus caderas exageradamente.
—¿Shay te ha seguido insistiendo con lo de ir a vivir a tu casa? —preguntó Sean, mi amigo.
—Sí, no sé qué tiene en la cabeza. Le he dicho miles de veces que sólo soy su jefe y ella mi secretaria, de vez en cuando tenemos sexo para quitarnos el estrés, pero nada más que eso —contesté. La chica pelirroja llegó y nos entregó los vasos.
—Es tu culpa, sabes que eso de meterte con las trabajadoras no es bueno. Se hacen ilusiones y después no hay cómo dejarles claro que nun... —Sean dejó de hablar al ver a dos chicas entrando al escenario. Una tenía el cabello café hasta los hombros, su ropa interior era color carmesí y su piel un poco bronceada. Su cuerpo era de infarto, pero no más que el cuerpo de la chica que venía a su lado.
La peluca negra que traía hacía resaltar sus ojos azules como el cielo. Su ropa interior era negra como la noche y en su pierna derecha traía una liga que daba ganas de sacarla con los dientes. Tenía unas buenas caderas, un trasero redondo y unos pechos de buen tamaño.
—Llegó lo que muchos estaban esperando. El dúo que los deja a todos con ganas de volver a Bellamy Nightclub —una mujer cuarentona y muy sensual comenzó a hablar por el micrófono que tenía en su mano—. Con ustedes.... ¡Ardat y Lilith! —los hombres comenzaron a aplaudir y silbar.
Cada una se quedó frente a un tubo. Las luces se apagaron, sólo había dos de color rosas que estaban en el escenario apuntándolas. Comenzaron a moverse lentamente mientras sonaba una canción que la verdad no conocía, sin embargo, me pareció bastante interesante. Sin poder evitarlo, saqué mi celular a escondidas ya que al firmar el contrato aceptamos el no poder usar celular. Entré a Shazam para saber cómo se llamaba la canción; Mere Anarchy de Moby estaba sonando mientras esas lindas chicas movían sus caderas. En un momento, cuando el ritmo comenzó a ser más fuerte y rápido, las chicas se subieron al tubo y comenzaron a dar vueltas, subían, bajaban, se afirmaban sólo con las piernas, volvían a bajarse del tubo para tirarse al piso y hacer unos movimientos que me hacían imaginar cosas indebidas. Todo lo que hacían me dejaban muy confundido, no sé cómo podían moverse tan rápido.
Me desabotoné un poco la camisa al sentir un calor insoportable. No sé qué me pasaba, no era primera vez que estaba en un lugar así.
—Creo que mi amigo está despertando —Sean murmuró mientras miraba anonadado a las chicas.
Los hombres que estaban a nuestro alrededor hacían un ruido extraño mientras muchos les tiraban dinero al escenario. La chica con peluca comenzó a gatear y fue donde un hombre de unos treinta, él acercó su mano hacia los pechos de ella y le dejo unos billetes entre el tirante de su sostén.
Siguió gateando hasta que llegó hasta nosotros. Tragué duro cuando vi cómo su mirada cayó en mí, sonrió y acercó su mano a mi pecho.
Supongo que quería dinero, pero no sé lo daré tan fácil.
—Sácate esa peluca, quiero ver cómo eres sin esa mierda —mi voz sonó ronca.
—¿Y si no quiero?
—En el contrato que firmé dice claramente que las bailarinas deben darnos en el gusto en todo, a menos que sea una invitación a tener intimidad, claro —sonreí con burla.
—Que hijo de puta, me gusta —mordió su labio inferior. Si otra chica me hubiese llamado de esa forma hablaría de inmediato con la dueña de este lugar, pero se lo perdoné sólo por ser ella. Llevó su mano hacia la peluca y se la sacó. Su pelo estaba en un moño mal echo, pero aún así se veía bien con su cabello rubio de esa forma.
Lamí mi labio inferior mientras sin dejar de mirarla sacaba mi billetera. Al verla así se me hizo muy familiar, pero supongo que son inventos míos.
—Quédate con tu dinero, no lo necesito —me dio una última mirada seductora y volvió a su tubo.
—Hasta yo sentí esa tensión sexual, me excité —golpeé el hombro de mi amigo sin dejar de mirar a la rubia.
Creo que vendré bastante a este lugar
—Hola mi niña —Marisa acarició mi mejilla y yo me removí en la cama—. Despierta flojita, tus padres ya van a desayunar.—Tengo sueño —murmuré llevándome las manos a mi cara para taparme el rostro.—Eso te pasa por llegar tarde —Marisa me regañó y yo reí—. Ve a bañarte, por mientras te haré tu desayuno favorito.Escuché sus pasos y luego la puerta cerrándose. Abrí los ojos con dificultad por la luz que entraba por la ventana ya que Marisa siempre abre las cortinas antes de despertarme.Destapé mi cuerpo y me puse de pie para dirigirme al baño y darme una buena ducha. Al terminar, me puse mi crema favorita en el cuerpo y un sérum facial de Lancôme.—Por fin, pensamos que nunca bajarías —mi papá alzó sus cejas.—Buenos días, madr
Moví rápidamente mi mano con una sonrisa incómoda y me alejé de él para acercarme a mi padre.—¿Necesitas algo más?—No, muchas gracias por traerme los papeles —negó y se los entregó a Mikkel—. Ahí está todo, léelo y en la cena me dices si está correcto.—Claro, a las 7 estoy en tu casa —le sonrió y yo me atraganté con mi propia saliva.—¿Irá a cenar con nosotros? —miré a mi padre y el asintió. Intenté ocultar mis manos sudorosas y bufé supuestamente apenada—. Oh, que lástima, hoy tengo cosas que hacer. No podré estar con ustedes, tengo que juntarme con un fotógrafo —mentí esperando que me creyeran.—Cancela cualquier plan que tengas. Quiero que toda mi familia cene con mi nuevo socio. Ahora será como de
—Fue un maldito hijo de puta. Me tiene contra la espada y la pared, si no hago lo que él me pide estoy muerta —gruñí mientras miraba fijamente a la carretera.—Se está aprovechando de la situación, pero igual es inteligente el chico. Parece que te quiere tener cerca y así es la única manera de hacerlo, se hace el tonto, piensa que es para joderte a ti pero en realidad lo hará para verte más seguido —Chyler rió.Claro que no quiere eso, no me conoce, dudo que quiera pasar tiempo conmigo.—No, lo está haciendo meramente para reírse de mí. Parecerá mi dueño y yo no soy cualquier cosa, pero no tengo otra alternativa.
—En tus sueños, ni loca me iré contigo —frunció la boca al escucharme—. Estás demente, te conozco hace un poco más de un día, eres un extraño para mí aún.—No te estoy preguntando si quieres o no —las palabras salieron disparadas de su boca. Iba a protestar, pero me interrumpió—. Deja a Ardat en su casa y después nos vamos a la mía.—Mi nombre real es Chyler —mi amiga lo corrigió, pero Mikkel la ignoró por completo.—Súbanse al auto, yo las sigo.Me acerqué a él furiosa, puse mi mano sobre su pecho y le di un empujón que apenas lo movió.—¿No entiendes? No me iré contigo, Hummel.Caminé unos centímetros, pero me retuvo del brazo, obligándome a hacerle frente.—No me hagas enojar, no te conviene —sol
Tomé mi celular para ver qué hora era.04:25a.m.Gruñí y me removí enojada para mirar a Mikkel. Ronca como una bestia y yo no puedo dormir si hay un sonido aunque sea muy mínimo.Puse la almohada que yo estaba usando sobre su cara por unos segundos hasta que comenzó a removerse buscando oxígeno.—¡¿Qué haces?!—¿Puedo ir a otra habitación? No he podido dormir por tus ronquidos de mierda.—Si te quedaste dormida, te escuché hablar.—No seas mentiroso, yo no hablo dormida —golpe&ea
Bufé al ver nuevamente el sitio web de TMZ. Le di un trago al vaso con whisky mientras golpeaba suave la mesa con mis dedos.Ya han pasado tres días desde la noche en la que Alyssa durmió en mi casa. No he tenido mayor contacto con ella y tampoco he querido ir al nightclub, en realidad es una tortura verla y saber que todos los hombres están teniendo los mismos pensamientos sucios que yo tengo en esos momentos.—Noticias de última hora—Sean entró a mi oficina con su celular en las manos mientras leía lo que segundos antes yo había releído por sexta vez—.¿La hija mayor del matrimonio Carlson ya está emparejada?Alyssa Carlson, hija mayor del empresario Jeffrey Carlson, es vista saliendo del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy junto a un tal 
—Sería un placer para mí, Donatella —miré a mi hermana con los ojos abiertos.—Será un evento benéfico, tipo subasta, entonces tienes que modelar la ropa perfectamente para que se vea bella y la compren —di saltitos de felicidad. Modelaría para Donatella Versace—. Después habrá un after party, así que espero ver a todos los Carlson ahí.—Claro que sí, estamos todos felices por la invitación. Muchas gracias, Donatella.—Perfecto, nos vemos —iba a colgar, pero volvió a hablar—. Y no lo olvides, es con pareja.Eso no me lo había dichoCorté la llamada y grité de felicidad. Camilla me abrazó mientras gritaba también.—¡Dios! ¡Va a desfilar para Donatella Versace! —mamá gritó igual o más emocionada que yo.&md
—Alyssa lleva nuestro Medusa Accent Knit Dress, un vestido de punto acanalado con escote acentuado —caminé por la pasarela de forma lenta mientras movía mis caderas sin exagerar demasiado. Llegué al final y me quedé ahí con las manos en la cintura mientras esperaba que Donatella hablara—. El vestido de manga larga presenta una figura de oro con la cara de Medusa en las correas de cada hombro.Me di una vuelta modelando el lindo vestido para que todo el público pudiera verlo, pero mi corazón comenzó a latir frenéticamente cuando vi su sonrisa perfecta entremedio de mi padre y mi madre.Quité mi mirada y posé para los fotógrafos oficiales de la marca.—Empecemos, ¿quién quiere comprar el vestido que lleva nuestra hermosa modelo?Cuatro o cinco personas se pusieron de pie y dijeron el monto que pagarían por el vestido, pero al pare