Dos días después.

Punto de vista de Lucifer:

Me acosté en nuestra cama y olí la sábana. La sábana olía a mi preciosa.

Normalmente, las sábanas nuevas se colocaban todos los días; pero después de que mi preciosa se fue a Atlanta, no dejé que las sirvientas se llevaran las sábanas.

Quería al menos olerla, mientras estaba acostado en la cama. Dormir sin ella era difícil. Ahora que ella no estaba conmigo, podía darme cuenta de cuánto la extrañaba y cuánto la amaba. Era casi insoportable sin ella a mi lado.

Ella estaba tan enojada cuando se enteró de mi plan anterior. El plan cambió hace mucho tiempo, y me enamoré de ella. Pero el conocimiento de que solía tener ese tipo de pensamientos libertinos hacia ella, fue doloroso para ella. Y no podía culparla por eso.

Pero la amaba, ahora. Un solo momento se sentía sofocante sin ella. Finalmente ella me tenía bajo su control.

Para entonces, hice otra cosa buena. Hice que mi personal quitara las cámaras de circuito cerrado, ocultas en su hab