Jen SaldañaMiamiBastante habían hecho por mí al dejar que viviera con ellos hasta ahora, desde que habia puesto la clínica, lo mejor hubiera sido que buscara algo cerca de esta, que era lo que se me había metido en la cabeza cuando ocurrió, pero me dejé convencer de mi mamá, pues estaba segura que mi papá no me dejaría mudar sola. Porque una señorita de casa, no debía permanecer fuera de la vigilancia de sus padres.–Jen, lamento mucho lo que ha pasado entre Dulce y tú – Dijo mi madre – Chayo me ha contado que ella, no puede creer la traición que le hiciste a tu prima y honestamente hija, yo tampoco, eso no son comportamiento de una chica decente.Lo decía como si Dulce y Emiliano hubieran sido novios y que yo me metí entre ellos, tampoco era para que se pusieran a hablar a mis espaldas, mi tía era muy dramática y mi mamá que le seguía las aguas, no me imaginaba que tanto habrán dicho de mí esas dos. Sí así se expresaban de alguien de la familia, no me quería imaginar que dirían de
Jen SaldañaMiami Mi cuñada se dio cuenta a través del espejo que estaba a punto de romper en llanto, yo me quería aguantar y que pasara rápido este sentimiento de impotencia de no saber que hacer. Porque estaba lista para casarme pero no con el hombre indicado, no con el padre de mi hijo. En mala hora vine a hacer esa locura de contratar a Jacob.– ¿Te gusta, como quedaste, Jen? Si no te gusta, te puedo cambiar la peineta. He traído más broches. – se apresuró a decirme Luz Mary.Lo bueno era que lo atribuía a el peinado y no a mi duelo interno entre casarme o no, por lo que ella me habia dicho. El peinado estaba divino, era más bonito de los que habia visto que realizaban en los salones de belleza. Me reí porque ella decía que no era una experta en la materia, si se decidía por poner un negocio haría que cerraran los demás de la calle.–No, Luz Mary. Me ha encantado, muchas gracias, además ya debemos de irnos. La boda es en media hora y no quiero que mis padres, ahora también reclam
Jacob SmirnoffNew YorkAl llegar al aeropuerto de New York, la gente a nuestro alrededor caminaba muy despacio, y yo que iba en silla de ruedas empujado por mi hermano, deseaba que todos salieran de nuestro camino, me sentía demasiado acelerado, mi corazón latía a mil por segundo. Y me estaba ganando la euforia. Sasha venia trotando a nuestro lado y aunque sabíamos que teníamos tiempo de sobra, me parecía que no avanzábamos nada, aparte nuestros padres venían hablando muy tranquilos a nuestras espaldas.Me desesperaba su quietud, como si no estuviera pasando algo importante a la cual ir a la brevedad. El estómago lo traía hecho nudos, y estaba seguro que mi sonrisa era la de un loco, llegaríamos justo a tiempo para impedir esa boda y hasta para celebrar que iba a ser padre, junto a mi chica soñada. Jen se alegraría de verme, de eso no cabía duda.–Ya pueden ir a la sala chicos, las maletas ya están en el avión – Era algo que ya sabíamos.Por alguna razón sentía que eso nos habia ahor
Jacob SmirnoffMiamiMis hermanos, mis padres y yo, una vez que estuvimos listos nos fuimos en uno de nuestros yates, a impedir la boda de Jen. Mientras surcábamos el mar, yo sólo tenía una idea en mi mente y pedía a Dios y a toda la corte celestial que llegáramos a tiempo antes de que ese matrimonio se realizara, no quería perder a Jen ni a mi bebé y mi única esperanza dependía de que llegáramos a tiempo para impedir esa boda.Mi papá con todo y que no quería hablar de buen modo conmigo, iba conduciendo el yate a toda velocidad, mientras que mi madre me daba todo su amor y su apoyo. Era lo que necesitaba en estos momentos, solo ella se podía poner en mis zapatos.–Jacob, ya hijo por favor, quita esa fea cara que traes – A mi madre no le gustaba que yo fuera tan fatalista – Vamos con buen tiempo y si todo sale bien, hoy vas a recuperar a la mujer que amas.–Eso espero mamá, ¿No podemos ir más rápido? – Le pedí en medio de mi desesperación – Siento que no alcanzaremos a impedir esa bod
Jacob SmirnoffMiamiNo podíamos hacer nada, papá ya habia tomado esa decisión y me supuse que ya lo venía planeando desde mucho antes, creo que desde que salimos de New York, no dejaría que nuestra hermana fuera con nosotros.–Pero papá – Lloró Sasha – Tengo que estar con Jake, para apoyarlo.–Tú te callas Sasha y te quedas aquí conmigo en el yate – La regaño papá – No me hagas que me ponga peor.–Vayan, Boggi y Jake con cuidado – Nos animó Sasha – Aquí los estaré esperando y que todo salga bien.–Gracias hermana – Le respondimos ambos.Nos fuimos con esas amables personas y fue todo justo a tiempo, vimos cuando mi madre llegó a una carpa que estaba montada en la playa desde lejos alcanzamos a escuchar lo que llegó a decir. Todos se habían detenido en cuanto empezó a hablar.–Buenas tardes a todos, señores y señoras, me presento soy Ekaterina Smirnoff y vengo a impedir que se realice este matrimonio – Mi madre habló fuerte y claro.Me quería levantar y correr a impedir yo mismo la bo
Jacob SmirnoffMiamiEn ese momento los dos hermanos de Jen, llegaron a hacer un frente unido parándose frente a mí llenos de coraje, mientras que Jen se separó un poco para hablar con Emiliano, supongo que le dijo que era mejor que no se casaran y aunque estaban de momento las cosas, muy feas entre ella y yo, me estaba sintiendo aliviado cuando uno de los hermanos de Jen, Liam el que se había casado cuando todo este enredo se dio, me levantó de un jalón de la silla de ruedas.–Te exijo que me digas en este mismo momento, ¿Con que derecho te burlaste y deshonraste a mi hermana? Dime ¿Quién rayos eres y porque le hiciste tanto daño? –Me gritaba Liam – A ti te ha venido a defender tu mamá, pues Jen nos tiene a nosotros que no la pensamos dejar sola.Liam me sostuvo del brazo y me estaba lastimando, yo aún no me sentía bien del todo, ni siquiera iba a poder meter las manos si se decidía a golpearme delante de todos. Era un muñeco de trapo en sus manos.–Así es – Repuso Ethan el otro herm
Jacob SmirnoffMiamiYo le gustaba, eso era tiempo pasado, pero ella volvería a quererme, me encargaría de que volviera a confiar en mí, nuestro hijo nos iba a necesitar a los dos, debíamos estar juntos para cuando él llegara y viera que no había sido un error. Les demostraría a todos que estaban equivocados y en especial a mi futura esposa y madre de mis hijos.–Sí Jen, tienes algo de razón – Le dijo Ethan – Pero nada justifica, que este desgraciado te usara, te embaraza y luego huyera como un cobarde y ahora sale con que lo atacó un animal bajo del mar y hasta en silla de ruedas viene, yo no le creo nada.Creo que me había perdido de algo, no estaban siendo nada razonables, además mi madre nunca me dejaría mentir y menos en un caso tan delicado, Jen tampoco podía decir que lo que estaba diciendo con respecto a cómo pasaron las cosas fuera una mentira. Ella fue la que planeo todo, aunque yo no había sido el autor intelectual, también tenía parte de culpa.–Yo tampoco le creo, pero es
Jacob SmirnoffMiamiMe encontraba entre la espada y la pared, si ellos se imponían a que no viviéramos juntos, no quería llegar hasta los juzgados para que me concedieran estar al menos en las consultas médicas hasta que naciera nuestro hijo.Yo sentía que al menos, tenía ese derecho de poder estar presente en todo lo que concernía a mi hijo, aunque Jen no quisiera nada conmigo. Era un derecho, que por ser el padre de ese bebé me pertenecía y aunque no pudiera tener la familia que quería a su lado de momento, al menos iba a luchar con todo, por estar presente en cada momento de la vida de mi hijo ya sabiendo de su existencia.Él o ella tenían que conocer mi voz y sentir que estaba a su lado y tenía que escucharme aún desde dentro del vientre de su madre. Porque eso se podía y al nacer iba a reconocer mi voz, cuando les hablara.–Luz Mary, podrías hacerla entrar en razón, sabes lo importante que es eso, ahora sí que tú como madre ya lo experimentaste y de seguro deseabas que Ethan est