Darío se dio la vuelta y le habló fríamente:

—Deja de divagar y ve a dormir. Afectada por Aarón, Celia es una persona que siempre habla en forma directa. No le prestes demasiada atención.

Sin embargo, Sandra no era tonta. Durante la cena, ya tenía sus propias sospechas.

Después de que Darío se durmiera, Sandra se levantó de la cama con cuidado. Cuando entraron en la casa, Darío estaba impaciente por tener intimidad en la entrada y su chaqueta de traje quedó tirada en el suelo. Sus trajes eran hechos a medida y muy costosos. Sandra se acercó y quiso recogerla para colgarla en un perchero.

En ese momento, una cartera negra cayó de uno de los bolsillos interiores de la chaqueta. Dentro había una foto recortada. En la foto, el hombre era Darío. Pero la mujer... era hermosa y radiante, con una sonrisa encantadora y unos ojos brillantes. A pesar de su juventud, también tenía un atractivo encanto en su rostro. Emitía una pureza seductora. Era realmente hermosa.

¿Era ella... Dafne?

Sandra sabí