Jacob SmirnoffNew York–Lo dijo porque se siente traicionada primo – Dijo mi prima Jane – Es que no estás para saberlo, pero Dulce lleva toda la vida enamorada de Emiliano y ahora por lo que dices, todo parece indicar que él se ha echado la culpa por ayudarle a Jen, pero si ese hijo de verdad es tuyo, tienes que volver lo antes posible a Miami o será demasiado tarde.Eso no tenía que decírmelo, ya me habia tardado, pero por algo sucedían las cosas, sino hubiera tenido todos esos malestares hasta yo estuviera dudando, pero afortunadamente la naturaleza es sabia y muy claramente me puso en sintonía con mi amada y nuestro bebé. Ahora solo faltaba que esa boda se impidiera a como diera lugar y yo por acá tan lejos no lo podía hacer. Alguien tenía que intervenir cuanto antes.–No por favor, no puedo perder a Jen. – Dije angustiado. – Prima, ve y dile que me espere que no se case con Emiliano, que la amo y que quiero ser yo quién se case con ella para que formemos una familia juntos – Le r
Jacob SmirnoffNew York–Mamá, te voy a resumir lo que está pasando con Jen, porque si me pongo a contarte todo, no terminaré nunca y debemos regresar a Miami – Dije llorando – Prométeme que me ayudarás está vez con papá.–Te lo prometo hijo, pero por favor dime ¿Qué está pasando Jacob? – Pidió mi mamá – Por favor.–Mamá, es que Jen y yo antes de que me trajeran aquí a la fuerza, tuvimos relaciones sin cuidarnos, era su primera vez de ella, llevábamos muy poco tiempo saliendo, pero yo, sentí amarla desde que la conocí y sé que a ella le pasó lo mismo – Suspiré hondo – Mi tía Kristen y mi prima Jane, me acaban de decir que Jen está embarazada y que sus padres, la piensan casar mañana con su mejor amigo y yo tengo que impedir esa boda.Mi madre se me quedó viendo, de esa manera tan suya que me conocía tan bien, estaba enojada, sus ojos me lo decían, no tenía necesidad de que me lo dijera, me esperaba un gran reprimenda, y de seguro que me la merecía.–Jacob, lo primero que te hemos incu
Jacob SmirnoffNew York–Siempre voy a estar de tu lado hermano, no importa lo que diga papá, un hijo tuyo, siempre será bienvenido a la familia.No sabía bien que habían hablado mis padres, pero por lo que me decía Boggi, papá no estaba de acuerdo con lo mío con Jen y mucho menos que fuera a tener un bebé. Pero eso ya no era su problema ellos pasarían a ser mi responsabilidad. Porque íbamos a ser una familia, iba a tener mi propia familia.–Te lo agradezco, sé que se me viene una gran regañada y ahora por parte de papá – Le dije y creo que no era necesario que lo dijera.Él asintió con un movimiento de cabeza, nuestro padre tenía ideas obsoletas en la cabeza de con quien se podía tener una relación y con quien no, cuando lo que aquí lo que mandaba era el corazón, no su lógica de épocas pasadas. Eso que se lo dejara a la gente que no tenía aspiraciones y se conformaban con lo que los otros le solucionaran.–Mamá, está ahora hablando con los médicos, esperemos que esto se arregle rápid
Jacob SmirnoffNew YorkTal vez eso fue producto de mi imaginación, pero lo habia sentido como si hubiera pasado en eso momentos, la extrañaba tanto y tal vez por eso la traje con el pensamiento a mi situación actual–Sí que estas clavado. – Me dijo Boggi.Eso sería decir poco, pues me había enfermado a consecuencia del alejamiento forzado, no le veía otra razón,–Hasta las chanclas. – Dije a mis hermanos.Nos reímos, creo que este viaje quedaría grabado en las memorias de todos, tanto estrés desde antes de que lo iniciáramos y ahora estábamos aquí en la habitación de un hospital riéndonos de mi enamoramiento. Nuestros padres entraron a la habitación y la cara de papá no auguraba nada bueno, pero mamá me veía con bastante optimismo. Solo esperaba que me dijeran noticias buenas.–Hijo, tenemos dos noticias que decirte, una buena y una mala. – Dijo mamá.Ay no, esto no se escuchaba muy bien que digamos, siempre había peros cuando decían una buena y una mala, así que la buena dependía de
Jen SaldañaMiamiEse día cuando mi madre nos fue a anunciar a la clínica veterinaria a Emiliano y a mí sus planes de casarnos, yo me sentí mal. Yo no me quería casar con mi mejor amigo y menos en esas condiciones, no quería arruinarle su vida, ya bastante había hecho arruinando la mía. Esa noche, me fui a dormir a casa de mis padres porque mi mamá estaba necia con sus supersticiones esas que el novio no podía ver a la novia antes de la boda. Así que me fui a mi recámara, en cuanto llegué de la clínica.En mi casa reinaba un ambiente hostil, porque mi papá no me hablaba, mi mamá apenas lo hacía y su trato era frío y hasta desconsiderado, eso me hacía sentirme una extraña en mi propia casa y lo peor de todo era que el verdadero padre de mi bebé, seguramente andaría ya viajando por todo el mundo embarazando a otras tontas como yo. Mi vida era un asco. Solo me mantenía en pie, el ser que crecía cada día en mi interior.Me recosté en la cama con la intensión de ya dormir y estaba cerrando
Jen SaldañaMiamiSabía que Luz Mary, tenía razón y ella por algo siempre dudaba que yo, tuviera algo con Jacob, mi vida siempre ha sido simple y predecible y ella por algo siempre tuvo sus dudas. Pero ya era tarde para echarme para atrás y no podía simplemente huir, tenía aquí mi trabajo y sabía que aunque me casara con Emiliano, él y yo veríamos la forma de arreglar las cosas como siempre lo hacíamos. Por eso no habia que remover ya nada.–Sí Luz Mary, siempre tuviste razón en lo de Jacob. Por algo nadie nunca lo había visto, porque antes de que yo lo contratara para que me acompañara a la boda de Liam, no tenía ni perro que me ladrara. Bien decías tú, ¿A qué hora tendría tiempo para un novio, yo?Sus razonamientos nunca se los discutí, pero no le podía decir abiertamente que estaba metida hasta el cuello en todo eso. Ella sabía perfectamente que mi vida era tan vacía que ni en mis sueños más locos podía conseguir a alguien como Jacob.–Nunca quise hacerte sentir mal Jen, pero es qu
Jen SaldañaMiamiBastante habían hecho por mí al dejar que viviera con ellos hasta ahora, desde que habia puesto la clínica, lo mejor hubiera sido que buscara algo cerca de esta, que era lo que se me había metido en la cabeza cuando ocurrió, pero me dejé convencer de mi mamá, pues estaba segura que mi papá no me dejaría mudar sola. Porque una señorita de casa, no debía permanecer fuera de la vigilancia de sus padres.–Jen, lamento mucho lo que ha pasado entre Dulce y tú – Dijo mi madre – Chayo me ha contado que ella, no puede creer la traición que le hiciste a tu prima y honestamente hija, yo tampoco, eso no son comportamiento de una chica decente.Lo decía como si Dulce y Emiliano hubieran sido novios y que yo me metí entre ellos, tampoco era para que se pusieran a hablar a mis espaldas, mi tía era muy dramática y mi mamá que le seguía las aguas, no me imaginaba que tanto habrán dicho de mí esas dos. Sí así se expresaban de alguien de la familia, no me quería imaginar que dirían de
Jen SaldañaMiami Mi cuñada se dio cuenta a través del espejo que estaba a punto de romper en llanto, yo me quería aguantar y que pasara rápido este sentimiento de impotencia de no saber que hacer. Porque estaba lista para casarme pero no con el hombre indicado, no con el padre de mi hijo. En mala hora vine a hacer esa locura de contratar a Jacob.– ¿Te gusta, como quedaste, Jen? Si no te gusta, te puedo cambiar la peineta. He traído más broches. – se apresuró a decirme Luz Mary.Lo bueno era que lo atribuía a el peinado y no a mi duelo interno entre casarme o no, por lo que ella me habia dicho. El peinado estaba divino, era más bonito de los que habia visto que realizaban en los salones de belleza. Me reí porque ella decía que no era una experta en la materia, si se decidía por poner un negocio haría que cerraran los demás de la calle.–No, Luz Mary. Me ha encantado, muchas gracias, además ya debemos de irnos. La boda es en media hora y no quiero que mis padres, ahora también reclam