Jen SaldañaMiamiDespués de las felicitaciones por parte de todos mis familiares y asistentes a nuestra fiesta del compromiso y por supuesto de Dulce y de Emiliano seguimos un buen rato en la celebración, dónde había de todo a Dulce no se le había escapado nada y mis sobrinos los hijos de Luz Mary y Ethan mi hermano andaban en un inflable que llevaron dándose vuelo jugando.Mi madre junto con Kristen y mi tía Consuelo, la mamá de Dulce, estaban preparando margaritas en la cocina y mi padre, el “papá de Jacob” y mi tío Porfirio se estaban dando vuelo poniéndose la borrachera del siglo. Emiliano, Dulce, Jacob y yo estábamos en la mesa platicando y tomando refresco pues ni a Dulce ni a mí, nos dejaban tomar mucho alcohol nuestros padres.–Muchas gracias por la noche de hoy Dulce, todo ha salido hermoso, no sabía que tenías esas dotes de decoradora profesional – Le dijo Jacob – Creo que deberías de considerar el trabajar como organizadora de eventos.–Muchas gracias Jacob, que bueno que
Jen SaldañaMiamiExactamente no tenía más nada que aclarar, cuando nos quedábamos a cuidar a algún paciente era casi imposible pegar el ojo, porque debíamos estar vigilándolos las 24 horas. Aunque descansáramos cada tanto cubriéndonos unos a los otros.–Sí, es justo por eso.En ese momento me levanté y me fui caminando cuando vi acercarse a Jacob a fin de retirarnos, me urgía irme a dormir un rato.–Nos vemos Luz Mary – Le dijo Jacob – Jen y yo nos vamos a descansar.–Nos vemos Jacob, muchas felicidades por su compromiso.–Gracias.Nos retiramos Jacob y yo caminando para tomar un taxi, él no traía medio de transporte ya que había llegado con sus “padres“ a la fiesta de nuestro compromiso. Subimos en un taxi y Jacob me atrajo a sus brazos de inmediato, haciendo que me relajara por completo.–Jen hermosa ¿Vamos a dónde nos hizo la reserva Dulce? – Me preguntó como el caballero que es – Por favor, quisiera estar un rato a solas contigo.–Yo también quiero estar un rato contigo Jacob, pa
Jacob GarcíaMiamiLo volvimos a hacer, luego de que la despertara a besos y caricias en medio de la madrugada, sentía que no estaba satisfecho, necesitaba mucho más de ella. Me puse el preservativo. Era adicto a su piel, a su olor, a su sabor, la miraba y quería que esa imagen permaneciera en mi mente por siempre. La toqué la acaricié y la hice llegar a dos orgasmos impresionantes, estaba rendido. Pero quería seguir. –Jacob.Me llamó y estaba con los ojos cerrados pero me acariciaba el pecho y el brazo, su tacto me enloquecía, estaba tentado a despertarla por completo y volver a hacerla mía. Jen era dinamita en la cama y me gustaba que conmigo estaba aprendiendo el arte de amar.–Dime mi amor.–Me gustas mucho, en serio, eres adorable. – Ya no dijo nada más.No eran las palabras que me hubieran gustado escuchar, pero ya íbamos un paso adelante, yo le diría ahora mismo que la amaba, más ella insistía que era mentira, pues lo nuestro comenzó haciéndole un favor, pero yo la empecé a am
Jacob GarcíaMiamiMe estaba acostumbrando a inventar tantas mentiras, para que Jen no se preocupara por lo del dinero, no quería que fuera a interrogar a Dulce y saliera a flote lo que se habia invertido.–Entonces no hay problema, al ver todos los adornos pensé que se habia gastado un dineral – Dijo continuando con el siguiente postre que se habia servido. – Pero sé que mi prima busca las mejores ofertas y regatea como no tienes idea, ella sale más beneficiada que los vendedores.–Me imagino que sí.Vi que terminó el postre y se limpió la boca, estaba tan sonrojada, como una manzana lista para ser devorada, me encantaba cuando no estaba nerviosa por cualquier cosa que pensaba que podía pasar o que estaba pasando.–Ya terminé, nos podemos ir, Jacob, creo que si no me paro de aquí continuaré comiendo. – Sonrió.Claro la noche tan intensa que pasamos estaba pasando factura, yo también habia despertado con hambre, pero no precisamente de comida, aunque si mi estómago me habia pedido a g
Jen SaldañaMiamiEra increíble como Jacob se estaba burlando de lo de mi tío Porfirio, una razón más para no confiar en él, definitivamente no se merecía una oportunidad, me dije a mi misma. Ni siquiera se contenía de estarse riendo ni cuando él mismo había visto venir a la pobre de mi prima bien preocupada por mí tío. La consoló pero me doy cuenta que fue por puro compromiso y no porque lo sintiera de verdad.–Ya Jen, no te enojes es una broma – Me quiso relajar – Es que lo que dice tú mamá debió ser muy gracioso.Lo dice de nuevo aun viendo lo enojada que me encontraba, era de verdad una falta de respeto hacia una persona que se encontraba en estado lamentable, que se podía incluso morir. No lo encontraba de ningún modo adecuado. Lo miré con disgusto, ni siguiera quería que estuviera al lado mío.–Lo fue Jacob – Lo secundó mi mamá – Imagínate Jacob, a dos viejos medios gordos en paños menores metiéndose bien borrachos al mar sintiéndose los guardianes de la bahía.De veras que no s
Jen SaldañaMiami–Ya Jacob, vamos a casa de mi tío Porfirio que puede estarse muriendo y a ti no te importa en lo más mínimo.–Mi tío ya debe estarse haciendo cargo Jen. No tomes todo tan a pecho.Claro como él no era el que estaba preocupado, era muy fácil decirlo, ¿acaso no sabía todo lo que conllevaba tener una congestión alcohólica? es un daño severo de intoxicación, creo que será necesario que le coloquen un suero intravenoso.–Cállate ya y camina o vete, que ya me da igual. – Ya no aguantaba tanta falta de respeto de su parte.Estaba enojada y no sólo con Jacob sino conmigo misma por orquestar toda esta farsa que de nada iba a servir, tarde o temprano se sabría la verdad que yo estoy sola. Y por lo que veo así seguiré, no se puede confiar en nadie. Cuando estábamos ya por llegar a casa de mi tío Porfirio alguien llamó a Jacob por el celular, contestó, yo seguí caminando, me alcanzó y luego en el camino nos cruzamos con el tío de Jacob.–Doctor ¿Cómo está mi tío? –Yo estaba muy
Jacob García.MiamiNos subimos al auto y de inmediato comenzaron los sermones, los estaba esperando por cómo me miraba mi tía desde el espejo retrovisor. Con esos ojos tan parecidos a los de mi papa. No por nada eran hermanos mellizos.–No es posible que no le hayas respondido ni las llamadas, ni los mensajes a tus padres. – Comenzó por decir.–Lo tenía sin pila, tía. – Era una buenas excusa pensaba yo, así que se lo enseñé. – No era mi intensión.–Ese no es motivo para no conectarlo durante todo el día, no quise decir nada delante de los señores, tus suegros.–Son unas buenas personas, Jacob, siento que tienen que aclarar esto ustedes dos. – Dijo mi tío.–Tiene razón.Me quedé pensando en que los señores no tenían la culpa de nuestro enredo y que si ella y yo lo hacíamos verdadero, nadie tenía por qué sufrir, lo otro era presentarles a mis verdaderos padres, ese si sería una falta total, les mentí descaradamente y de seguro no me iban a perdonar tan fácilmente.–Jacob, tenemos que l
Jen SaldañaMiamiEsa noche que Jacob me abandonó a mi suerte en la playa, llamé a Dulce para que me fuera a encontrar a la playa. No quería volver a mi casa y menos estando ahí mi hermano Ethan y Luz Mary pues ella enseguida diría que lo de Jacob no es real y aunque sé que tenía que enfrentarlo, en estos momentos no me apetecía hacerlo. Debía calmar mi dolor, que era más inmenso que el océano que estaba al frente mío.–Dulce, prima – Apenas pude nombrarla – Dime por favor, que mi tío está mejor y que puedes salir un rato.Necesitaba hablar con alguien de esto, debía sacar todo lo que me estaba haciendo daño. De lo contrario se iba a quedar grabada en mi pecho, como una herida abierta difícil de cerrar. Así que tendría que venir para que ella me diera un consejo.–Jen, ¿Pero qué pasa? Estas llorando prima ¿Te hizo algo ese idiota de Jacob?–Prima ven – Rompí en llanto – Estoy cerca de la clínica pero en la playa. Aquí te espero en uno de los reservados.–Voy para allá y no te preocupe