Jacob SmirnoffMiamiMe encontraba entre la espada y la pared, si ellos se imponían a que no viviéramos juntos, no quería llegar hasta los juzgados para que me concedieran estar al menos en las consultas médicas hasta que naciera nuestro hijo.Yo sentía que al menos, tenía ese derecho de poder estar presente en todo lo que concernía a mi hijo, aunque Jen no quisiera nada conmigo. Era un derecho, que por ser el padre de ese bebé me pertenecía y aunque no pudiera tener la familia que quería a su lado de momento, al menos iba a luchar con todo, por estar presente en cada momento de la vida de mi hijo ya sabiendo de su existencia.Él o ella tenían que conocer mi voz y sentir que estaba a su lado y tenía que escucharme aún desde dentro del vientre de su madre. Porque eso se podía y al nacer iba a reconocer mi voz, cuando les hablara.–Luz Mary, podrías hacerla entrar en razón, sabes lo importante que es eso, ahora sí que tú como madre ya lo experimentaste y de seguro deseabas que Ethan est
Jacob SmirnoffMiamiLloré ahí, delante de mi hermano y al poco tiempo, mi madre se acercó a nosotros dos para decirnos su resolución a lo que había llegado ella con los papás de Jen. Mi madre era muy aguerrida en sus decisiones y sabía que no me iba a dejar por fuera. Ella sabía mucho de leyes, de derechos, deberes y responsabilidades y yo no estaba negado ni a lo uno ni a lo otro.–Jacob hijo, ¿Pudiste hablar con tu chica? A juzgar por tus lágrimas creo que no – Preguntaba mi mamá – Lo siento mucho, de verdad.Yo no quería ni recordar lo que me habia dicho Jen, todas las cosas feas que habían salido de su boca, me dolieron en el alma, lo dijo con tanto odio, como si nunca me hubiera dicho que le gustaba, que me quería o que lo que vivimos solo fue un sueño fugaz. –Mamá, él quiso disculparse y hablar con su chica pero ella está demasiado molesta y en total negación – Le explicó Boggi – Espero que su cuñada, la haga entrar en razón.Yo también lo esperaba, Jen era bastante testaruda
Jen SaldañaMiamiAl retirarme del lugar dónde iba a ser mi boda con Emiliano al lado de mi cuñada Luz Mary, no podía sentirme menos miserable. Una parte de mí, se conmovió al ver a ese desgraciado mentiroso de Jacob, todo desmejorado, mientras que la otra lo estaba odiando como nunca pensé odiar a ningún ser humano.–Jen, quiero que te quede claro algo – Me dijo mi cuñada Luz Mary – Yo no te estoy pidiendo que perdones a Jacob, eso te toca decidirlo a ti, pero por el bien de tu bebé, no le quites el derecho de estar cerca de él. Por favor. No dejes que tu resentimiento, perjudique a tu bebé al no dejar a su padre estar con él, es todo lo que te pido.Claro tal como lo había dicho Jacob, ella sabe de todo esto, pues su trabajo le ha permitido ver muchos de estos casos a lo largo de su vida, le tomaré el consejo, no quiero que más tarde mi hijo esté en terapia por mis malas decisiones. –Tienes razón Luz Mary, siempre la has tenido en eso, que los hijos nunca deben de pagar por los er
Jen SaldañaMiami–Es lo que me ha dicho Luz Mary y a la mejor, eso lo tengo que aceptar porque no me queda de otra, él cómo papá de mi hijo en eso si tiene derecho pero al menos, mi padre esta vez me apoyará en que no me obligará en estar con Jacob, aunque nos casen, pues lo que menos quiero es tener que habitar la misma casa que ese desgraciado.Mis palabras habían salido desde el fondo de mi alma, no sabían cuánto era mi coraje con respecto a Jacob en estos momentos, era como si lo odiara desde hacía mucho tiempo, no lo comprendía, pero era lo que sentía.–Te entiendo Jen, lo importante ahora es que al menos Jacob, se hará cargo de su hijo y no es por nada pero su mamá se ve una muy buena persona y sé que ella se hará cargo también de su nieto.Así era la mamá de Jacob, vino a hablar por su hijo y aparte porque se veía que le agradaba la idea de ser abuela, aunque parecía que ni siquiera tuviera edad para tener un hijo de la edad de Jacob, podría jurar que se trataba de su hermana
Jacob SmirnoffMiami–Vámonos chicos, ya aquí ni hay nada más que hacer.Nos dijo mamá y yo aún tenía la esperanza de que la plática de Jen con Luz Mary, hubiera dado resultados, pero al parecer no, ya que la gente se fue esparciendo y poco a poco ya no quedaban ninguno de los invitados, pero eso sí, se fueron a donde iba a ser la recepción, dicho por el tío Porfirio.–Claro que sí, mamá, ya vámonos.Dijo Boggi y empezó a mover la silla hacia la calle, pues nos iríamos por la banqueta hasta el muelle donde nos esperaban Sasha y papá, yo iba con una cara de lo más de triste, ni siquiera eso parecía algún arreglo, nos íbamos casi con las manos vacías, pues Jen ni siquiera salió a despedirse de nosotros, bueno de mi mamá y de Boggi.–Ya quita esa cara hijo, ya lo vamos viendo con más calma.–Así es hermano, por lo menos si vas a poder ver a tu hijo, incluso te vas a casar con Jen.Las lágrimas, bajaron por si solas, ni ganas tenía de responderles, porque la solución me hubiera gustado qu
Jacob SmirnoffMiamiEstábamos acostados los dos inmersos cada uno en nuestros pensamientos, los míos, todos eran para la mujer de mi vida y nuestro hijo, era lo único que me importaba en estos momentos, su bienestar y la de su madre, lo demás podía pasar desapercibido por mí. Otra cosa que me estaba preocupando era el comportamiento de mi padre, aquí él no tenía por qué estar diciendo todas esas cosas de mi futura esposa, él ya vivió y pasó lo que tuvo que pasar, que me deje a mi vivir ahora la mía.–Y ya has pensado en el nombre para el bebé.No se me había ocurrido, con tantas cosas que habían pasado, ni pensamiento de cual podía hacer, además no podía llegar y decir que quería tal o cual nombre, se tendría que hablar con Jen, si era que me dejaba opinar en eso.–Aún no, ni siquiera sé si Jen ya fue a su primera consulta.Algo que me hubiera gustado haber hecho con ella, ver su impresión y que ella viera la mía, porque eso era una gran noticia y como tal la teníamos que haber vivid
Jen Saldaña MiamiNo pude hablar con Dulce en ese momento en la playa, pues al irse Jacob, su mamá y su hermano todos nos fuimos a lo que iba a haber en casa de mi tío Porfirio al realizarse mi boda con Emiliano e incluso él mismo y su mamá se fueron para allá con nosotros. Pues ni modo que se perdiera toda la comida que ese habia preparado para el evento. Eso era imperdonable.Yo no podía sentarme a comer como si nada hubiera pasado hasta que pudiera hablar con Dulce de las cosas y volver a ser las primas que siempre fuimos, por eso subimos un rato a su recámara en lo que los demás preparaban todo para servir la comida. Era de esperarse, aunque no hubo casamiento ahí seguirían celebrando como si nada.–Jen, lo siento mucho, ya sabes todo lo que pasó – Dulce comenzó la conversación – No sé bien, ni qué decirte.Pues ya éramos dos, ya que al fin la tenía al frente las palabras no me llegaban, lo que le tenía que decir, lo supo a través de otra persona. No creo que hubiera muchas cosas
Jen Saldaña MiamiLo que Jane nos estaba diciendo a Dulce y a mí, me alteró demasiado y me hizo que me saliera de nuevo, el demonio que habitaba dentro de mí. Como se atrevía ese señor a decir tal cosa, eso era una amenaza y yo no me iba a quedar con eso.–Me vale lo que diga ese señor Mijaíl o como quiera que se llame – Dije con furia – No me puede obligar a perdonar al mentiroso y patán de su hijo, se llame como se llame. Si sigue en ese plan, me largaré lejos con mi bebé a dónde nadie me encuentre, estoy dispuesta a todo.Nadie más tenía que meterse, si ya mis padres y la mamá de Jacob, habían llegado a un acuerdo, no veía al caso de la amenaza del señor, que ni siquiera se habia atrevido a venir, a defender o a poner la cara con lo que había hecho su hijo.–Jane, no debiste decirnos esas cosas – La reprendió Dulce – Jen, está como puedes ver demasiado alterada.Para mi había sido lo mejor, así tenía en mente a qué atenerme con esa gente y en especial al padre del mentiroso de Jac