Rodrigo se sorprendió un poco al recibir la llamada de Dafne, porque ella nunca lo contactaba. Respondió la llamada:

—Hola, señorita Vera, ¿en qué puedo ayudarte?

En ese momento, Esperanza ya se había quedado dormido. Dafne estaba parada junto a la ventana del balcón. Le dijo a Rodrigo:

—Rodrigo, ¿podrías preguntarle a Hans si tiene la respuesta sobre la pregunta que le mencioné?

—¿De qué se trata?

Dafne no estaba a punto de ocultarlo, por lo que dijo francamente:

—Le pedí que me acompañe a visitar al Mar Despejado en cambio de un secreto que le interesará.

—De acuerdo, preguntaré y te llamaré cuando obtenga una respuesta.

—Muchas gracias.

Dafne, en el día de su cumpleaños de dieciocho años, pidió tres deseos ante el pastel de cumpleaños:

Primero, quería ir a ver el amanecer en el Mar Despejado con Hans.

Segundo, esperaba que su madre despertara.

Tercero, deseaba… tener un final feliz con Hans.

Entonces, visitar el Mar Despejado era un deseo de la joven Dafne. Ella quería intentar a l