Jacob SmirnoffNew YorkTal vez eso fue producto de mi imaginación, pero lo habia sentido como si hubiera pasado en eso momentos, la extrañaba tanto y tal vez por eso la traje con el pensamiento a mi situación actual–Sí que estas clavado. – Me dijo Boggi.Eso sería decir poco, pues me había enfermado a consecuencia del alejamiento forzado, no le veía otra razón,–Hasta las chanclas. – Dije a mis hermanos.Nos reímos, creo que este viaje quedaría grabado en las memorias de todos, tanto estrés desde antes de que lo iniciáramos y ahora estábamos aquí en la habitación de un hospital riéndonos de mi enamoramiento. Nuestros padres entraron a la habitación y la cara de papá no auguraba nada bueno, pero mamá me veía con bastante optimismo. Solo esperaba que me dijeran noticias buenas.–Hijo, tenemos dos noticias que decirte, una buena y una mala. – Dijo mamá.Ay no, esto no se escuchaba muy bien que digamos, siempre había peros cuando decían una buena y una mala, así que la buena dependía de
Jen SaldañaMiamiEse día cuando mi madre nos fue a anunciar a la clínica veterinaria a Emiliano y a mí sus planes de casarnos, yo me sentí mal. Yo no me quería casar con mi mejor amigo y menos en esas condiciones, no quería arruinarle su vida, ya bastante había hecho arruinando la mía. Esa noche, me fui a dormir a casa de mis padres porque mi mamá estaba necia con sus supersticiones esas que el novio no podía ver a la novia antes de la boda. Así que me fui a mi recámara, en cuanto llegué de la clínica.En mi casa reinaba un ambiente hostil, porque mi papá no me hablaba, mi mamá apenas lo hacía y su trato era frío y hasta desconsiderado, eso me hacía sentirme una extraña en mi propia casa y lo peor de todo era que el verdadero padre de mi bebé, seguramente andaría ya viajando por todo el mundo embarazando a otras tontas como yo. Mi vida era un asco. Solo me mantenía en pie, el ser que crecía cada día en mi interior.Me recosté en la cama con la intensión de ya dormir y estaba cerrando
Jen SaldañaMiamiSabía que Luz Mary, tenía razón y ella por algo siempre dudaba que yo, tuviera algo con Jacob, mi vida siempre ha sido simple y predecible y ella por algo siempre tuvo sus dudas. Pero ya era tarde para echarme para atrás y no podía simplemente huir, tenía aquí mi trabajo y sabía que aunque me casara con Emiliano, él y yo veríamos la forma de arreglar las cosas como siempre lo hacíamos. Por eso no habia que remover ya nada.–Sí Luz Mary, siempre tuviste razón en lo de Jacob. Por algo nadie nunca lo había visto, porque antes de que yo lo contratara para que me acompañara a la boda de Liam, no tenía ni perro que me ladrara. Bien decías tú, ¿A qué hora tendría tiempo para un novio, yo?Sus razonamientos nunca se los discutí, pero no le podía decir abiertamente que estaba metida hasta el cuello en todo eso. Ella sabía perfectamente que mi vida era tan vacía que ni en mis sueños más locos podía conseguir a alguien como Jacob.–Nunca quise hacerte sentir mal Jen, pero es qu
Jen SaldañaMiamiBastante habían hecho por mí al dejar que viviera con ellos hasta ahora, desde que habia puesto la clínica, lo mejor hubiera sido que buscara algo cerca de esta, que era lo que se me había metido en la cabeza cuando ocurrió, pero me dejé convencer de mi mamá, pues estaba segura que mi papá no me dejaría mudar sola. Porque una señorita de casa, no debía permanecer fuera de la vigilancia de sus padres.–Jen, lamento mucho lo que ha pasado entre Dulce y tú – Dijo mi madre – Chayo me ha contado que ella, no puede creer la traición que le hiciste a tu prima y honestamente hija, yo tampoco, eso no son comportamiento de una chica decente.Lo decía como si Dulce y Emiliano hubieran sido novios y que yo me metí entre ellos, tampoco era para que se pusieran a hablar a mis espaldas, mi tía era muy dramática y mi mamá que le seguía las aguas, no me imaginaba que tanto habrán dicho de mí esas dos. Sí así se expresaban de alguien de la familia, no me quería imaginar que dirían de
Jen SaldañaMiami Mi cuñada se dio cuenta a través del espejo que estaba a punto de romper en llanto, yo me quería aguantar y que pasara rápido este sentimiento de impotencia de no saber que hacer. Porque estaba lista para casarme pero no con el hombre indicado, no con el padre de mi hijo. En mala hora vine a hacer esa locura de contratar a Jacob.– ¿Te gusta, como quedaste, Jen? Si no te gusta, te puedo cambiar la peineta. He traído más broches. – se apresuró a decirme Luz Mary.Lo bueno era que lo atribuía a el peinado y no a mi duelo interno entre casarme o no, por lo que ella me habia dicho. El peinado estaba divino, era más bonito de los que habia visto que realizaban en los salones de belleza. Me reí porque ella decía que no era una experta en la materia, si se decidía por poner un negocio haría que cerraran los demás de la calle.–No, Luz Mary. Me ha encantado, muchas gracias, además ya debemos de irnos. La boda es en media hora y no quiero que mis padres, ahora también reclam
Jacob SmirnoffNew YorkAl llegar al aeropuerto de New York, la gente a nuestro alrededor caminaba muy despacio, y yo que iba en silla de ruedas empujado por mi hermano, deseaba que todos salieran de nuestro camino, me sentía demasiado acelerado, mi corazón latía a mil por segundo. Y me estaba ganando la euforia. Sasha venia trotando a nuestro lado y aunque sabíamos que teníamos tiempo de sobra, me parecía que no avanzábamos nada, aparte nuestros padres venían hablando muy tranquilos a nuestras espaldas.Me desesperaba su quietud, como si no estuviera pasando algo importante a la cual ir a la brevedad. El estómago lo traía hecho nudos, y estaba seguro que mi sonrisa era la de un loco, llegaríamos justo a tiempo para impedir esa boda y hasta para celebrar que iba a ser padre, junto a mi chica soñada. Jen se alegraría de verme, de eso no cabía duda.–Ya pueden ir a la sala chicos, las maletas ya están en el avión – Era algo que ya sabíamos.Por alguna razón sentía que eso nos habia ahor
Jacob SmirnoffMiamiMis hermanos, mis padres y yo, una vez que estuvimos listos nos fuimos en uno de nuestros yates, a impedir la boda de Jen. Mientras surcábamos el mar, yo sólo tenía una idea en mi mente y pedía a Dios y a toda la corte celestial que llegáramos a tiempo antes de que ese matrimonio se realizara, no quería perder a Jen ni a mi bebé y mi única esperanza dependía de que llegáramos a tiempo para impedir esa boda.Mi papá con todo y que no quería hablar de buen modo conmigo, iba conduciendo el yate a toda velocidad, mientras que mi madre me daba todo su amor y su apoyo. Era lo que necesitaba en estos momentos, solo ella se podía poner en mis zapatos.–Jacob, ya hijo por favor, quita esa fea cara que traes – A mi madre no le gustaba que yo fuera tan fatalista – Vamos con buen tiempo y si todo sale bien, hoy vas a recuperar a la mujer que amas.–Eso espero mamá, ¿No podemos ir más rápido? – Le pedí en medio de mi desesperación – Siento que no alcanzaremos a impedir esa bod
Jacob SmirnoffMiamiNo podíamos hacer nada, papá ya habia tomado esa decisión y me supuse que ya lo venía planeando desde mucho antes, creo que desde que salimos de New York, no dejaría que nuestra hermana fuera con nosotros.–Pero papá – Lloró Sasha – Tengo que estar con Jake, para apoyarlo.–Tú te callas Sasha y te quedas aquí conmigo en el yate – La regaño papá – No me hagas que me ponga peor.–Vayan, Boggi y Jake con cuidado – Nos animó Sasha – Aquí los estaré esperando y que todo salga bien.–Gracias hermana – Le respondimos ambos.Nos fuimos con esas amables personas y fue todo justo a tiempo, vimos cuando mi madre llegó a una carpa que estaba montada en la playa desde lejos alcanzamos a escuchar lo que llegó a decir. Todos se habían detenido en cuanto empezó a hablar.–Buenas tardes a todos, señores y señoras, me presento soy Ekaterina Smirnoff y vengo a impedir que se realice este matrimonio – Mi madre habló fuerte y claro.Me quería levantar y correr a impedir yo mismo la bo