Mackenzie. Boston, 2024, Oficina de la CEO Mackenzie O ‘Sullivan, Torre O ´Sullivan, hace cuatro horas. Nada más entrar en el salón de recepción de presidencia, vi a mi asistente Carlos, atendiendo, mientras le ofrecía un café, a una bombera con el uniforme de gala, con unos ojos verdes increíbles, desde luego, era una mujer muy atractiva. - “CEO, le presento a la bombera de primera Daniele Pinkerton, justo a un grupo de expertos del grupo de investigación de los bomberos, se ha encargado de analizar, y buscar pistas del incendio que sucedió en el hotel InterContinental Boston IHG. Por lo visto han encontrado nuevas pistas importantes para limitar quien han sido los autores.”- me dijo Carlos señalándome a la atractiva y profesional bombero. Yo me acerqué a ella, y le extendí la mano a modo de saludo respetuoso, agradeciéndole el gesto de venir a mi oficina para ponernos en antecedentes e informarnos. - “Hola encantada, soy Mackenzie O ´Sullivan…”- comencé a decirle, mientras l
Mackenzie. Boston, 2024, Oficina de la CEO Mackenzie O ‘Sullivan, Torre O ´Sullivan, hace tres horas. - “¿Esto lo sabe el Vader… digo Brandon?”- pregunté nerviosa, ya que tenía miedo de que el me ocultara nada, aunque fuera sólo por protegerme, algo que era muy normal en él, habíamos llegado a un acuerdo. - “Aún no, de hecho, iba pasarme hoy por el parque, para hablarlo con él, personalmente.”- me dijo. - “Te a acompaño.”- dije de forma impulsiva, con demasiada velocidad para mi parecer, ella, simplemente, me miró con una sonrisa divertida en los labios. - “Esta bien, te recojo en dos horas, tengo dos parques, que visitar aún y…”- yo la interrumpí. -“No mejor, te paso, yo a recoger, avísame donde estas, y yo voy a buscarte, mientras le indicaré a Carlos que trate de encontrar a la primera persona, tenemos registros de visitantes y las grabaciones, que se guardan, debe de ser de un tiempo antes del incendio, si aún lo llevaba encima, y no lo entregó al control de seguridad, cu
Mackenzie. Boston, 2024, Parque de Bomberos del distrito doce, en ese momento. Mucho antes de aparcar frente al parque de bomberos, supe que estaba pasando algo, un enorme grupo de bomberos, y algunos vecinos se reunían en la gran explana delantera del parque, mientras miraban a un lugar específico de la explanada, donde un grupo de bomberos se acumulaban gritando, unos jaleando, y otros tratando de parar, lo que fuera que estuviera pasando allí. - “¡Malditos gilipollas, machitos con casco! Ya la están montando otra vez ¡Malditos adolescentes!”- el comentario de Daniele mientras miraba al grupo de bomberos que no dejaba ver lo que estaba pasando en realidad, me hizo mirarla. - “¿Qué está ocurriendo?”- pregunté mientras la seguía, mientras ella iba directa al grupo de bomberos. - “Demasiada testosterona inútil, sin usar en algo productivo”- me dijo cuando al llegar al grupo, por uno de los huecos entre el gentío, vimos a un Vader Bombero peleándose a puñetazos y agarrones con
Brandon. Boston, 2024, Oficina del Brandon, Parque de Bomberos del distrito doce, en ese momento. Ella me respondía con la misma pasión a mis besos, y se pegó a mí, mientras se colocaba a horcajadas sobre mí, sentándose en mi regazo. Yo sólo la sentía a ella, ni siquiera sentía el dolor de mi labio partido en la pelea, solo deseaba volver a saborearla de nuevo, pero todo acabó tan pronto como empezó, y no porque los dos no estuviéramos desando derribarnos sobre el suelo de mi despacho, para dar rienda suelta a nuestro deseo, sino porque la realidad mandaba. Estábamos en una estación de bomberos, y lógicamente la alarma de emergencia regia su actividad, cuando se activó, irremediable, apenas puede despedirme, cuando mi chip profesional despertó, y tras alzarla, la miré una última vez con deseo, segundos antes de salir de mi despacho para cumplir con mi deber. Lo último que recuerdo antes de dejarla fue ese brillo indecente y sexual de sus ojos violetas, esa enloquecedora mirada
Brandon. Boston, 2024, central de Millennium Pharmaceuticals, Inc, en ese momento. Cuando llegamos al edificio de la sede central de esa conocida farmacéutica, ya se encontraban allí, al menos, dos dotaciones de bomberos, una era la del distrito nueve, y la otra la del distrito cinco. La verdad es que, por mi experiencia, y nada más observar el edifico desde fuera me di cuenta de que esto iba a ser un infierno. - “Jefe Hernández, esto bastante mal, casi todos los empleados han sido evacuados, aunque aún nos queda revisar el ala oeste, que es el que está más alejado del fuego. Si pudiera tu equipo supervisar esa zona, para asegurarnos, y ver si, desde allí hay alguna manera de acceder a la zona más afectada, sin excesivo peligro, estaría genial, hemos intentado entrar varias veces por esta zona, pero es imposible, es la zona de laboratorios y está lleno de material inflamable, estamos enfriando el exterior para evitar que se propague a la otra ala. esperemos lograr algo.”- me di
Mackenzie. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O 'Sullivan, al mismo tiempo. - “¿Tu qué crees, Estuco, ¿guapo? ¿Debo decírselo? ¿O no? No sé cómo reaccionará él, lo mismo sale huyendo, cosa que, por otro lado, me dejará claro lo todo, que no sólo, él no siente nada por mí, sino que, además, me orienta a lo que debo yo hacer, a partir de ahora, con mis sentimientos …”- sabía que era una estupidez hablar con el cariñoso gato de Vader, mientras le relataba mis miedos, y mis dudas, pero en este momento era el mejor terapeuta para almas en pena, que mis pensamientos podían soportar. Estuco me miraba con esos enormes ojos, y esa mirada intensa, mientras estaba tumbado boca arriba y relajado, sobre mi regazo, al mismo tiempo que yo acariciaba, como hacia siempre que lo tenía cerca. Habia cogido mucho cariño a Estuco, éramos inseparables cuando estábamos en casa, de hecho, desde el primer dia que se habían mudado a mi ático, Estuco se había negado a usar la cara cama que Vader
Mackenzie. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O 'Sullivan, al mismo tiempo. - “Todo bien, ya lo han rescatado, puedes respirar tranquila.”- me dijo Daniele tras recibir una llamada en su teléfono, literalmente, sentí que el alma me regresaba al cuerpo, y enseguida unas ansias me inundaron, quería estar a su lado, necesitaba ver si se encontraba bien. - “Venga, vamos al hospital, tengo que saber cómo está.”- le dije, tenía la suposición de que, tras salvarlo, lo habían enviado a un centro médico para hacer una inspección médica, por se había herido, o tenía algún problema. - “¿Hospital? ¿Qué hospital?”- me dijo la bombera mirándome con extrañeza. - “¿No lo han llevado a un hospital? Pero ¿qué clase de bomberos sois ustedes? ¿Y si ha inalado humo, o algo?”- le dije enfada, había asumido que en este terreno yo sabía más que Danielle, aunque ella llevaba muchos años de experiencia como bombera. Estos pensamientos me suelen pasar mucho, desde que era pequeña, un rasgo p
Mackenzie. Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O 'Sullivan, al mismo tiempo. Una vez en el garaje, saltaron todas las alarmas, cuando el personal de seguridad me vio dirigirme al garaje individual y con puerta privada, donde yo guardo a mi gran tesoro, “mi niña mimada”. Solo faltaba que en cualquier momento apareciera un equipo antiterrorista de la CIA, y me apuntara con un arma para que me alejara de la moto. A mis escoltas parecía que les iba a dar un ataque de apoplejía, mientras corrían de un lado para otro, intentado hacerme entrar en razón, mientras yo ni los miraba, ni les hablaba. - “Ahora comprendo porque ese hombre está loco por ti, sois completamente igual de cabezotas. Ni me imagino como serán vuestros hijos, totalmente insufribles.”- ese cometario fue lo único que me hizo que me aleteara el corazón, para finalmente mirar a Daniele, mientras me colocaba la cazadora de cuero, y me la cerraba antes de subirme a la moto. Y de pronto la vi cerrarse su chaq