—Casey, ¿estás bien? —Pregunta, la morena observando su palidez.—Me resulta tan familiar ese nombre.—¿Has podido recordar algo?—No —Contesta meneando la cabeza —. Sigo sin recordar nada, solo que, presiento que ya había escuchado ese nombre antes.—Pues, la verdad es que, opino que puede ser tu verdadero nombre —Le responde la morena mirando hacía la puerta —. Otto no nos asigna nombres, por lo general todas usamos nuestros mismos nombres de pila. Pero sin mencionar el apellido.—¿Crees que es mi nombre real? —La pelinegra pregunta un poco esperanzada.Serena no quería emocionar a la muchacha, pero quizás no se estuviera equivocando con eso. De momento tendría que llamarla Casey, era un bonito nombre.—Es lindo nombre, ¿no lo crees? —Le sonríe. —Si.—Entonces, te llamaremos Casey —Serena palmea el hombro de la joven —. Ahora, vamos a ver cómo te van con eso pasos en la tarima.[…]Una semana después, las chicas se preparaban para el show de esa noche. Todas amontonadas en un peque
El sonido de la música era lo bastante alto como para escuchar los murmullos de los hombres que hablaban sin parar, esperaban impacientes a las chicas en el bar de Otto a medio alumbrar. Con tan solo una diminuta lámpara en medio de la mesa, y muchas copas de coñac a medio llenar sobre las mismas, los clientes ansiaban por ver la función de esa noche.Otto visitaba cada mesa sonriéndoles a los clientes, aunque más bien los veía como chequeras andantes… mientras que el dueño del circo conversaba con sus clientes, unas muy desanimadas jovencitas se preparaban para salir a perder un poco más su dignidad.—La nueva saldrá de última —Declara, Erika acomodando su falda.—Se llama Casey —Vocifera Serena.—Si como sea, terminemos con esta maldita noche de una vez por todas —Dice saliendo detrás de las cortinas, entonces se escuchan los aplausos y silbidos de los hombres.Serena mira por el borde de sus hombros, visualizando a la pelinegra, ¡Demonios!, tenía que ayudarla a salir de ese embroll
¿Y qué mierda había pasado? ¿Por qué carajos estaba tan de mal humor? Se preguntó el hombre al verlo largarse de esa manera. Le hace señas a Erika para que bajara a la desastrosa de Casey de la tarima, que ni un buen baile podía ofrecer la muy capulla. Unos segundos después, Santino aparece con dos valijas en las manos.—Me llevare a la chica en seguida —Demanda.—¿No van a esperar que se arregle? ¿O cambie de ropa como siempre lo hacen?—No, me la llevare ahora mismo —Deposita las dos maletas en la mesa para luego abrirlas y mostrar todo el dinero solicitado.—No me importa, puedes llevártela —Contesta mirando con codicia todo el dinero —. Debes saber que, esa estúpida ha perdido la memoria. No sé cuánto tiempo permanecerá en ese estado, el doctor no me lo dijo.Chasqueo los dedos, y de inmediato un guardia aparece a su lado. Le da órdenes de traer a la pelinegra nueva. El hombre asiente, y va a por Casey en cuanto la visualiza hablando con Serena.—Serena, ¿qué fue lo que paso? ¿Por
—Casey —Ella escucha la pronunciación de su nombre y se queda helada —. ¡Casey! —Vuelve a escuchar su nombre, ¿pero qué estaba pasando? —. ¡Despierta!¿Qué despertara? ¿Por qué iba a despertar?, ya lo estaba. ¿Por qué le decían eso? ¿Y porque escuchaba su nombre como en forma de eco? De pronto siente el roce de una mano tocar la piel desnuda de su brazo, lo que la lleva a tensarse para abrir los ojos violentamente hasta quedar incorporada a medias.Respiraba agitadamente, su pecho subía y bajaba con fuerza. Casey intentaba asimilar lo que estaba sucediendo, y fue cuando se dio cuenta de que lo que estaba viviendo era un simple sueño. Nada era real, los ojos, la voz y el roce… todo era parte de un sueño, entonces traga saliva llevando la mirada hacia su cuerpo. Una pesada cobija oscura cubría la mitad de su cuerpo, se fijó que aun llevaba la ropa interior que se puso en el club y cayó en cuenta de que no era un jodido sueño.—Dios santo, esto no es una pesadilla.Miró a su alrededor no
Estaba congelada, ¿en qué momento Cauther le producía tanto pavor? No recordaba ni un solo momento que estuviera cerca de él y le produjera ese susto tan aterrador. Si Cauther era el verdugo, entonces, él había comprado a todas esas chicas que permanecían desaparecidas. Pero, ¿haría lo mismo con ella?, conocía a su padre desde que era un crío. Como era posible que le hiciera una cosa como esa a la hija de su socio, de su amigo, de la persona que lo ayudo cuando más lo necesitaba.—¿Por qué le estás haciendo esto a mi padre? ¿Por qué me lo haces a mí?—Veo que has recuperado por completo la memoria, pensé que tendríamos muchos problemas por tu falta de recuerdos —Cauther baja la mirada hacia sus labios, y en lo que ella detecta ese movimiento traga saliva.—Eres un mentiroso, únicamente eres una fachada detrás de ese traje caro. Te gusta comprar mujeres, y luego deshacerte de ellas —Le reprocha sin importarle las consecuencias —. Eres un asesino.—Y también has recuperado esa peculiar
Ese hombre le daba placer de una manera que ella ni ella se lo hubiera imaginado en sus mejores sueños de fantasía. Mierda, Mark era el tipo de hombre que despedazaba tu cuerpo, pero de la mejor manera posible. Era tan fogoso, apasionado, pero sobre todo tan bestia cuando la tomaba, que le encantaba.Para ser una prisionera del club y tener que vender su cuerpo sin su consentimiento, le encantaba follar con ese sujeto no le importaba si la compraba cada noche. Realmente, era el mejor de todos esos patanes que llegaban al club. Serena, termino por correrse con el último asalto que Mark le propino gritando su nombre hasta que sus pulmones se quedaron sin aire.Unos segundos después, Serena sintió como el miembro de Mark palpitaba en su interior. La sensación era indescriptible, tan excitante, tan placentera, que se llenaba con tan solo tenerlo dentro. La morena respiraba con un poco de dificultad, pero no le importaba con tal de tener a ese hombre metido entre sus piernas toda la noche.
Cauther estaba completamente loco, especulo la pelinegra. Tenía que entender que retenerla contra su voluntad era un delito, ¿porque se empeñaba en meterse en aquel problema tan innecesario?—Eres un falso, traidor, engañas a todo el mundo, pero sobre todo a mi padre que te ha ayudado en mucho. Si no fuese por él, no estuvieras donde estás. Si pretendes que me voy a quedar aquí hasta que a ti te dé la gana, estás muy equivocado.—Te casaras conmigo, Casey Monroe —Anunció con tonó arrogante.¿Había escuchado bien? Porque le pareció que más bien estaba alucinando, o que aquel desayuno contenía algún tipo de alucinógeno. No era posible que el famoso y discreto Cauther Lance Acrom le estuviera proponiendo matrimonio… objeta esa voz interior, eso no era una propuesta de matrimonio, es que ni se le acercaba.—¿Eso es una orden, señor Acrom? —Ella se cruza de brazos.—Lo harás.—Entonces, si es una orden —Lo miró furiosa, como se atrevía a imponerle un mandato com
Cauther abrió la puerta de cristal que conectaba con la sala de juntas de la compañía, esa mañana a Rafael se le ocurrió la brillante idea de organizar otra reunión. Si fuera por él, estaría en su casa en compañía de esa rebelde pelinegra difícil de dominar. Le iba a tomar algo de tiempo bajarle esa rebeldía que había adquirido, y seguramente que terminara siendo un poco divertido mientras que lo hacía.—Bienvenido Cauther —La voz de Rafael lo sacó de su ensoñación —. Daremos comienzo a la reunión, si estás de acuerdo.—Como quieras —Contesta como dándole igual. Se sienta en su sillón y reclina su cuerpo del mismo, para esperar varias horas para poder ver a Casey de nuevo.Un par de horas después, algunos empleados preguntaron por el paradero de Casey. Rafael no supo que responderles, y sus empleados entendieron que era un tema delicado… cuando todos se hubieron ido, Rafael lleva la mirada hacia Cauther.—¿Cómo se encuentra?—Quiso llamarte esta mañana, pero se lo prohibí —Cauther se