Jacob SmirnoffMiamiMis hermanos, mis padres y yo, una vez que estuvimos listos nos fuimos en uno de nuestros yates, a impedir la boda de Jen. Mientras surcábamos el mar, yo sólo tenía una idea en mi mente y pedía a Dios y a toda la corte celestial que llegáramos a tiempo antes de que ese matrimonio se realizara, no quería perder a Jen ni a mi bebé y mi única esperanza dependía de que llegáramos a tiempo para impedir esa boda.Mi papá con todo y que no quería hablar de buen modo conmigo, iba conduciendo el yate a toda velocidad, mientras que mi madre me daba todo su amor y su apoyo. Era lo que necesitaba en estos momentos, solo ella se podía poner en mis zapatos.–Jacob, ya hijo por favor, quita esa fea cara que traes – A mi madre no le gustaba que yo fuera tan fatalista – Vamos con buen tiempo y si todo sale bien, hoy vas a recuperar a la mujer que amas.–Eso espero mamá, ¿No podemos ir más rápido? – Le pedí en medio de mi desesperación – Siento que no alcanzaremos a impedir esa bod
Jacob SmirnoffMiamiNo podíamos hacer nada, papá ya habia tomado esa decisión y me supuse que ya lo venía planeando desde mucho antes, creo que desde que salimos de New York, no dejaría que nuestra hermana fuera con nosotros.–Pero papá – Lloró Sasha – Tengo que estar con Jake, para apoyarlo.–Tú te callas Sasha y te quedas aquí conmigo en el yate – La regaño papá – No me hagas que me ponga peor.–Vayan, Boggi y Jake con cuidado – Nos animó Sasha – Aquí los estaré esperando y que todo salga bien.–Gracias hermana – Le respondimos ambos.Nos fuimos con esas amables personas y fue todo justo a tiempo, vimos cuando mi madre llegó a una carpa que estaba montada en la playa desde lejos alcanzamos a escuchar lo que llegó a decir. Todos se habían detenido en cuanto empezó a hablar.–Buenas tardes a todos, señores y señoras, me presento soy Ekaterina Smirnoff y vengo a impedir que se realice este matrimonio – Mi madre habló fuerte y claro.Me quería levantar y correr a impedir yo mismo la bo
Jacob SmirnoffMiamiEn ese momento los dos hermanos de Jen, llegaron a hacer un frente unido parándose frente a mí llenos de coraje, mientras que Jen se separó un poco para hablar con Emiliano, supongo que le dijo que era mejor que no se casaran y aunque estaban de momento las cosas, muy feas entre ella y yo, me estaba sintiendo aliviado cuando uno de los hermanos de Jen, Liam el que se había casado cuando todo este enredo se dio, me levantó de un jalón de la silla de ruedas.–Te exijo que me digas en este mismo momento, ¿Con que derecho te burlaste y deshonraste a mi hermana? Dime ¿Quién rayos eres y porque le hiciste tanto daño? –Me gritaba Liam – A ti te ha venido a defender tu mamá, pues Jen nos tiene a nosotros que no la pensamos dejar sola.Liam me sostuvo del brazo y me estaba lastimando, yo aún no me sentía bien del todo, ni siquiera iba a poder meter las manos si se decidía a golpearme delante de todos. Era un muñeco de trapo en sus manos.–Así es – Repuso Ethan el otro herm
Jacob SmirnoffMiamiYo le gustaba, eso era tiempo pasado, pero ella volvería a quererme, me encargaría de que volviera a confiar en mí, nuestro hijo nos iba a necesitar a los dos, debíamos estar juntos para cuando él llegara y viera que no había sido un error. Les demostraría a todos que estaban equivocados y en especial a mi futura esposa y madre de mis hijos.–Sí Jen, tienes algo de razón – Le dijo Ethan – Pero nada justifica, que este desgraciado te usara, te embaraza y luego huyera como un cobarde y ahora sale con que lo atacó un animal bajo del mar y hasta en silla de ruedas viene, yo no le creo nada.Creo que me había perdido de algo, no estaban siendo nada razonables, además mi madre nunca me dejaría mentir y menos en un caso tan delicado, Jen tampoco podía decir que lo que estaba diciendo con respecto a cómo pasaron las cosas fuera una mentira. Ella fue la que planeo todo, aunque yo no había sido el autor intelectual, también tenía parte de culpa.–Yo tampoco le creo, pero es
Jacob SmirnoffMiamiMe encontraba entre la espada y la pared, si ellos se imponían a que no viviéramos juntos, no quería llegar hasta los juzgados para que me concedieran estar al menos en las consultas médicas hasta que naciera nuestro hijo.Yo sentía que al menos, tenía ese derecho de poder estar presente en todo lo que concernía a mi hijo, aunque Jen no quisiera nada conmigo. Era un derecho, que por ser el padre de ese bebé me pertenecía y aunque no pudiera tener la familia que quería a su lado de momento, al menos iba a luchar con todo, por estar presente en cada momento de la vida de mi hijo ya sabiendo de su existencia.Él o ella tenían que conocer mi voz y sentir que estaba a su lado y tenía que escucharme aún desde dentro del vientre de su madre. Porque eso se podía y al nacer iba a reconocer mi voz, cuando les hablara.–Luz Mary, podrías hacerla entrar en razón, sabes lo importante que es eso, ahora sí que tú como madre ya lo experimentaste y de seguro deseabas que Ethan est
Jacob SmirnoffMiamiLloré ahí, delante de mi hermano y al poco tiempo, mi madre se acercó a nosotros dos para decirnos su resolución a lo que había llegado ella con los papás de Jen. Mi madre era muy aguerrida en sus decisiones y sabía que no me iba a dejar por fuera. Ella sabía mucho de leyes, de derechos, deberes y responsabilidades y yo no estaba negado ni a lo uno ni a lo otro.–Jacob hijo, ¿Pudiste hablar con tu chica? A juzgar por tus lágrimas creo que no – Preguntaba mi mamá – Lo siento mucho, de verdad.Yo no quería ni recordar lo que me habia dicho Jen, todas las cosas feas que habían salido de su boca, me dolieron en el alma, lo dijo con tanto odio, como si nunca me hubiera dicho que le gustaba, que me quería o que lo que vivimos solo fue un sueño fugaz. –Mamá, él quiso disculparse y hablar con su chica pero ella está demasiado molesta y en total negación – Le explicó Boggi – Espero que su cuñada, la haga entrar en razón.Yo también lo esperaba, Jen era bastante testaruda
Jen SaldañaMiamiAl retirarme del lugar dónde iba a ser mi boda con Emiliano al lado de mi cuñada Luz Mary, no podía sentirme menos miserable. Una parte de mí, se conmovió al ver a ese desgraciado mentiroso de Jacob, todo desmejorado, mientras que la otra lo estaba odiando como nunca pensé odiar a ningún ser humano.–Jen, quiero que te quede claro algo – Me dijo mi cuñada Luz Mary – Yo no te estoy pidiendo que perdones a Jacob, eso te toca decidirlo a ti, pero por el bien de tu bebé, no le quites el derecho de estar cerca de él. Por favor. No dejes que tu resentimiento, perjudique a tu bebé al no dejar a su padre estar con él, es todo lo que te pido.Claro tal como lo había dicho Jacob, ella sabe de todo esto, pues su trabajo le ha permitido ver muchos de estos casos a lo largo de su vida, le tomaré el consejo, no quiero que más tarde mi hijo esté en terapia por mis malas decisiones. –Tienes razón Luz Mary, siempre la has tenido en eso, que los hijos nunca deben de pagar por los er
Jen SaldañaMiami–Es lo que me ha dicho Luz Mary y a la mejor, eso lo tengo que aceptar porque no me queda de otra, él cómo papá de mi hijo en eso si tiene derecho pero al menos, mi padre esta vez me apoyará en que no me obligará en estar con Jacob, aunque nos casen, pues lo que menos quiero es tener que habitar la misma casa que ese desgraciado.Mis palabras habían salido desde el fondo de mi alma, no sabían cuánto era mi coraje con respecto a Jacob en estos momentos, era como si lo odiara desde hacía mucho tiempo, no lo comprendía, pero era lo que sentía.–Te entiendo Jen, lo importante ahora es que al menos Jacob, se hará cargo de su hijo y no es por nada pero su mamá se ve una muy buena persona y sé que ella se hará cargo también de su nieto.Así era la mamá de Jacob, vino a hablar por su hijo y aparte porque se veía que le agradaba la idea de ser abuela, aunque parecía que ni siquiera tuviera edad para tener un hijo de la edad de Jacob, podría jurar que se trataba de su hermana