Capítulo 230
Hans se apoyó en el coche como si hubiera perdido el alma, con una mirada triste en sus ojos. Había creído que esta vez la encontraría, pero, el resultado era solamente otra decepción. Luz Solar no era Dafne…

Desanimado, Hans se recostó lentamente en el asiento del coche y cerró los ojos. En ese momento, su teléfono empezó a sonar. Siguió sonando durante un buen rato antes de que Hans pudiera calmarse lo suficiente como para contestar. Era el número fijo de la villa.

Al contestar, escuchó la voz de Esperanza preguntándole:

—Papá, ¿dónde has ido? ¿Por qué todavía no has vuelto a casa?

Hans respondió:

—Volveré ahora.

—Entonces date prisa, papá. Hay truenos afuera y tengo un poco de miedo. Está lloviendo mucho. ¿Llevas un paraguas? ¿Si necesitas que vaya al patio a esperarte?

—No es necesario, quédate obedientemente en tu habitación. Papá volveré pronto.

—Está bien, papá. Entones, ten cuidado cuando conduces.

—De acuerdo.

Después de colgar el teléfono, Hans encendió el coche. Bajo la torr
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