Dos horas después, llegaron a la capital y se dirigieron al Cementerio en el Monte Sur.

El Grupo de Vientos tenía una división en la capital, y el responsable de la división había enviado a un chofer para recogerlos en el aeropuerto. Debido a que era una visita personal, Dylan decidió conducir el automóvil personalmente. Pronto, llegaron a su destino.

Después de aparcar el coche, Dafne le dijo a Dylan:

—Dylan, iré yo misma. Espérame en el coche.

—De acuerdo. Si me necesitas, llámame.

Dafne caminó hacia la tumba de Elba y colocó un ramo de margaritas frente a la lápida. Hablaba en voz baja, como si estuviera hablando con su madre en persona:

—Mamá, estoy aquí de nuevo, viva. Quise ir a buscarte, pero no logré. Aunque a veces todavía lucho con pensamientos de suicidas, estoy tomando medicamentos para controlarlos.

—Mamá, tanto Fabio y Adam fueron enviados a la prisión. Fabio fue condenado a cadena perpetua. A veces me pregunto cómo te sentirías si estuvieras aquí. Sin saber por qué, ya n