Capítulo 234
Hans respondió en un tono sereno.

Esperanza se preocupó y le dio algunos consejos:

—Papá, si mamá te rechaza, no te enfades. Tienes que mimarla. A las chicas les gusta que las mimen. Si te enfadas, las chicas no querrán hablar contigo aún más.

—De acuerdo, ¿cuándo te volviste una habladora? Ve a ducharte, rápido.

Esperanza frunció el ceño y dijo como si fuera una adulta:

—Papá, te estás impacientando de nuevo. ¿Cómo puedes quejarte de que hable demasiado?

Hans se quedó un poco sin palabras…

Con sus zapatillas con patitos amarillos, Esperanza subió las escaleras rápidamente. No era de extrañar que su papá no pudiera conquistar a mamá. Era un hombre tan recto…

***

En la sala de estar, Hans se sentó en el sofá con el móvil de Esperanza. Abrió el chat con “Luz Solar” y respondió:

No quiero ir a la escuela: [Sí, he llegado a casa.]

Cuando Dafne recibió el mensaje, no pensó mucho y le envió otro:

Luz Solar: [Hoy jugaste todo el día, ¿estás cansada? Ve a dormir temprano. Te llevaré a jugar en
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