El silencio que impregnó la sala después de que los sabios se marcharan para tomar su decisión solo fue interrumpido por la figura abatida y sollozante de Jess, que permanecía acurrucada en su prisión.La rodilla de Minerva se sacudía incesantemente arriba y abajo, un claro indicador de la irritación y la rabia que aún sentía por el comentario de Amanda sobre su madre, así como de los violentos destellos ocasionales de sus ojos, de ese rojo luminiscente tan hermoso como mortífero que significaba su apetito por la violencia.Ben la miró con recelo antes de volverse hacia Dave, quien seguía concentrado en el rostro de Amaris, que miraba fijamente el lugar en el que las dos mujeres se encontraban ante ella con una expresión ilegible.'Padre, quiero que le preguntes algo a Jess', dijo Amaris de repente y él se volvió para enfrentarse a ella con la mirada perdida.Abrió la boca para responder, pero ella se apresuró a hacer su petición.'Quiero que le preguntes si realmente está embarazada
Dave sabía que no tenía grandes posibilidades de llegar hasta Amanda, ya que su celda estaba flanqueada a ambos lados por golems, pero sencillamente ya no podía contener la furia de su lobo, Baldur.La cara de Amanda se transformó en una expresión de incredulidad al verlo transformarse, antes de convertirse rápidamente en una de terror cuando Dave, una enorme bestia negra, voló por los aires hacia ella. Se revolvió aterrorizada contra el suelo, apretándose contra la pared del fondo como si esperara que él atravesara el cristal.Pero eso no era posible.En un abrir y cerrar de ojos, un enorme brazo de piedra salió disparado hacia él, con sus dedos rechonchos extendidos cuando Dave chocó con lo que habría sido la palma de su mano deforme.Baldur aulló indignado y arañó la mano, tratando desesperadamente de liberarse mientras los dedos rechonchos envolvían su cuerpo y el golem movía la mano hacia su cara, observando de cerca la ruidosa y enfurecida bola de pelo que había atrapado.Mientr
Ahora que la sala estaba mucho más tranquila, un gran silencio se apoderó de ella. Amaris no pudo evitar sentirse un poco defraudada por el hecho de que no fueran ejecutadas inmediatamente, pero no había nada que pudiera hacer para revocar la decisión.Sin embargo, el resultado era mucho mejor de lo que había temido en un principio, aunque no estaba segura de que Dave estuviera de acuerdo con ella, ya que su rostro seguía ensombrecido por una rabia asesina y el aura que emanaba de él era aterradora.Ahora entendía perfectamente por qué tenía una reputación tan aterradora.'Con estos despreciables asuntos resueltos y un juicio en marcha, propongo votar que el actual Rey Alfa reinante, Leopold Anderson, su exesposa, Amanda Anderson y su… hija no biológica, Jess Anderson, sean despojadas de sus títulos reales'. La voz del anciano se escuchó desde la oscuridad.Innumerables voces expresaron su acuerdo mientras Amaris dirigía una mirada hacia donde estaba sentado su padre. Una pequeña olea
'Aprovecharé esta oportunidad para agradecerles a todos su asistencia a la audiencia de hoy, y desearles lo mejor para su viaje de regreso a casa. Pueden retirarse', declaró una voz masculina y aburrida mientras el aire se llenaba con el susurro de los Sabios de arriba.Minerva miró a Amaris confundida.'Espera, ¿eso es todo? ¿Arrojan una bomba así y se van?''¡Minerva! Todavía pueden oírte'. Ben siseó furioso.'¡Bien! Tal vez los viejos m*lditos puedan replantearse cómo hacen las cosas si un número suficiente de personas habla. ¿Por qué eres tan… sumiso, Ben? Pensé que ustedes los Alfa y los Betas se suponía que eran todos ansiosos y posesivos…''Minerva… ya basta' dijo Amaris en voz baja mientras tomaba la mano de su amiga y empezaba a sacarla de la sala.En cuanto entraron en el coche y Ben cerró la puerta tras ellos. Minerva empezó su interrogatorio.'Ahora que estamos fuera del alcance de los oídos de los viejos y Ben tiene cero excusas para tratar de hacerme callar, tengo pregun
'Hay una instalación de contención en cada reino. Su existencia es un secreto muy bien guardado y solo lo conocen los linajes reales de cada reino y el actual Consejo Real de Sabios, pero si lo que dice Amanda es cierto y el Aquelarre del Excidium se ha infiltrado en todas las áreas de nuestra infraestructura, no estoy segura de cuánto tiempo más seguirá siendo un secreto'.Amaris volvió a suspirar pesadamente antes de girarse hacia ellos.'Sé que tienen muchas preguntas, pero ni siquiera yo conozco todos los detalles. Tendré mayor acceso a la información una vez que me hayan coronado, pero ahora puedo decirles lo que sé. La instalación de contención de nuestro reino se encuentra en un lugar remoto, muy vigilado por equipos de especialistas. La única forma de entrar o salir es por aire, y actualmente solo hay un medio de transporte autorizado para realizar ese viaje. Los prisioneros alojados allí son algunos de los cambia formas y otras razas más peligrosas que conocemos, y que por al
Dave la miró con expresión compleja antes de apoyar el cuello en el borde del almohadón y mirar al techo con resignación.'No quería preocuparte…''Bueno, ya es un poco tarde para eso', espetó ella con los brazos cruzados.'Amaris, tienes que ser realista. Apenas hemos tenido tiempo de respirar con todo lo que ha pasado…''No me importa, Dave… ¿Qué pasó? ¿Por qué no me lo dices?'.Él volvió a bajar la barbilla y la tomó de las manos.'Supongo que es más importante ahora que conocemos todos los detalles del complot del Aquelarre de Amanda. Sinceramente, creía que la mujer se había escabullido de los guardias y había escapado…''¿Qué quieres decir con eso, Dave? ¿Y los Sabios?'Él suspiró pesadamente y la miró. 'Los Sabios fueron contenidos con bastante facilidad, e incluso pudimos interrogar a algunos de ellos. Dijeron que Esmeralda se había colado en la vida de Thomas hace unos años y que él había ido cambiando sus opiniones y su postura sobre muchos temas cuando empezó a pasar cada
'Es exactamente a lo que me refiero, princesa'. Dave sonrió. 'Pronto tendrás que dejar de llamarme así'. Amaris se echó a reír mientras se esforzaba por contener la sensación de calor que se iba extendiendo por su cuerpo a medida que las manos de Dave acariciaban suavemente su espalda. '¿Por qué? ¡¿Princesa?!' Preguntó simulando indignación. 'Jamás dejaré de llamarte así. En público serás mi reina, pero en la intimidad de nuestro dormitorio… siempre serás mi princesa'. Le gruñó con voz ronca. Su intensa mirada hizo que Amaris tragara saliva, nerviosa. Había algo que la volvía loca de deseo cuando sus ojos se oscurecían al mirarla de aquel modo. 'Por lo menos deja que me duche antes de empezar con tus pervertidos impulsos carnales'. Le reprochó Amaris en tono juguetón. 'Tal vez'. Dijo pensativo, antes de sonreírle pícaramente: 'Pero me encanta cuando estás sucia…' Y luego se inclinó para besarla. Sin embargo. Amaris estaba pensando en otra cosa y movió la cabeza hacia atrás, evad
Amaris gimió ante el contacto de sus manos, que recorrían libremente su cuerpo, provocándole escalofríos de placer.Ella soltó un grito ahogado cuando sintió que él le apretaba el m*embro entre las n*lgas, y lo dirigía hacia abajo para que se deslizara entre sus pliegues.Despacio, Dave empujó sus caderas contra ella, atormentándola sin piedad mientras dejaba que la cabeza hinchada de su m*embro se deslizara sobre su entrada y a lo largo de su humedad, hasta rozar con insistencia su cl*toris.Ella no pudo contener el gutural gemido que brotó de sus labios mientras su sensible protuberancia era atacada una y otra vez por la v*rilidad de él.La sensación de sus labios contra la nuca, de sus manos dándole toda su atención a sus dos pechos mientras sus dedos hacían magia en sus p*zones, la sumió en una sobrecarga sensorial cuando la excitación que la recorría se apoderó de ella.'Por favor…' Suplicó mientras su v*gina palpitaba de forma dolorosa por la desesperación que la estaba enloquec