Jacob GarcíaMiamiMe estaba acostumbrando a inventar tantas mentiras, para que Jen no se preocupara por lo del dinero, no quería que fuera a interrogar a Dulce y saliera a flote lo que se habia invertido.–Entonces no hay problema, al ver todos los adornos pensé que se habia gastado un dineral – Dijo continuando con el siguiente postre que se habia servido. – Pero sé que mi prima busca las mejores ofertas y regatea como no tienes idea, ella sale más beneficiada que los vendedores.–Me imagino que sí.Vi que terminó el postre y se limpió la boca, estaba tan sonrojada, como una manzana lista para ser devorada, me encantaba cuando no estaba nerviosa por cualquier cosa que pensaba que podía pasar o que estaba pasando.–Ya terminé, nos podemos ir, Jacob, creo que si no me paro de aquí continuaré comiendo. – Sonrió.Claro la noche tan intensa que pasamos estaba pasando factura, yo también habia despertado con hambre, pero no precisamente de comida, aunque si mi estómago me habia pedido a g
Jen SaldañaMiamiEra increíble como Jacob se estaba burlando de lo de mi tío Porfirio, una razón más para no confiar en él, definitivamente no se merecía una oportunidad, me dije a mi misma. Ni siquiera se contenía de estarse riendo ni cuando él mismo había visto venir a la pobre de mi prima bien preocupada por mí tío. La consoló pero me doy cuenta que fue por puro compromiso y no porque lo sintiera de verdad.–Ya Jen, no te enojes es una broma – Me quiso relajar – Es que lo que dice tú mamá debió ser muy gracioso.Lo dice de nuevo aun viendo lo enojada que me encontraba, era de verdad una falta de respeto hacia una persona que se encontraba en estado lamentable, que se podía incluso morir. No lo encontraba de ningún modo adecuado. Lo miré con disgusto, ni siguiera quería que estuviera al lado mío.–Lo fue Jacob – Lo secundó mi mamá – Imagínate Jacob, a dos viejos medios gordos en paños menores metiéndose bien borrachos al mar sintiéndose los guardianes de la bahía.De veras que no s
Jen SaldañaMiami–Ya Jacob, vamos a casa de mi tío Porfirio que puede estarse muriendo y a ti no te importa en lo más mínimo.–Mi tío ya debe estarse haciendo cargo Jen. No tomes todo tan a pecho.Claro como él no era el que estaba preocupado, era muy fácil decirlo, ¿acaso no sabía todo lo que conllevaba tener una congestión alcohólica? es un daño severo de intoxicación, creo que será necesario que le coloquen un suero intravenoso.–Cállate ya y camina o vete, que ya me da igual. – Ya no aguantaba tanta falta de respeto de su parte.Estaba enojada y no sólo con Jacob sino conmigo misma por orquestar toda esta farsa que de nada iba a servir, tarde o temprano se sabría la verdad que yo estoy sola. Y por lo que veo así seguiré, no se puede confiar en nadie. Cuando estábamos ya por llegar a casa de mi tío Porfirio alguien llamó a Jacob por el celular, contestó, yo seguí caminando, me alcanzó y luego en el camino nos cruzamos con el tío de Jacob.–Doctor ¿Cómo está mi tío? –Yo estaba muy
Jacob García.MiamiNos subimos al auto y de inmediato comenzaron los sermones, los estaba esperando por cómo me miraba mi tía desde el espejo retrovisor. Con esos ojos tan parecidos a los de mi papa. No por nada eran hermanos mellizos.–No es posible que no le hayas respondido ni las llamadas, ni los mensajes a tus padres. – Comenzó por decir.–Lo tenía sin pila, tía. – Era una buenas excusa pensaba yo, así que se lo enseñé. – No era mi intensión.–Ese no es motivo para no conectarlo durante todo el día, no quise decir nada delante de los señores, tus suegros.–Son unas buenas personas, Jacob, siento que tienen que aclarar esto ustedes dos. – Dijo mi tío.–Tiene razón.Me quedé pensando en que los señores no tenían la culpa de nuestro enredo y que si ella y yo lo hacíamos verdadero, nadie tenía por qué sufrir, lo otro era presentarles a mis verdaderos padres, ese si sería una falta total, les mentí descaradamente y de seguro no me iban a perdonar tan fácilmente.–Jacob, tenemos que l
Jen SaldañaMiamiEsa noche que Jacob me abandonó a mi suerte en la playa, llamé a Dulce para que me fuera a encontrar a la playa. No quería volver a mi casa y menos estando ahí mi hermano Ethan y Luz Mary pues ella enseguida diría que lo de Jacob no es real y aunque sé que tenía que enfrentarlo, en estos momentos no me apetecía hacerlo. Debía calmar mi dolor, que era más inmenso que el océano que estaba al frente mío.–Dulce, prima – Apenas pude nombrarla – Dime por favor, que mi tío está mejor y que puedes salir un rato.Necesitaba hablar con alguien de esto, debía sacar todo lo que me estaba haciendo daño. De lo contrario se iba a quedar grabada en mi pecho, como una herida abierta difícil de cerrar. Así que tendría que venir para que ella me diera un consejo.–Jen, ¿Pero qué pasa? Estas llorando prima ¿Te hizo algo ese idiota de Jacob?–Prima ven – Rompí en llanto – Estoy cerca de la clínica pero en la playa. Aquí te espero en uno de los reservados.–Voy para allá y no te preocupe
Jen SaldañaMiamiDulce seguía insistiendo con Jacob entre llamadas, mensajes y nada. Todo era como lo pensaba, ya tuvo lo que quiso y se divirtió burlándose de mí y haciéndome suya sin importarle mis sentimientos en absoluto. Pero yo era la única culpable y en esos momentos tan horribles no sabía si odiaba a Jacob o me odiaba a mí por no aceptar mejor mi realidad como Dulce y decir que estoy sola.–No sé qué haya pasado con Jacob prima, no me coge la llamada ni contesta los mensajes. Pero algo sí te digo Jen, aquí no te dejaré sola.Me levante de la cama del reservado y miré en varias direcciones, me tenía que alejar de aquí, no iría a mi casa por nada del mundo. Además si mi papá estaba otra vez tomando y me veía así, saldría a buscar a Jacob, quien sabe a dónde, porque ni siquiera sabía su verdadera dirección.–Pues no sé qué pienses hacer que yo a la casa no vuelvo – Dije muy segura y me alejé por la playa de Dulce – No quiero ir y decir que sigo siendo la quedada y que fui la bur
Jacob García.MiamiMe encontraba entre la espada y la pared, sin poder solucionar nada, mis tíos eran mi salvación, pero habían huido de la escena. Ahora sí que habían cumplido con llevarme a casa dejándome a mi suerte. No los culpaba bien que se han debido de sentir culpables por lo de la farsa y más porque se quedaron todo un día celebrando.Deseaba que subiera mi hermano Boggi, él le podría hacer una llamada a nuestra tía, ella le podía pasar el contacto de Jen y problema solucionado, a mi regreso pasaría a darle una explicación. Esperé unos minutos y mi hermano no apareció. Terminé de arreglar la maleta que ya habia empezado a acomodar mi mamá, tenía todo lo de aseo personal y algunos pantalones de vestir con su respectivos sacos, todo en tonos claros.Cuando bajé con mi maleta en mano, ya toda la familia me estaba esperando, Tenía la esperanza de que mi papá me regresara el celular, pero no lo hizo, simplemente le mandó al mayordomo a que se llevara mi maleta. Lo más probable es
Jacob García.MiamiNo nos merecíamos esto, estábamos comenzando algo hermoso y por culpa de un descuido se me habia escapado la oportunidad de que concretáramos antes de que me lo impidieran. Jen no podía pagar las consecuencias de mis actos.–Así es hijo, tu padre tiene razón, debes madurar. No todo en la vida es irse de fiesta y beber, eso ya déjaselo a los chicos que no han pensado más allá del término de la universidad.–Tienes razón madre, me portaré como un adulto, soy responsable de esto y así lo tomaré.Dije para que se calmaran las aguas, mis hermanos estuvieron todo el tiempo callados, yo debía ser el ejemplo para ellos y delante de mis padres era el sucesor de todo el imperio Smirnoff, así que asumiría la responsabilidad que me correspondía. Llevaría todo lo que concernía al desarrollo del proyecto y si era necesario les rogaría porque me dieran chance de hacer una llamada, casi como si estuviera en prisión.Por eso en la primera oportunidad le llamaría a mi prima Jane, pa