Dan decide que debe volver a Nueva York y ahora es tiempo de convencer a su madre que puede hacerlo solo. El doctor consiguió terminar la medicación porque Dan entendió la base del amor propio y que el pasado no nos puede definir por completo.
Ve el calendario y sabe que su hijo debe estar a punto de nacer.
Le duele en el alma no poder estar con ella en ese momento, pero sabe que cuando la encuentre tendrá la cara para mirarla a los ojos, pedirle perdón y demostrar con hechos cuánto la ama.
Entra a la casa familiar, donde está su hermana Mary, la que sigue en aquella familia. Ella corre para abrazarlo y se cuelga de su cuello.
-Hermanito, te ves muy bien – le toca los brazos y se ríe -. Pero no tienes esos músculos de antes.
-Ya los tendré de nuevo – la deja en el suelo con un beso en la frente y camina hacia el despacho -. ¿Madre está aqu&
Keylen está acostada en el enorme sofá de la casa, porque el señor Rivers la obligó a irse a su retiro pre natal, lo último que quería era un nacimiento en pleno café.Daniel se remueve inquieto en el vientre, debe estar desesperado por llegar al mundo a hacer escándalo, mientras que ella solo quiere tenerlo entre sus brazos, llenarlo de besos y que crezca para enseñarle a defenderse.Se abre la puerta y entra Jake con muchísimo frío, el otoño está pegando fuerte fuera de la casa. Se quita la chaqueta y el gorro, para después acercarse a la chimenea a calentarse un poco.-¿Cómo has estado?-Bien – le dice mientras se sienta en el sofá -, aburrida sobre todo, no es que me encante estar sin hacer nada.-Ya verás que todo va a cambiar. Cuando mi sobrino nazca, hará de las suyas, yo mismo le ense&ntild
El tiempo fue pasando para todos, tras los acontecimientos que a cada uno le tocó vivir, aprendieron de sus errores y ahora tienen metas diferentes.Daniel tiene poco más de dos años, es un niño sano, lleno de energía, curioso y muy inteligente, porque tiene la clara idea de cómo manipular a los tres hombres que se desviven por cumplirá cada capricho.Para Keylen es una batalla diaria, tratar de poner límites, porque entre Steven, Jake y Díaz se los tumban en menos de un segundo.Precisamente, en ese momento, entra a la cocina y se encuentra un enorme desastre de cereal, leche y jugo.-Es que me van a oír – sale de la cocina, con toda la postura de asesina y cuando llega a la sala, apaga la televisión, se para frente a Jake y Daniel, para dedicarles la mirada que solo intimada al hombre -. ¿Qué se supone que pasó en la cocina?-Daniel quiso prepa
Si Keylen no ha dejado de pensar en Dan por esos tres años sin verse, pues él menos.Pero en lugar de abandonarse al dolor y de llorarla cada día, solo la llora una vez a la semana, cuando se permite hacerlo para no acumular penas en el alma.En cambio, se ha dedicado a seguir los pasos de cada uno de los enemigos de su amada, los tiene identificados, con cargos, salarios, viviendas, secuaces, redes de apoyo… tiene todo.Solo espera el mejor momento para atacar, porque la red de protección que tienen es inmensa, hasta prominentes senadores están involucrados con ellos, así que de tumbar a Coussins, que resultó ser el Peter Barrick que traicionó al padre de Keylen, significa un terremoto no solo en la policía, sino que también en el estado mismo.-¿Pensando en ella otra vez? – le dice Gerard -.-Por supuesto, ella es la que me mueve aún, tú sabes
Dan llega a la casa familiar con todo el alboroto que su madre puede hacer por eso. Mary corre hacia él para abrazarlo y él se deja querer por las otras dos hermana que ya están allí. Tanto ella como Alice lucen radiantes, ambas están embarazadas y Dan siente que al menos, a través de ellas, puede vivir un poquito de lo que se perdió. -¿Cómo está el hermano más fabuloso del planeta? – le dice Alice, apretándole las mejillas -. -Bien, tratando de salvar al mundo de a poco. -Por cierto – se acerca Doris -, te felicito. Vi en el New York Times la hazaña que hiciste con ese desgraciado. -Yo solo ejecuté lo que mi amiga y colega necesitaba, pero fue ella quien reunió todas las pruebas, los testigos, brindó protección a todas las víctimas y ahora están ayudándolas a reinsertarse, a reencontrarse con sus familias. -¿Lo está haciendo sola? -No, está trabajando con un programa del alcalde – caminan hasta la sala y se sientan los cuatro
Esa mañana, Dan decide que quiere aire fresco, necesita caminar por el parque y recordar viejos tiempos, cuando se escapaba de la escuela o simplemente no iba, para irse a sentir un poco de libertad. Tiene en la mente aquella época, cuando se sube a su auto y conduce directo al Lincoln Park, sin decir nada a nadie. Se mete por donde le gustaba ocultarse de joven, se imagina allí, jugando a las escondidas con su hijo, cuando escucha un niño regañar. -¡No, es mía! ¡Le voy a decir a mi mami! Se apresura a seguir las voces, hasta que llega a la otra salida de aquellos árboles, donde un delincuente le acaba de robar la mochila a un niño de unos cuatro años, que corre hacia alguien y grita. -¡Mi mochila, mami! – no puede ver a la mujer, pero el delincuente corre en dirección a ellos y él hace lo que debe, pero el grito de la mujer le llama la atención -. -¡Abrázame! – grita ella y él reconocería esa voz aun estando sordo -.
-¿Cómo entra…? – pero la pregunta se queda a medio camino cuando Dan le muestra las herramientas que ella usaba para lo mismo -. ¿Eres el pvto Bond acaso?-¡Mami, no diga goseria!-Lo siento, mi amor, pero tu papá me… enoja.-Lespila, mami, así – el niño inspira profundo y Dan lo deja en el sofá, para verlo con más detalle -.-Sí, mi amor, lo haré – “luego de matar a tu padre”, se dice sintiendo ese aire cargado de una aura entre peligro, protección… y mucho deseo -. No me dijiste que vendrías a esta hora, traerán el almuerzo, pero solo pedí para mí y Daniel.-No te preocupes, pasé por la recepción y pedí para los tres – se sienta al lado de su hijo y este se recuesta para mirar la televisión, apoyando su cabecita en la pierna de Dan -. Es muy cariñ
Keylen se ríe por las palabras de Dan, ella se acerca para golpearlo, pero él la detiene y cierra la puerta de la habitación.-No queremos despertar a nuestro hijo.-¡No es tu hijo!-Te demoraste cuatro horas en gritármelo – le dice él manteniendo la guardia, pero sin moverse -. Puede que tengas razón, pero Daniel es una copia exacta mía.-¡Me dejaste sola cuando te necesité!-Sí y no sabes cuánto me arrepentí – baja los brazos y se para mirando al piso -. Unas horas después de cometer la mayor estupidez de mi vida, supe lo que te hicieron.Pero no puede seguir, porque Keylen le lanza una patada, que consigue detener poniendo su brazo izquierdo de barrera, le sostiene la pierna y le sonríe con pena, pero eso no la va a conmover, no ahora.-Si esta es tu manera de sacarte la rabia, hazlo – baja el brazo, cierra los o
Cuando Daniel se despertó de su siesta, lo primero que hizo fue preguntar por su padre y, aunque no le gustó mucho que se fuera sin despedir, Keylen le dijo que lo verían de nuevo muy pronto.Por ahora, sabía que si quería regresar a Nueva York, estaría protegida. Pero volver no era una opción solo para terminar aquello que había empezado, sino que también lo era por curiosidad.Ella se había vuelto una fiel creyente de ver para creer, aunque había visto la manera en que Dan cambió, no se creía mucho eso de que se convirtiera en un defensor de la sociedad libre de escoria, eso mismo que ella es de una manera particular.Por eso, le avisa a Raven que regresa ese mismo día a Aurora, porque le surgió un contratiempo.Llama a Díaz para decirle que, al regresar, analizará su estadía en Fall City, pero sin darle mayores detalles. Y llama