Punto de vista de Camelia:

"¡Ahhh!".

Un gemido bajo salió de mis labios, cuando abrí los ojos. Me dolía la cabeza. Sentía unos brazos fuertes alrededor de mi cintura, sujetándome con fuerza. Traté de desenredar sus brazos, suavemente, pero no podía. Su agarre era fuerte.

La luz estaba apagada. Pero pude ver la hora, en el reloj ‘que brilla en la oscuridad’. Eran las 2:57 AM.

Necesitaba aliviar mi vejiga. Entonces, con más fuerza esta vez, aparté el brazo de Lucifer de mi cuerpo.

Y con esto, lo sentí moviéndose. Él se despertó.

Agarrando mi sien con ambas palmas, me senté. Este dolor de cabeza era el resultado del llanto.

"¿Baño?", Lucifer preguntó aturdido, desde su forma semi dormida.

Asintiendo, me bajé de la cama y entré al baño. Terminé mis asuntos y regresé a la habitación.

Caminando hacia la cama, me frotaba la sien.

"¿Qué pasa?", Lucifer preguntó, encendiendo la tenue luz. Gracias a Dios que la luz no era brillante.

"Me duele la cabeza". Al decirlo, me acostaba en la