Jacob SmirnoffMiami–Vámonos chicos, ya aquí ni hay nada más que hacer.Nos dijo mamá y yo aún tenía la esperanza de que la plática de Jen con Luz Mary, hubiera dado resultados, pero al parecer no, ya que la gente se fue esparciendo y poco a poco ya no quedaban ninguno de los invitados, pero eso sí, se fueron a donde iba a ser la recepción, dicho por el tío Porfirio.–Claro que sí, mamá, ya vámonos.Dijo Boggi y empezó a mover la silla hacia la calle, pues nos iríamos por la banqueta hasta el muelle donde nos esperaban Sasha y papá, yo iba con una cara de lo más de triste, ni siquiera eso parecía algún arreglo, nos íbamos casi con las manos vacías, pues Jen ni siquiera salió a despedirse de nosotros, bueno de mi mamá y de Boggi.–Ya quita esa cara hijo, ya lo vamos viendo con más calma.–Así es hermano, por lo menos si vas a poder ver a tu hijo, incluso te vas a casar con Jen.Las lágrimas, bajaron por si solas, ni ganas tenía de responderles, porque la solución me hubiera gustado qu
Jacob SmirnoffMiamiEstábamos acostados los dos inmersos cada uno en nuestros pensamientos, los míos, todos eran para la mujer de mi vida y nuestro hijo, era lo único que me importaba en estos momentos, su bienestar y la de su madre, lo demás podía pasar desapercibido por mí. Otra cosa que me estaba preocupando era el comportamiento de mi padre, aquí él no tenía por qué estar diciendo todas esas cosas de mi futura esposa, él ya vivió y pasó lo que tuvo que pasar, que me deje a mi vivir ahora la mía.–Y ya has pensado en el nombre para el bebé.No se me había ocurrido, con tantas cosas que habían pasado, ni pensamiento de cual podía hacer, además no podía llegar y decir que quería tal o cual nombre, se tendría que hablar con Jen, si era que me dejaba opinar en eso.–Aún no, ni siquiera sé si Jen ya fue a su primera consulta.Algo que me hubiera gustado haber hecho con ella, ver su impresión y que ella viera la mía, porque eso era una gran noticia y como tal la teníamos que haber vivid
Jen Saldaña MiamiNo pude hablar con Dulce en ese momento en la playa, pues al irse Jacob, su mamá y su hermano todos nos fuimos a lo que iba a haber en casa de mi tío Porfirio al realizarse mi boda con Emiliano e incluso él mismo y su mamá se fueron para allá con nosotros. Pues ni modo que se perdiera toda la comida que ese habia preparado para el evento. Eso era imperdonable.Yo no podía sentarme a comer como si nada hubiera pasado hasta que pudiera hablar con Dulce de las cosas y volver a ser las primas que siempre fuimos, por eso subimos un rato a su recámara en lo que los demás preparaban todo para servir la comida. Era de esperarse, aunque no hubo casamiento ahí seguirían celebrando como si nada.–Jen, lo siento mucho, ya sabes todo lo que pasó – Dulce comenzó la conversación – No sé bien, ni qué decirte.Pues ya éramos dos, ya que al fin la tenía al frente las palabras no me llegaban, lo que le tenía que decir, lo supo a través de otra persona. No creo que hubiera muchas cosas
Jen Saldaña MiamiLo que Jane nos estaba diciendo a Dulce y a mí, me alteró demasiado y me hizo que me saliera de nuevo, el demonio que habitaba dentro de mí. Como se atrevía ese señor a decir tal cosa, eso era una amenaza y yo no me iba a quedar con eso.–Me vale lo que diga ese señor Mijaíl o como quiera que se llame – Dije con furia – No me puede obligar a perdonar al mentiroso y patán de su hijo, se llame como se llame. Si sigue en ese plan, me largaré lejos con mi bebé a dónde nadie me encuentre, estoy dispuesta a todo.Nadie más tenía que meterse, si ya mis padres y la mamá de Jacob, habían llegado a un acuerdo, no veía al caso de la amenaza del señor, que ni siquiera se habia atrevido a venir, a defender o a poner la cara con lo que había hecho su hijo.–Jane, no debiste decirnos esas cosas – La reprendió Dulce – Jen, está como puedes ver demasiado alterada.Para mi había sido lo mejor, así tenía en mente a qué atenerme con esa gente y en especial al padre del mentiroso de Jac
Jacob SmirnoffMiamiPor la mañana, mi mamá me fue a despertar temprano, algo que no me gustaba, pero supe que si lo hacía tenía que ser por algo muy importante.–Jake hijo, despierta mi amor – Mi mamá me llenó de besos – Tienes que darte un baño y ponerte muy guapo, que tú y yo vamos a salir.–Buenos días mamá – Abrí un ojo – Estoy cansado y la cama me reclama, ¿Puedes dejarme dormir un rato más?Le dije con voz demasiada cargada de sueño, volví a cerrar el ojo esperando que me hiciera caso para poder dormir otro rato más.–Sí puedo, y lo haría con todo gusto, pero venía por ti porque me acaba de llamar Melanie – Eso me hizo despertar bien – Quedamos ella y yo, de vernos en el laboratorio clínico, le tocan análisis de sangre a Jen, pero si quieres seguir durmiendo, le llamo y le digo que no vamos.Me senté en la cama como un resorte. Me puse en pie de inmediato, y casi me caigo, mi mamá me tomó en brazos para sostenerme, le di un beso a mi mamá y me metí a bañar como si me fueran a q
Jacob SmirnoffMiamiLe di a Jen el alcohol para que lo oliera y poco a poco se fue sintiendo mejor, la levanté con cuidado y la saqué abrazada del lugar. Volvimos con nuestras madres a la sala de espera y ellas se sorprendieron y se alegraron de vernos salir así, juntos.–Me alegra ver, que se estén arreglando las cosas entre ustedes – Dijo Melanie – Esto lo tenemos que celebrar, ya que nadie hemos desayunado podemos ir los cuatro a hacerlo.–Sí Melanie – Dijo mi mamá – Me gusta tu plan, tengo mucha hambre.Yo estaba por decir algo, pero Jen me miró y supe que ella quería ser la que comentara algo, por supuesto como el caballero que soy, le permití que lo hiciera y ella me regaló una hermosa sonrisa, esa sonrisa que añoré por tantos días.–Ekaterina, mamá. Jacob y yo, también queremos ir a desayunar pero si no les molesta ¿Podemos hacerlo aparte? Tenemos cosas, que decirnos – Manifestó Jen – Creo que es mejor que lo hagamos de una vez.–Sí, por mí no hay problema – Dijo mi mamá – Per
Jen SaldañaMiamiEncontrarme así con Jacob, era algo que pensaba que nunca más iba a pasar. Estamos teniendo nuestra primera reconciliación y fue espectacular, como si hubiera sido nuestra primera vez, aunque diferente, me sentía en las nubes, en sus brazos encontraba toda la paz que no habia tenido en días.– ¿En qué piensas, bonita? – Me preguntó mi precioso.Estaba tan enamorada de Jacob, que llegué a pensar que nunca volvería amar en esta vida si ya no lo volvía a ver. Muy en el fondo sabía que Dulce tenía razón. Siempre había una explicación para todo, fuera mala o buena. Porque las cosas no suceden y ya.–En ti, en mí, en nosotros – Dije emotiva. – En nuestro bebé.Había tenido tanto miedo, estaba de verdad aterrada cuando mi papá me dijo que me enviarían México, como si mi bebe y yo fuéramos un paquete. Del cual se podían deshacer así como si nada. Me dolió en el alma la forma en la que se comportaron, que a cada rato me daban ganas de llorar. Pero me aguantaba por mi bebé.–T
Jen SaldañaMiamiNos quedamos pensando los dos, así abrazados como debió ser desde siempre, el pasaba su mano por mi brazo y yo me abrazaba más a él. Me gustaba su olor, metí mi cara entre su cuello y su hombro, era como si su aroma me pusiera loca. Creo que le llaman feromonas.–Será un niño muy amado. – Dije dándole un beso en el cuello.Se me erizaba la piel, desde que lo vi por primera vez me gustó demasiado y ahora estamos aquí a punto de tener a nuestro primer hijo, y también apunto de casarnos. Era como un sueño hecho realidad. –O niña, porque me gustaría que fuera niña, así tan linda como tú. – Dijo y también me dio un beso en el cuello.Estábamos pensando de igual manera pero a la inversa, creo que eso pasaba en todas las parejas, por lo menos me acuerdo que cuando Luz Mary estaba embarazada, ella aseguraba que era niño y mi hermano que era niña, y cuando nacieron mis sobrinos, estaban felices de igual manera, porque lo habían dejado a la suerte, cuando supieron que eran d