Amaris se rio. 'Sin embargo, estoy orgullosa de lo que hiciste, Eva. ¿Sabes cuántas mujeres se habrían limitado a ceder, y habrían hecho lo que él les pedía? El hecho de que te enfrentaras a él dice mucho sobre ti'. El rostro de Eva se iluminó. 'Gracias, Amaris. Eso significa mucho para mí' respondió muy contenta. Una expresión alarmada cruzó su rostro, como si de repente recordara algo. '¡Ah! Casi lo olvido, vine para decirte que el Alfa Nocturne estará aquí en breve para buscarte'. '¿Qué?!' Amaris exclamó en voz alta. '¡¿Por qué?! ¡Mi*rda!' Eva miró a Amaris, confundida. 'Lo siento, Maena me pidió que lo llamara para que viniera a buscarte... ¿no debería haberlo hecho?' Amaris estaba humeando de furia. No podía creer que Maena hiciera algo asi, y causara la impresión de que ella no podía encargarse de las cosas por sí misma. ¿Cómo iba a lograr que él la tomara en serio si cada vez que las cosas se ponían un poco difíciles tenía que correr a rescatarla? Amaris suspiró hondo
El corazón de Amaris se hundió cuando se dio cuenta de que el Alfa Nocturne había atravesado todo el edificio de la empresa y había, de hecho, llegado hasta el área donde se encontraban sus oficinas. El rumor de que él estaba aquí se extendería como un reguero de pólvora a través del edificio de la compañía. Gimió en su interior al imaginar el tipo de interrogatorio que tendría que enfrentar por parte de su padre. Sabía que a su padre no le gustaba el Alfa Nocturne. Había escuchado demasiadas diatribas durante las cenas juntos como para pensar lo contrario. Ahora, su padre querría saber exactamente por qué estaba en su edificio, y cuando descubriera que era por Amaris... Ella se estremeció al imaginar las consecuencias. Al menos ya no tendría que preocuparse por encontrar un muro de silencio esperándola cuando llegara a casa, ni por los trucos furtivos de su madrastra y su hermanastra. '¿Qué estás haciendo aquí, Dave?' Preguntó con un suspiro. Él se apresuró hacia ella y, justo
Amaris gimió cuando él comenzó a acariciar su protuberancia, con un movimiento circular, a un ritmo tortuosamente lento. Se mordió los labios mientras luchaba contra el impulso de aplastarse contra él, de buscar desesperadamente el dulce placer y la sensación de que él la llenara por dentro. Dave levantó una mano para tomar su rostro mientras comenzaba a atacar sus labios, tragando sus gemidos, mientras sus piernas temblaban con las sensaciones que él estaba haciendo crecer lentamente dentro de ella. Sin previo aviso, él retiró la mano de su entr*pierna y concluyó el asalto sobre sus labios, extendiendo su mano sobre la superficie de sus pliegues y presionando Hacia abajo, como si intentara sellarla. Amaris se estremeció ante aquella deliciosa presión, pero al mismo tiempo gimió ante la repentina pérdida de su atención. El le sonrió, y repitió la pregunta una vez más. 'El nombre, Amaris... solo dime el nombre, y te daré lo que quieres'. Las mejillas de Amaris se sonrojaron furi
Poco después de su tórrida sesión, Dave y su Beta, Ben, se marcharon del lugar, dejando atrás a dos de sus hombres como protección, a pesar de las protestas de Amaris. Ella quería hablar con Dave sobre Minerva, para tener una idea de cómo se sentiría él acerca de cualquier posible solución que pudieran encontrar con respecto a la falta de una marca de apareamiento. Aunque aquello todavía no era un problema, sabía que lo sería en el futuro. Los sabios no eran estúpidos, y tampoco lo eran los miembros de la manada. Tener al menos una solución temporal los protegería de sospechas a causa de ese problema. Sin embargo, tenía que admitir que se sentía increíblemente curiosa acerca de su maldición particular, y resolvió que, cuando regresaran a la casa de la manada y las cosas se calmaran un poco, le preguntaría al respecto. Sin embargo, antes tendría que superar la estúpida ceremonia de compromiso relativamente ilesa. Amaris no podía entender por qué su padre querría restregarle en la c
'Correcto. Supongo que es como una cicatriz, pero una que nunca desaparece, ya que es una muestra de la aceptación de la unión, y algo que marca a cada miembro de la pareja como inaccesible para los demás'. 'Dudo que hubiera detenido a Fernando... y tampoco detuvo a tu padre...' Murmuró Maena, enfadada. Amaris optó por ignorar el comentario de Maena, pero sabía que tenía razón. La marca no era infalible, solo era un símbolo de propiedad si uno la aceptaba como tal. 'Papá ya nos explicó lo que sucedería si trataras de marcar a alguien que no fuera tu pareja, así que sé que no es posible hacer solo eso. Pero estábamos pensando: si infundimos la marca en cada uno de ustedes junto con la magia de ataduras de papá, y algo de magia para evitar la curación... él cree que podría funcionar'. Amaris se mordió los labios mientras pensaba en las palabras de Minerva. No era una mala idea, en teoría. Estarían ligados el uno al otro, usarían las marcas del otro, y estas cicatrizarían como de cos
La mejor forma en que podía hacerlo era vistiendo, no con los rojos y plateados de la familia real, sino azul rey y dorado, los colores tradicionales de la manada del Alfa Nocturne.Después de todo, ella era ahora la Luna del Alfa Nocturne y, en lo que a todos los demás concernía, ella era su verdadera compañera y él, contra todo pronóstico, su pareja de segunda oportunidad.'¡Ja! ¡Ellas lo saben! ¡Mira lo disgustadas que se ven esas p*tas!', exclamó Maena alegremente.Tenía razón. Su madrastra se veía como si quisiera asesinarla ahí mismo, y el rostro de Jess era su familiar máscara de sonrisas falsas, pero su mandíbula estaba apretada con fuerza y su mirada era de odio cuando Amaris se acercaba.El padre de Amaris parecía confundido por su elección de atuendo, mientras sus ojos la recorrían en una mirada superficial.Amaris sonrió ampliamente mientras subía las escaleras y saludó a todos, cortésmente pero sin calidez en sus palabras.'¿Olvidaste el código de vestimenta para las func
Una loba fuerte se defendía, y no dependía de nadie más que de sí misma para resolver sus problemas. Una Luna fuerte mantendría a su pareja a tiempo para las citas programadas, o las funciones requeridas. Jess estaba fallando en ambas cosas, y los lobos presentes eran despiadados con sus comentarios.De repente, Amaris vio a Minerva entre la multitud de trabajadores de prensa que estaban siendo admitidos a la función, y sonrió ampliamente. Se disculpó, y con un asentimiento de mala gana por parte de su padre, dejó el estrado y se dirigió hacia ella. Jess vio a Amaris corriendo hacia la entrada, y se burló.'¡Todo esto es su culpa! No puedo creer que haya podido superar a Fernando tan rápido. ¡Espero que obtenga lo que se merece!' Siseó, y su madre entrecerró los ojos peligrosamente hacia ella.'Si no hubieras sido tan mald*tamente impaciente y hubieras seguido nuestro plan original, esto no sería un problema. No puedo creer que hayas sido tan estúpida como para quedar embarazada de un
Minerva hizo una mueca y se encogió de hombros, mientras se enfocaba intensamente en la pantalla digital de la cámara que había traído consigo.'Querían que una periodista de la agencia informara, así que aquí estoy. Si no les gusta, pueden besarme el trasero'. Resopló mientras fruncía el ceño, con expresión de concentración.Amaris la observó luchar con la cámara durante un rato mientras se dirigían a un área más tranquila del salón. Tomó una bebida para cada una de uno de los camareros que pasaban, y ocuparon sus lugares discretamente en un pequeño sillón a un lado.'Ah... ¡Por fin! Dios, a veces, odio estas cosas'. Minerva murmuró mientras volvía su atención completamente a Amaris. 'Está bien, lo siento, estas mald*tas cámaras pueden ser una pesadilla a veces. Ahora. Maena. Fernando. Escúpelo todo'.Amaris se rió. No estaba segura de que fuera una buena idea discutir eso con ella en este paraje. Si la persona equivocada escuchaba el más mínimo susurro de lo que había sucedido, esta