Punto de vista de Lucifer:

"¡Amo!".

Abrí los ojos y por un segundo me quedé estupefacto. Mi preciosa, que era tan inocente, estaba a mi lado, vistiendo una bata negra. El nudo que amarraba su bata, se deshizo; dejando al descubierto su abdomen plano y su escasa lencería. Ella se quitó la bata y la tiró al suelo.

Se paró frente a mí, en una pose seductora, apoyando su cintura contra el borde de la mesa.

"¿Qué estás haciendo, preciosa?", yo pregunté.

"Shhhh". Puso su dedo índice en mis labios. Todavía estaba sentado en la silla.

Sosteniendo el brazo de la silla giratoria, ella lo giró hacia afuera, en su dirección.

Subiéndose a mi regazo, ella se sentó a caballo sobre mí. Envolviendo sus manos alrededor de mi cuello, ella susurró en mi oído.

"Esta noche, esta sumisa recompensará a su Amo". Posó sus labios a los lados de mis labios, luego en mis mejillas.

Ella me estaba provocando. Era divertido verlo. Pero el problema era que mi sangre ya corría hacia mi pene. La tensión en