Una loba fuerte se defendía, y no dependía de nadie más que de sí misma para resolver sus problemas. Una Luna fuerte mantendría a su pareja a tiempo para las citas programadas, o las funciones requeridas. Jess estaba fallando en ambas cosas, y los lobos presentes eran despiadados con sus comentarios.De repente, Amaris vio a Minerva entre la multitud de trabajadores de prensa que estaban siendo admitidos a la función, y sonrió ampliamente. Se disculpó, y con un asentimiento de mala gana por parte de su padre, dejó el estrado y se dirigió hacia ella. Jess vio a Amaris corriendo hacia la entrada, y se burló.'¡Todo esto es su culpa! No puedo creer que haya podido superar a Fernando tan rápido. ¡Espero que obtenga lo que se merece!' Siseó, y su madre entrecerró los ojos peligrosamente hacia ella.'Si no hubieras sido tan mald*tamente impaciente y hubieras seguido nuestro plan original, esto no sería un problema. No puedo creer que hayas sido tan estúpida como para quedar embarazada de un
Minerva hizo una mueca y se encogió de hombros, mientras se enfocaba intensamente en la pantalla digital de la cámara que había traído consigo.'Querían que una periodista de la agencia informara, así que aquí estoy. Si no les gusta, pueden besarme el trasero'. Resopló mientras fruncía el ceño, con expresión de concentración.Amaris la observó luchar con la cámara durante un rato mientras se dirigían a un área más tranquila del salón. Tomó una bebida para cada una de uno de los camareros que pasaban, y ocuparon sus lugares discretamente en un pequeño sillón a un lado.'Ah... ¡Por fin! Dios, a veces, odio estas cosas'. Minerva murmuró mientras volvía su atención completamente a Amaris. 'Está bien, lo siento, estas mald*tas cámaras pueden ser una pesadilla a veces. Ahora. Maena. Fernando. Escúpelo todo'.Amaris se rió. No estaba segura de que fuera una buena idea discutir eso con ella en este paraje. Si la persona equivocada escuchaba el más mínimo susurro de lo que había sucedido, esta
El rostro de Jess adquirió una sombría mirada de determinación cuando se dio cuenta de que no había forma de arreglarlo esta noche. Las imágenes de la loba preñada y el Alfa reacio estarían en los titulares de mañana, le gustará o no.El Rey Alfa le hizo un gesto a Amaris para que se acercara, mientras Jess se sentaba junto a Fernando, y Minerva le susurraba por lo bajo:'¡Esto es un desastre de proporciones épicas... buena suerte!'Amaris no dijo nada, y caminó lentamente hacia el estrado, sintiendo toda la atención clavada en ella mientras su padre se dirigía a los invitados ahí reunidos.'Por favor, disculpen a mi hija, la princesa Jess. Este es un momento estresante para ella. Esperábamos mantener la noticia en secreto por un tiempo más, pero como estoy seguro de que ya lo saben, Jess y Fernando están esperando cachorros'. Sonrió con orgullo mientras la multitud se quedaba sin aliento, y las preguntas comenzaron a ser disparadas en rápida sucesión hacia la familia en el escenario.
'Por favor, damas y caballeros, si desean pasar al salón de banquetes, continuaremos allí' anunció Amanda a las personas restantes en el salón de baile. 'Tenemos otro anuncio que hacer, y la tradicional entrega de regalos entre el Rey Alfa y su hija'. Amaris puso los ojos en blanco mientras Minerva entrelazaba su brazo con el de ella y la obligaba a pasar por la pequeña entrada que conducía al salón de banquetes. La familia real se sentó en la mesa principal mientras el banquete ya estaba en marcha. Un poco después, Amanda se puso de pie y solicitó la atención de todos. 'Me gustaría proponer un brindis antes de la entrega de regalos' dijo cortésmente mientras levantaba su copa, y el resto de la habitación se apresuraba a imitarla. 'Por un largo y feliz matrimonio entre Jess y Fernando, y una larga y saludable vida para sus cachorros. El matrimonio ayuda al fortalecimiento de nuestra especie, y nos une en una alianza, no solo diplomática, sino también de sangre... por favor, beban
Él sabía que tendría que lanzarse sobre Amaris antes de que ella hiciera algo terrible.Nunca se había movido tan rápido en toda su vida.La desesperación que sentía hizo que su corazón se acelerara incontrolablemente, mientras su lobo mordía y aullaba dentro de su cabeza, desesperado porque interviniera antes de que fuera demasiado tarde.Se lanzó hacia ella y, cuando la rodeó con sus brazos, el impacto de la colisión la apartó de su rumbo.Se deslizaron por el suelo del salón de banquetes y chocaron pesadamente contra una pared lateral. El cuerpo de Amaris se llevó la peor parte del impacto, y todo lo que había sucedido, todo lo que la había llevado a transformarse de esa manera, comenzó al instante a perder relevancia. En cuestión de segundos, Amaris había vuelto a la normalidad, y cuando abrió los ojos se encontró con el ceño fruncido del Alfa Nocturne.'¿Estás bien?' Preguntó él, sus brazos aún firmemente alrededor de ella.'Si, creo que sí. Aunque me duele terriblemente la cabe
'No lo haré. Soy su segunda pareja, y ella es mi Luna'.'¡No!' El rey Alfa rugió: '¡Lo prohíbo! ¡No consentiré el emparejamiento!'.De nuevo la sala estalló en protestas, solo que esta vez, mucho más fuertes. ¿Quién era el para negar el destino dado por la Diosa de la Luna? ¿Se creía por encima de su diosa? No tenía autoridad para tomar esa decisión.'Es demasiado tarde para eso, padre', dijo Amaris, cansada de las idas y venidas entre ambos. 'He aceptado el emparejamiento y estamos marcados y apareados. Es irónico que haya encontrado más amor y consuelo en los brazos de mi segunda pareja que en los de mi familia...'.'Amaris...' La expresión del rey Alfa era una mezcla de dolor, pena y culpa, todo junto.Por mucho que le desgarrara el corazón, el hecho de que él estuviera tan dispuesto a regalar las reliquias de su madre a una niña que había engendrado con su amante, fue la gota que colmó el vaso.'No descuidaré mis deberes como miembro de la familia real, pero ya no los considera
'Sí, aunque está agotada. No conseguí encontrarle mucho sentido... pero ella fue inflexible en que no presionó para imponerse, Dijo... que fue como si la forzaran a avanzar'. Dave frunció el ceño. Eso no sonaba bien... parecía que algo más estuviera pasando.Amaris bostezó con fuerza y le sonrió tímidamente.'Lo siento, no sé por qué estoy tan cansada',murmuró mientras luchaba por mantener los ojos abiertos y se estiraba lánguidamente. Las sensuales curvas de su cuerpo estirado en esas posturas tuvieron un efecto devastador en Dave.Sus ojos se oscurecieron y su p*ne se tensó dolorosamente en sus pantalones. Apretó la mandíbula y se volvió hacia el cuarto de baño.'Deja que te prepare un baño. Al menos así estarás totalmente relajada y espero que puedas dormir bien. Ha sido un día infernal para ti'.Amaris se rio.'Sabes, mi vida parecía ser muy simple antes de conocerte, Dave', gritó después de que él desapareciera.Le oyó resoplar a modo de respuesta mientras el sonido del agua co
Amaris asintió mientras él la levantaba de golpe y se ponía al lado de la bañera, descendiendo ambos hasta la tina.Ella luchó por girarse hacia él mientras la obligaba a quedarse quieta, con la espalda apretada contra su pecho, mientras su p*ne se agitaba en su entrepierna.Él le recorrió el cuerpo con las manos y se fijó en sus p*zones, apretándolos y pellizcándolos mientras ella gemía con fuerza deliciosamente y arqueando el cuerpo contra bajo sus caricias, retorciéndose el suyo.Le besó el cuello mientras cada vez que ella se retorcía se hundía más y su p*ne entraba en ella lentamente.'Di las palabras, Amaris, y te llenaré completamente'.'Oh... Alfa... yo... m*erda...'Dave bajó una mano por su cuerpo y empezó a rodear su palpitante nódulo mientras ella se agitaba salvajemente contra sus caricias.'Dilo, princesa...'Mientras gemía y lloriqueaba contra él, estremeciéndose por los deliciosos escalofríos que le producía en todo el cuerpo, de repente se echó hacia atrás y le agarró