CAPITULO ESPECIAL "RECUERDOS DE ANTAÑO" *Cuando Emireth Fue adoptada* Años Atrás...Narrador OmniscienteLa niña no tenía idea de lo que le esperaba, había pasado tanto tiempo en un orfanato que perdió la esperanza de que alguien se interesara por ella, siempre que personas iban al lugar para escoger algún niño soñaba con qué sería su turno; sin embargo pasó desilusiones una tras otra cuando estaba a la par de otra niña y a su vez esa niña al lado de otra hasta formar una fila; entonces llegaba una mujer con intenciones de darle un lugar a un niño y se fijaba en alguien que no era ella,.así que preferió no ilusionarse más con la idea de que tendría un lugar seguro. Tampoco había pasado la edad en la que solían adoptar a los niños, pero sentía que su turno nunca iba a llegar; una mañana el invierno azotaba en la ventana enorme del dormitorio que compartía con otras niñas en la misma condición que la suya. Era muy temprano aún y la nieve caía golpeteando el vidrio de la ventana lo cu
CAPITULO ESPECIAL "RECUERDOS DE ANTAÑO" *Cuando Emireth Fue adoptada* Años Atrás...Narrador OmniscienteLa niña no tenía idea de lo que le esperaba, había pasado tanto tiempo en un orfanato que perdió la esperanza de que alguien se interesara por ella, siempre que personas iban al lugar para escoger algún niño soñaba con qué sería su turno; sin embargo pasó desilusiones una tras otra cuando estaba a la par de otra niña y a su vez esa niña al lado de otra hasta formar una fila; entonces llegaba una mujer con intenciones de darle un lugar a un niño y se fijaba en alguien que no era ella,.así que preferió no ilusionarse más con la idea de que tendría un lugar seguro. Tampoco había pasado la edad en la que solían adoptar a los niños, pero sentía que su turno nunca iba a llegar; una mañana el invierno azotaba en la ventana enorme del dormitorio que compartía con otras niñas en la misma condición que la suya. Era muy temprano aún y la nieve caía golpeteando el vidrio de la ventana lo cu
—Lo voy a tener en cuenta, Camila. —Eso espero chiquita preciosa, ahora ve allá afuera con Mariana que está esperándote. —y le guiñó un ojo antes de bajarla de la camilla. Emireth correspondió y le regaló una sonrisita antes de irse lamiendo su paleta de fresa. Mariana chilló al verla y le dio un corto abrazo antes de retirarse dos pasos de ella y quedarse viendo la paleta, arrugó el ceño. —¿Sabes qué es lo único bueno de que te sucedan estas cosas? —expresó, un poco divertida a la vez. —No. —Es que siempre que uno se lastima, entonces Camila nos da un dulce —y se encogió de hombros. La aludida asintió con la cabeza comprendiendo a lo que se refería y le ofreció un poco de la suya, pero la niña en respuesta arrugó la nariz, y negó con la cabeza. —No, ya tú la has llenado completamente de tu saliva Así que no quiero pero gracias. ¿Podrás jugar? —Bueno... tú te lo pierdes. Y sí, claro que puedo jugar. Camila me dijo que tuviera cuidado con acercarme a las piedras porque podría
CAPITULO ESPECIAL "RECUERDOS DE ANTAÑO" *Cuando Emireth y Maximiliano sucumbieron a la pasión por primera vez*Al final las dos terminaron volviendo con los otros niños. El orfanato constaba de dos enormes edificios, uno dedicado para el cuidado de niños varones y otro para las niñas. De este modo no sé mezclaban salvo en el receso como sucedía ahora. Habían pequeñas de dos años y los más grandes ya cumplían trece años, incluso estaba una jovencita que alcanzó la edad de los quince años y seguía viviendo en el orfanato. Cada vez que venía una familia con la ferviente decisión de darle un hogar a uno de esos pequeños huérfanos y resultaba que ella no era la elegida, entonces se acordaba de Jessica la adolescente de quince años que seguía allí. Sinceramente le daba un poco de tristeza y temor llegar a esa edad y continuar ahí. Quería ser parte de una familia, era un sueño para ella y deseaba que de volviera realidad. Y a pesar de las desilusiones que había vivido, no perdía la espera
Además no sé atrevía a preguntarle a Luciana, algo le decía que hizo algo malo de lo que no se acordaba y ahora iban a regañarla por aquel hecho. Trató de tener oxígeno en sus pulmones y calmarse, quizás no todo era lo que ella creía y se estaba alarmando por una tontería. Al ingresar a la oficina con lo primero que se encontró además de la anciana ubicada en su silla frente al enorme escritorio, es que otros dos par de ojos se clavaron en ella de una forma que la hizo sentir extraña y también nerviosa. Era esa mujer con aquel abrigo enorme y extraño, también un hombre estaba presente, seguramente su marido. ***Narrado por EmirethLa gélida brisa de la noche no erizó mis vellos, lo hizo él. Sus largos dedos danzaron dulcemente sobre mi piel, despertando sensaciones que solo entonces supe que existían. La manera como lo hacía me gustaba, lo que provocaba en mí, eso, también me asustó. ¿Por qué de pronto hacía tanto calor? ¿Qué era ese hormigueo en mi vientre? No entendía lo que e
Entonces ya no había forma de que la reversa llegara para nosotros, habíamos entrado a ese túnel dónde solo dos personas sabrían recorrer su interior de una manera que no se explica y simplemente se siente dinamitas y como si volaras al cielo, aunque luego con el retorno de la cordura te caigas de golpe y te duela el impacto. Sus labios habían tomado los míos en un enredo que se fusionó de forma perfecta y ahora se movían suavemente en un baile que evocaba a un baile de dulce y sutil y no estaba preparada para siquiera el mínimo roce pero algo fuera de mí y desconocido me empujó a continuar con el acto y darle la correspondencia que de seguro buscaba de mi parte. Ya había aceptado la danza, no solo eso también tumbarme con él, a las telarañas de esas sensaciones que se desplazan por todo tu cuerpo y te elevan a lo más alto y te sacan de órbita y te hacen sentir que nada más importa solamente tú y esa persona que tienes al frente y te hace sentir de todo en tampoco y te lleva a conoce
Emireth no pudo evitar sentir la misma atracción de antes; verlo fornido y apuesto echó por la borda su intento de olvidarlo. Maximiliano estaba de regreso, después de tantos años, volvía a mirar esos ojos azules, un mar en calma, a veces embravecido que echó de menos. También su boca que en el pasado le robó el aliento y la cordura.Solo con recordarlo, se sonrojó hasta la médula. La luna, el lago, ellos y los besos…—Emi, creo que al menos merezco un abrazo —su voz grave y profunda, aunque excesivamente dulce, esfumó el silencio. Pero no pudo traerla de vuelta a la realidad.Él no es real, pensó consternada.Soñó tantas veces con su regreso que verlo allí le pareció otro de esos sueños. Tenía la mirada desorbitada y el cuerpo tenso como si hubiera visto un fantasma.Pero Maximiliano era real, lo supo en cuanto se acercó estrechándola entre sus brazos, cuando percibió su esencia magnética, esa extraña virilidad que la absorbió por completo. Él acarició su cabello, aspiró con ansias e
Verano…Solía ser nuestra estación favorita, porque las hojas de los árboles caían; disfrutábamos verlas alzarse en vuelo o sentirlas crujir bajo nuestros pies descalzos. Reíamos, vivíamos al máximo cada día, como si fuera el último. Quizás nos confundimos en el decurso que a veces pareció detenerse en esos momentos en los que tus ojos se fijaron en mis labios, yo sonreía nerviosa intentando descifrar tus intenciones; pero sólo llegaba tu dulce caricia a mi mejilla, tu voz que hacía de lo demás superfluo. El tiempo se convirtió en monotonía, lento y veloz con tu ausencia. Aún lloraba por las noches, durante el día; el transcurso era demasiado difícil sin ti. Pensé tirar la toalla, pero… ¿Cómo hacerlo, si después de todo tenía motivos para seguir?Era difícil verlo y escucharlo decir mamá, llamar papá a quien realmente era su abuelo, doloroso tenerlo cerca y no poder expresarle lo mucho que lo amo. Siempre que tenía la oportunidad lo traía a éste lugar, y sentados en el columpio lanz