Amaris tenía los ojos en blanco mientras apuntaba a los lobos.'Por muy humillante que me parezca, los invito a todos a inspeccionar la marca que su Alfa dejó en mi cuerpo. Si debo hacer esto para demostrar que esta mujer no hace otra cosa que mentir, entonces, que así sea'.Los lobos retrocedieron y dejaron escapar un murmullo casi inaudible; era obvio que estaban indecisos sobre ofender a su Alfa o a su Luna.'Por favor, no teman hacerlo. Quiero poner fin a esta locura. Esta manada me ha brindado una gran hospitalidad desde que llegué aquí, pero hace solo unos instantes... sentí el cambio en su actitud hacia mí. Si esto les va a dar la tranquilidad que necesitan, entonces, como su Luna, estoy dispuesta a dar ese paso', dijo Amaris en voz baja.Ningún lobo se movió en dirección a ella. Todos, al unísono, desviaron la mirada, y entonces escucharon una voz fuerte y clara.'Perdona que dé mi opinión, mi Luna, pero ninguno de nosotros dudó de ti. Tenemos fe en nuestro Alfa y en ti como n
El mero roce de su piel con la de ella la calmó como ninguna otra cosa podría hacerlo. Sonrió, y su delicada sonrisa contuvo las acuciantes ganas que tenía Dave de devorarla.'No es nada importante, mi alfa', musitó con tristeza, tratando infructuosamente de ocultar el temblor de su voz.Dave frunció el ceño al tiempo que sus ojos se empeñaban en hallar alguna señal arcana en el semblante de ella.'No me gusta que me ocultes cosas, Amaris. ¿Por qué no te abres conmigo?'.'Porque no hay nada que contar, Dave'. En su fuero interno, Amaris se autocensuró, y se esforzó por disfrazar su dolor y controlar sus emociones.Exhaló un suspiro mientras se apartaba de él y se sentaba. Oprimió la sábana contra su pecho, colgó las piernas, por un lado, de la cama y se puso de pie.'¿Adónde vas?', preguntó Dave con un pequeño dejo de pánico en la voz. ¿Habría hecho algo malo? ¿Lo iba a dejar?Amaris se rio entre dientes, se giró y le sonrió. 'Voy a darme una ducha. No puedo ir a trabajar con este ol
Pasaron el día juntos, examinando varias de las facetas de los próximos proyectos de Amaris. Dave la sorprendió con su perspicacia en algunos de los aspectos más sutiles de su trabajo.La mansión en crecimiento con extensos terrenos que había sido había encargada por las gorgores provocó un enriquecedor debate sobre qué superficies y materiales se podían usar, ya que debían descartar cualquier material reflectante en la decoración o en la construcción del edificio.Ben se había unido a ellos cerca de la hora del té, y los actualizó sobre las personas detenidas en las celdas a raíz de la locura de esa mañana durante el desayuno. 'Alfa, ¿vas a interrogarlos hoy?', preguntó Ben mientras dejaba su libreta sobre la mesa.Dave negó con la cabeza en tanto miraba para el jardín desde donde estaba en el porche.'No. Me preocupa que no pueda controlarme si los enfrento demasiado pronto. Parece que hoy he estado un poco..., no sé, fuera de mí, supongo', dijo mirando a Amaris.Ella le mostró una
'No me tomes el pelo, Dave. Esos lobos están malcriados y a veces solo necesitan que les recuerden lo privilegiados que son por tener una manada tan estable y próspera'.Dave rio por lo bajo.'Sabes, lamento mi comportamiento atípico de hoy. No estoy seguro de lo que me pasa', dijo Dave mientras la miraba seriamente.Amaris le sonrió mientras se llevaba el vaso a los labios y bebía un sorbo del líquido rojo que contenía.'Está bien, Dave. A veces solo hace falta un poco de tranquilidad. Esta mañana ha sido inquietante y hace días que sabías que las cosas iban a llegar a un punto crítico... si no, ¿por qué habríamos hecho una visita a Minerva y a su padre?'. Amaris le sonrió de forma irónica.Dave suspiró. Tenía un buen punto.Probablemente, era la primera vez que su normalmente inquebrantable control sobre el liderazgo de la manada se había visto amenazado. Tal vez Amaris tenía razón. Era plausible que esta fuera la razón por la que había estado tan inquieto.Un silencio confortable s
Amaris y Dave tardaron en salir por la mañana. Era evidente para todos los que los veían que no podían quitarse las manos de encima, incluso cuando se apresuraban a desayunar antes de salir corriendo por la puerta.Cualquiera que tuviera la menor duda sobre su relación sentimental se habría despreocupado al verlos juntos.Incluso los Omegas habían notado el ligero cambio en ellos.Aunque se habían mostrado cariñosos de antemano, su apetito mutuo parecía insaciable en ese momento y su ruidosa actuación de ayer en el dormitorio, así como sus muestras públicas de afecto durante el desayuno, no hicieron más que alimentar los rumores de un posible noviazgo en la Casa de la Manada.Cuando Dave se detuvo a la entrada del imponente bloque de oficinas, la miró con el ceño fruncido, lo que hizo que ella soltara una risita.'¿Qué pasa ahora? Si aún quieres saciarte de mí, tendrás que esperar hasta esta noche', dijo ella burlonamente mientras fruncía el ceño.'Si trabajaras para mí, podría verte
Los gritos de Amanda resonaron por el pasillo mientras Amaris se levantaba de mala gana de la silla y se dirigía a la puerta del despacho, echando un vistazo al reloj en ese momento.Llevaba allí treinta minutos y el día ya empezaba fatal.'Era demasiado pedir un día tranquilo' Maena resopló con sarcasmo.Amaris se quedó de pie en la puerta del despacho con expresión indiferente mientras observaba el caos que tenía ante sí, conteniendo la risa.Amanda estaba siendo maltratada por los guardias que Dave había puesto en el lugar, impidiéndole por completo moverse por el pasillo mientras Jess observaba con los ojos muy abiertos y una expresión de frustración dibujada en su rostro.Amaris y su rostro adoptó una expresiónDe repente, sus ojos se clavaron en los de simpática y lastimera, mientras extendía los brazos hacia ella, levantando una gran canasta en su dirección.'Por favor, Amaris, solo quiero hacer las paces. Mira, te traje una ofrenda de paz', dijo mientras levantaba la tela que
Amanda se quedó estupefacta mientras Amaris observaba el enfrentamiento con interés. En realidad, no había pensado demasiado en cómo se sentiría la población ante el hecho de que una no meta morfa heredara el puesto de Reina Luna. Pero este diálogo hizo que una ligera sonrisa se dibujara en sus labios a pesar de sus intentos por reprimirla. Maena soltó una risita interior al ver como una nube de aspecto asesino descendía sobre el rostro de Amanda. Amanda se volvió lentamente hacia él y lo fulminó con la mirada. ‘Son palabras atrevidas para un guardia de bajo rango en una oficina', se mofó. ‘Me pregunto cómo reaccionará mi marido cuando se entere de la disidencia entre los rangos inferiores'. En lugar de retroceder, el guardia suspiró y entrecerró los ojos, su mirada de lobo fue visible para Amaris incluso desde donde se encontraba ‘Con un poco de suerte, el Rey Alfa entrará en razón y se deshará de lo que debería haber hecho hace mucho tiempo', se burló. Amanda palideció visibl
Casi al instante, el rostro de Jess pareció ensombrecerse al oír los pasos de su madre, alejándose de la oficina y desapareciendo por el pasillo. Sus labios se curvaron en una mueca de desagrado y entrecerró los ojos hacia Amaris.'Te crees que eres j*didamente perfecta, ¿verdad?', espetó Jess furiosa, con toda la fuerza de su odio, ardiendo claramente en sus ojos mientras la miraba fijamente.Amaris se rio de repente, con un tono irónico que parecía estridente en el silencio de su despacho, y totalmente fuera de lugar dada la declaración que Jess acababa de hacer.'Y ahí está'. Amaris sonrió, casi triunfante: 'Sabía que la verdadera tú se escondía en algún lado. ¿Qué intentas hacer, fingir ser una mujer vulnerable y arrepentida para que mi personal se apiade de ti?'.'¡Cállate! No sé cómo tienes a Dave en la palma de tu mano, ¡pero se suponía que era mío!', confesó Jess furiosamente.Amaris volvió a reír mientras le levantaba una ceja en señal de burla.'¿Se suponía que Dave iba a se