*—Diego:Su noviazgo iba bien, sus clases en la universidad iban bien, su trabajo con su padre iba bastante bien. Todo estaba marchando bien, tanto que Diego se sentía un poco incómodo, porque sentía que algo iba a pasar.Con su noviazgo, todo volvía a ser como antes. Cada vez que tenía tiempo libre, Diego iba a visitar a Sienna como antes. De vez en cuando se veían en la noche cuando esta iba a cerrar la panadería, pasaban un rato de calidad como pareja, hablando o besándose antes de que Diego la dejara en casa. Otras veces almorzaban juntos y los días, cuando no podían verse, se la pasaban hablando por mensajes o llamadas.Tenían planes para su próxima cita, la cual sería el día de su cumpleaños dentro de dos semanas. Sienna había descubierto que su cumpleaños venía por ahí y que aprovecharán el momento para celebrarlo en pareja. Diego estaba emocionado por ello, puesto que era la primera vez que pasaba dicho día con alguien que no fuera sus amigos o su familia. Así que se imaginaba
*—Diego:Cansado, Diego cerró su portátil y lo colocó a un lado. Era algo que siempre hacía cuando su padre se enfadaba con él, pues temía que le diera por lanzar cosas y que tirara su portátil que le había costado su dinero. Lo había comprado con el dinero que ganó vendiendo su arte en internet y este era muy preciado para él.—No arruine la reunión y al final todo resultó como querías que fuera —respondió Diego con tranquilidad mientras lo miraba—. El cliente decidió comprar más de la cuenta y contrató servicios extras, ¿y dices que arruine la reunión por no responder una pregunta de la cual no tenía idea? —Diego movió la cabeza—. ¿Qué más querías que hiciera?—Quería que estuvieras al 100 en la reunión, pero eres tan idiota que ni siquiera un 10 de tu capacidad estaba en la misma —espetó su padre siendo bastante grosero con él.Era siempre lo mismo, la misma cantaleta de la mayoría de los días. Su padre se quejaba de que había arruinado cosas, de que no prestaba la atención necesar
*—Diego:Estaba perdido entre el dolor y el mareo que el golpe le provocó.Diego trató de enfocar su vista, pero el mareo estaba haciendo mella en él. Sin embargo, sintió como su padre lo movía y luego lo sentaba en uno de los sofás. La gran mano de su padre le acunó la mejilla afectada y Diego siseó de dolor. Estaba lastimado tanto por fuera como por dentro y maldijo en su mente.—Diego, yo… —lo escuchó hablar y Diego abrió los ojos para enfocarlos en su padre ante él, quien tenía una mirada preocupada y parecía que el haberlo golpeado le había afectado.Diego empujó su mano y se puso de pie. Aún se sentía mareado, pero no quería estar más tiempo en este lugar. Era increíble que su padre le golpeara por haberle dicho la verdad. Sí, quizás le faltó un poco al respeto al hacerlo, pero no había dicho ni una sola mentira. Lo que más le molestaba era que se viera ahora como si el golpearlo le rompió el corazón. Quizás era la primera vez que le ponía la mano encima, pero con sus palabras y
*—Diego:No tenía idea quien podía estar en su apartamento, pero estaba cansado como para levantarse, asi que se quedó allí en el mismo lugar. La puerta estaba abierta y podía ver quién se acercará a esta habitación. Sin embargo, no fue la figura de su madre la que apareció por esta, sino la de su novia.Sintió alivio, pero luego sintió vergüenza al ver la expresión de sorpresa de Sienna. Sin embargo, unos segundos después su novia cambió su expresión para verse aliviada de verlo. La vio acercarse, pero la misma no le habló ni se quejó sobre el desastre de su estudio, lo único que hizo fue sentarse en el suelo frente a él, sin importarle que este estuviera sucio de pintura acrílica.Diego hizo una mueca y luego miró hacia la mano de Sienna. Trajo consigo una bolsa de una farmacia. Seguramente Thiago se enteró de la pelea y fue el primero en avisarle a Sienna para que lo buscara. Siendo su novia, era obvio que sabía dónde podría estar. —Hace un poco de calor, ¿no? —escuchó que Sienna
*—Diego:Al ver que Sienna comenzaba a desnudarse, Diego sonrió ligeramente y se apartó para apreciarla.La miró atentamente, Sienna se quitó la camiseta que llevaba, dejándola caer al suelo y quedando en su sostén de color marrón. Diego se relamió los labios viendo cómo sus turgentes pechos bailaban mientras esta forcejeaba con el vaquero que llevaba. Se mordió los labios cuando se quitó el pantalón, dejándole ver la ropa interior que llevaba. Eran unas bragas negras y cómodas para su cuerpo y, aunque para otros hombres no era sexy, para Diego quien estaba loco por su novia, las encontró muy sensuales.Su novia le dio una mirada mientras se abrazaba a sí misma, tratando de ocultar su cuerpo de él. Entendía que estaba avergonzada por sus kilitos de más, pero habían establecido que a Diego no le importaba esto, que le encantaban sus rollitos y que incluso los encontraba sexy.—Sienna —la llamó tiernamente y su novia hizo una mueca, pero dejó sus brazos caer.Diego sonrió complacido y s
*—Diego:No podía dejarla ir.Diego la apretó entre sus brazos y escuchó como Sienna se quejaba. Aligeró su agarre mientras se separaba de ella para mirarla con una mueca.—Lo siento, yo… —se disculpó Diego.Sienna sonrió.—Está bien —murmuró Sienna y luego agarró a Diego por los hombros.Diego sonrió cuando esta lo empujó hacia un lado en la cama y su sonrisa se ensanchó más cuando esta se sentó sobre su pelvis. Aún no había vuelto a la fiesta, pero cuando Sienna se inclinó hacia él y comenzó a besarlo mientras acariciaba su pecho, Diego se dijo que no pasaría mucho tiempo antes de que volviera a la misma.Las manos de Sienna se movieron por su pecho y la vio contemplar los músculos, mirándolo como si fuera un monumento digno de admirar. Diego colocó los brazos detrás de la cabeza y disfrutó ser comido por la mirada de su novia. Le gustaba provocar esa admiración en esta y se dijo que tenía que trabajar más para que Sienna continuará comiéndoselo con la mirada.Sienna acarició sus pe
*—Diego:Sienna iba a irse y lo iba a dejar allí en Seasons.Había pasado una semana desde que Diego y Sienna hicieron el amor, y desde que se enteró de que el padre de Sienna aprobaba su viaje a Francia. Diego había tratado de mostrarse positivo, de no dejar que esto le afectara y tampoco que sus pensamientos se notaran en su rostro. En verdad lo había tratado con muchas fuerzas, pero no importaba lo mucho que fingiera, no estaba bien.Sabía que era el sueño de Sienna y sería muy egoísta de su parte intervenir en este, pero una parte de él deseaba que Sienna pensara en ellos y que decidiera quedarse. Sin embargo, Diego no podía permitirlo, no podía hacer que esta se quedara por ellos, pero tampoco quería dejarla ir y la encrucijada que tenía, lo estaba volviendo loco.Después de ese día, Sienna y él habían actuado como si lo del viaje no fuera un hecho. Su novia aún no se lo había dicho y Diego no comprendía por qué se tomaba su tiempo. ¿Tenía miedo de decírselo o algo por el estilo?
*—Sienna:Estaba en una encrucijada.Sienna soltó un suspiro y bajó la mirada hacia su teléfono en donde había recibido un mensaje de Diego en el que este le decía que se reuniría con los chicos y que luego iría a verla para que pasaran la tarde juntos. La encrucijada no era pasarlo juntos o que Sienna le iba a enseñar a hornear cuando se vieran, no, no era eso, era que su viaje a Francia había sido aprobado por su padre y Sienna no sabía qué decisión tomar ahora que estaba feliz con Diego.Aún no podía creer que Layla había convencido a su padre de aprobar su viaje, algo que había sucedido hace una semana, el día que había estado con Diego luego de la pelea con su padre. Después de hacer el amor y estar juntos durante la tarde, se habían quedado en el apartamento de Diego para pasar la noche. Sienna se había quedado dormida luego de estar en sus brazos y despertó a la hora de la cena. No había revisado su teléfono para poder tener toda su atención en su novio, pero aprovechó que Dieg