Jen SaldañaMiamiEsa noche que Jacob me abandonó a mi suerte en la playa, llamé a Dulce para que me fuera a encontrar a la playa. No quería volver a mi casa y menos estando ahí mi hermano Ethan y Luz Mary pues ella enseguida diría que lo de Jacob no es real y aunque sé que tenía que enfrentarlo, en estos momentos no me apetecía hacerlo. Debía calmar mi dolor, que era más inmenso que el océano que estaba al frente mío.–Dulce, prima – Apenas pude nombrarla – Dime por favor, que mi tío está mejor y que puedes salir un rato.Necesitaba hablar con alguien de esto, debía sacar todo lo que me estaba haciendo daño. De lo contrario se iba a quedar grabada en mi pecho, como una herida abierta difícil de cerrar. Así que tendría que venir para que ella me diera un consejo.–Jen, ¿Pero qué pasa? Estas llorando prima ¿Te hizo algo ese idiota de Jacob?–Prima ven – Rompí en llanto – Estoy cerca de la clínica pero en la playa. Aquí te espero en uno de los reservados.–Voy para allá y no te preocupe
Jen SaldañaMiamiDulce seguía insistiendo con Jacob entre llamadas, mensajes y nada. Todo era como lo pensaba, ya tuvo lo que quiso y se divirtió burlándose de mí y haciéndome suya sin importarle mis sentimientos en absoluto. Pero yo era la única culpable y en esos momentos tan horribles no sabía si odiaba a Jacob o me odiaba a mí por no aceptar mejor mi realidad como Dulce y decir que estoy sola.–No sé qué haya pasado con Jacob prima, no me coge la llamada ni contesta los mensajes. Pero algo sí te digo Jen, aquí no te dejaré sola.Me levante de la cama del reservado y miré en varias direcciones, me tenía que alejar de aquí, no iría a mi casa por nada del mundo. Además si mi papá estaba otra vez tomando y me veía así, saldría a buscar a Jacob, quien sabe a dónde, porque ni siquiera sabía su verdadera dirección.–Pues no sé qué pienses hacer que yo a la casa no vuelvo – Dije muy segura y me alejé por la playa de Dulce – No quiero ir y decir que sigo siendo la quedada y que fui la bur
Jacob García.MiamiMe encontraba entre la espada y la pared, sin poder solucionar nada, mis tíos eran mi salvación, pero habían huido de la escena. Ahora sí que habían cumplido con llevarme a casa dejándome a mi suerte. No los culpaba bien que se han debido de sentir culpables por lo de la farsa y más porque se quedaron todo un día celebrando.Deseaba que subiera mi hermano Boggi, él le podría hacer una llamada a nuestra tía, ella le podía pasar el contacto de Jen y problema solucionado, a mi regreso pasaría a darle una explicación. Esperé unos minutos y mi hermano no apareció. Terminé de arreglar la maleta que ya habia empezado a acomodar mi mamá, tenía todo lo de aseo personal y algunos pantalones de vestir con su respectivos sacos, todo en tonos claros.Cuando bajé con mi maleta en mano, ya toda la familia me estaba esperando, Tenía la esperanza de que mi papá me regresara el celular, pero no lo hizo, simplemente le mandó al mayordomo a que se llevara mi maleta. Lo más probable es
Jacob García.MiamiNo nos merecíamos esto, estábamos comenzando algo hermoso y por culpa de un descuido se me habia escapado la oportunidad de que concretáramos antes de que me lo impidieran. Jen no podía pagar las consecuencias de mis actos.–Así es hijo, tu padre tiene razón, debes madurar. No todo en la vida es irse de fiesta y beber, eso ya déjaselo a los chicos que no han pensado más allá del término de la universidad.–Tienes razón madre, me portaré como un adulto, soy responsable de esto y así lo tomaré.Dije para que se calmaran las aguas, mis hermanos estuvieron todo el tiempo callados, yo debía ser el ejemplo para ellos y delante de mis padres era el sucesor de todo el imperio Smirnoff, así que asumiría la responsabilidad que me correspondía. Llevaría todo lo que concernía al desarrollo del proyecto y si era necesario les rogaría porque me dieran chance de hacer una llamada, casi como si estuviera en prisión.Por eso en la primera oportunidad le llamaría a mi prima Jane, pa
Jacob García.Miami–Eso explica todo Jacob, por eso estás así tan triste pero deberías de hablar con nuestros padres y contarles lo que te pasa y quizás te dejen hacer una llamada mínimo para explicarle a tú chica el motivo de que no llegaras a la cita.Era inútil, sobre eso ya no habia solución, solo lo de dejarle un recado a Christoph, porque con la tía Kristen lo veía imposible, mis padres no la dejarían que interviniera.–No Sasha, todo es más complicado de lo que parece. – Dije resignado. – Nuestra madre seguramente estará feliz pero nuestro padre no, él quiere a una chica de sociedad para mí y mi chica es hermosa pero no es de ese tipo de chica que debe ser la esposa de un Smirnoff.Cuántos no estaríamos en la misma situación con sus prácticas ancestrales, pues las familias seguían esa forma de organización entre ellos mismos, por lograr una escala más en los negocios, pero era absurda y retrograda esa clase de negociaciones, como si nuestros sentimientos no valieran para ellos
Jen SaldañaMiamiAl día siguiente, al despertar en la casa de Emiliano imploraba al cielo que todo fuera un mal sueño y que ahí afuera me estuviera esperando mi Jacob, era lo que más hubiera deseado yo, pero desafortunadamente no fue así. Me levanté de la cama de Emiliano y me fui a mojar el cabello y a arreglarme un poco, los ojos los traía rojos y un poco hinchados, salí del baño, pues teníamos que ir a la veterinaria.El no sé dónde estaba que no estaba en su habitación, habia dormido en el sillón que estaba al lado de la cama, pero ya tenía todas las cosas que habia utilizado acomodadas, me senté un rato, hasta que a los pocos minutos, escuché movimiento y vi que llegaba con algo en las manos.–Hola Jen, veo que ya estás despierta y espero te encuentres mejor que ayer – Me dio una bolsa con ropa – Esto te lo ha mandado Dulce, para que te cambies.Mi prima se las ingeniaba para hacer las cosas, no sé qué les habrá dicho a mis papás, pues según les diría algo de una emergencia en l
Jen SaldañaMiamiEmiliano salió de su recámara y yo me cambié mi ropa por la que Dulce me había enviado y ya que estuve lista y medio peinada, bajé para reunirme con mi amigo que a pesar de sus bromas y sus tonterías siempre estaba para ayudarme así como yo siempre lo estaba para él.–Listo Emiliano, ya nos podemos ir – Abrí la puerta de su casa – Debemos ir a recoger un poco la clínica.–Sí vamos Jen, estaba pensando si llamar a un amigo o no, es que no sé cómo andemos en citas de estética hoy y quiere llevar a su perro.No podíamos aceptar citas a última hora, debíamos checar la agenda de la estética, por eso esa parte la mantenía Dulce.–Mejor no hagas conjeturas y esperemos a que lleguemos a la clínica, tenemos que ver a Dulce ella es la que sabe cuántas citas de estética canina hay para hoy.No debíamos cargar la mano con eso, entre todos hacíamos el trabajo, pero Dulce era la que llevaba la voz cantante, los tiempos del aseo de los pacientes era medido, así que esperaba que no
Jen SaldañaMiami–Hola Jen, qué bueno que Emiliano y tú están desde más temprano hoy – Agradecía Luz Mary – Es que tengo un problema gigantesco.Luz Mary, se separó del abrazo y sus lágrimas estaban bajando por sus mejillas, no quería que me contagiara más la depre que traía. Burbuja iba a estar bien, se lo podía asegurar.–Hola Luz Mary, ya me ha dicho Emiliano ¿Qué tiene Burbuja? Y ¿Dónde está para revisarla?–No es Burbuja, Jen pero si necesito que me revisen a mi sobrino Maximiliano el rey de la casa de mi hermano.Era un canino precioso y muy obediente, ya me habia tocado atenderlo antes para una revisión de rutina, pero mi cuñada estaba desconsolada.–Ya lo recuerdo, ¿Max el rey, el perro ese bonito, el bóxer? – Le hice saber que sabía de quién se trataba – Claro que lo podemos revisar, ve por él.–Jen, ya está aquí dentro. Lo he metido un momento en el otro consultorio en el que tenemos vació, le decía a Luz Mary que ahorita lo revisaríamos.Tomé una libreta que destinaba para