Maena... esa mujer... Amaris empezó a titubear mientras miraba su rostro.'Antes de que digas nada más... no lo hagas. Sé exactamente lo que estás pensando. Siento lo mismo por ella', gruñó su loba furiosamente en respuesta.'¿Por qué hace que se me erice la piel? Es como sí...''Nos hace sentir así porque está llena de oscuridad, Amaris. Antes de que preguntes... Sí, la conocemos. La hemos visto antes'. Amaris luchó contra la furia que sentía brotar de Maena y, sin previo aviso, el brazo de Dave se echó hacia atrás y sus dedos se cerraron en torno a su hombro, apretándolo tranquilizadoramente.El pequeño gesto la sorprendió y su corazón pareció dar un vuelco. Era casi como si él pudiera sentir lo que ella sentía... pero eso era imposible...'Nada es imposible con el poder del Lord Daemon, Amaris. Querías que fuera convincente... tal vez lo haya hecho para que todo sea compartido entre ustedes... incluso imitar las complejidades del vínculo'. Maena reflexionó, la ira todavía clara, pe
Un leve atisbo de duda cruzó el rostro de Thomas mientras miraba hacia donde Esmeralda sujetaba a Amaris. Le molestaba que ella no mostrara más resistencia a este enfrentamiento.Si no tuviera una marca, seguramente lucharía más.No... esto tenía que ser una estratagema para tranquilizarlos con una falsa sensación de seguridad. Una falsa muestra de exceso de confianza para distraerlos y confundirlos.Eso era todo lo que estaba pasando aquí. La sacerdotisa no podía estar equivocada. Esmeralda había sido fundamental para descubrir las mentiras del Alfa y sería recompensada con creces una vez que todo esto terminara.Thomas rio con desdén mientras se acercaba a Dave y le miraba con los ojos entrecerrados antes de propinarle un puñetazo con toda su fuerza en la cara.La cabeza de Dave se giró hacia un lado cuando sintió que el ardor se extendía por su cara. Las burlas humillantes de los lobos detrás de Thomas encendieron una furia en su barriga y, por primera vez en años, sintió que su lo
'Ilumínanos entonces y dinos qué método se puede utilizar para fingir un vínculo, porque en toda mi vida nunca he oído hablar de algo así', respondió Amaris con indiferencia.Si querían ser convincentes en esta estratagema, entonces ella tenía que llamarla mentirosa. Amaris sabía que estaba mintiendo y, por mucho que intentara evitarlo en su vida cotidiana, era el bienestar de la manada lo que estaba en juego, así como la posición de Dave.Una pareja elegida no te convertía en un mal Alfa, y con la situación única de Dave con la maldición que consumía su vínculo con su lobo y su pareja ¿qué otra opción tenía?Esmeralda no contestó y la miró con el ceño fruncido. Amaris estaba segura de que si las miradas mataran, ella estaría muerta en un segundo, pero, por suerte, eso no era posible.En lugar de eso, Amaris sonrió con serenidad, y la actitud tranquila que desprendía enfureció aún más a la mujer.Amaris se inclinó un poco más hacia ella y sonrió ampliamente mientras la miraba a los oj
Amaris tenía los ojos en blanco mientras apuntaba a los lobos.'Por muy humillante que me parezca, los invito a todos a inspeccionar la marca que su Alfa dejó en mi cuerpo. Si debo hacer esto para demostrar que esta mujer no hace otra cosa que mentir, entonces, que así sea'.Los lobos retrocedieron y dejaron escapar un murmullo casi inaudible; era obvio que estaban indecisos sobre ofender a su Alfa o a su Luna.'Por favor, no teman hacerlo. Quiero poner fin a esta locura. Esta manada me ha brindado una gran hospitalidad desde que llegué aquí, pero hace solo unos instantes... sentí el cambio en su actitud hacia mí. Si esto les va a dar la tranquilidad que necesitan, entonces, como su Luna, estoy dispuesta a dar ese paso', dijo Amaris en voz baja.Ningún lobo se movió en dirección a ella. Todos, al unísono, desviaron la mirada, y entonces escucharon una voz fuerte y clara.'Perdona que dé mi opinión, mi Luna, pero ninguno de nosotros dudó de ti. Tenemos fe en nuestro Alfa y en ti como n
El mero roce de su piel con la de ella la calmó como ninguna otra cosa podría hacerlo. Sonrió, y su delicada sonrisa contuvo las acuciantes ganas que tenía Dave de devorarla.'No es nada importante, mi alfa', musitó con tristeza, tratando infructuosamente de ocultar el temblor de su voz.Dave frunció el ceño al tiempo que sus ojos se empeñaban en hallar alguna señal arcana en el semblante de ella.'No me gusta que me ocultes cosas, Amaris. ¿Por qué no te abres conmigo?'.'Porque no hay nada que contar, Dave'. En su fuero interno, Amaris se autocensuró, y se esforzó por disfrazar su dolor y controlar sus emociones.Exhaló un suspiro mientras se apartaba de él y se sentaba. Oprimió la sábana contra su pecho, colgó las piernas, por un lado, de la cama y se puso de pie.'¿Adónde vas?', preguntó Dave con un pequeño dejo de pánico en la voz. ¿Habría hecho algo malo? ¿Lo iba a dejar?Amaris se rio entre dientes, se giró y le sonrió. 'Voy a darme una ducha. No puedo ir a trabajar con este ol
Pasaron el día juntos, examinando varias de las facetas de los próximos proyectos de Amaris. Dave la sorprendió con su perspicacia en algunos de los aspectos más sutiles de su trabajo.La mansión en crecimiento con extensos terrenos que había sido había encargada por las gorgores provocó un enriquecedor debate sobre qué superficies y materiales se podían usar, ya que debían descartar cualquier material reflectante en la decoración o en la construcción del edificio.Ben se había unido a ellos cerca de la hora del té, y los actualizó sobre las personas detenidas en las celdas a raíz de la locura de esa mañana durante el desayuno. 'Alfa, ¿vas a interrogarlos hoy?', preguntó Ben mientras dejaba su libreta sobre la mesa.Dave negó con la cabeza en tanto miraba para el jardín desde donde estaba en el porche.'No. Me preocupa que no pueda controlarme si los enfrento demasiado pronto. Parece que hoy he estado un poco..., no sé, fuera de mí, supongo', dijo mirando a Amaris.Ella le mostró una
'No me tomes el pelo, Dave. Esos lobos están malcriados y a veces solo necesitan que les recuerden lo privilegiados que son por tener una manada tan estable y próspera'.Dave rio por lo bajo.'Sabes, lamento mi comportamiento atípico de hoy. No estoy seguro de lo que me pasa', dijo Dave mientras la miraba seriamente.Amaris le sonrió mientras se llevaba el vaso a los labios y bebía un sorbo del líquido rojo que contenía.'Está bien, Dave. A veces solo hace falta un poco de tranquilidad. Esta mañana ha sido inquietante y hace días que sabías que las cosas iban a llegar a un punto crítico... si no, ¿por qué habríamos hecho una visita a Minerva y a su padre?'. Amaris le sonrió de forma irónica.Dave suspiró. Tenía un buen punto.Probablemente, era la primera vez que su normalmente inquebrantable control sobre el liderazgo de la manada se había visto amenazado. Tal vez Amaris tenía razón. Era plausible que esta fuera la razón por la que había estado tan inquieto.Un silencio confortable s
Amaris y Dave tardaron en salir por la mañana. Era evidente para todos los que los veían que no podían quitarse las manos de encima, incluso cuando se apresuraban a desayunar antes de salir corriendo por la puerta.Cualquiera que tuviera la menor duda sobre su relación sentimental se habría despreocupado al verlos juntos.Incluso los Omegas habían notado el ligero cambio en ellos.Aunque se habían mostrado cariñosos de antemano, su apetito mutuo parecía insaciable en ese momento y su ruidosa actuación de ayer en el dormitorio, así como sus muestras públicas de afecto durante el desayuno, no hicieron más que alimentar los rumores de un posible noviazgo en la Casa de la Manada.Cuando Dave se detuvo a la entrada del imponente bloque de oficinas, la miró con el ceño fruncido, lo que hizo que ella soltara una risita.'¿Qué pasa ahora? Si aún quieres saciarte de mí, tendrás que esperar hasta esta noche', dijo ella burlonamente mientras fruncía el ceño.'Si trabajaras para mí, podría verte