El aire frío hace que mis pezones se pongan de punta justo cuando Darren envuelve uno con su boca. Sus dientes rozan la carne sensible a través de mi sujetador.

Necesitando más, me acerco hacia atrás, hago un movimiento rápido para desabrochar el sujetador. Se ríe, pero no quita su atención de mi pecho.

Quiero sentir su piel, así que empiezo a desabrocharle la camisa. Cuando termino, la coloco sobre su hombro justo cuando cambia al otro pezón.

Mi mano se desliza sobre la piel de su espalda, la suavidad me hace querer sentirlo más. Meto mi mano en su cintura y sonrío cuando sus músculos duros como una roca me saludan.

“¿Alguien te ha dicho alguna vez que tienes el culo más firme del mundo?”, pregunto, haciendo una mueca ante mis propias palabras.

Se ríe, el sonido profundo vibra a través de mi pezón, haciéndome gemir.

“Gracias”, murmura.

Levanta la mirada y le sonrío. Luego emprende un nuevo viaje, haciendo que mi cuerpo vibre de emoción. Cuando sus labios tocaron una de las horr