"¡Imposible!". Valery grita, cayendo al suelo mientras se agarra el estómago.

“Nada es imposible querida hermana, tú más que nadie deberías saber eso”, se burla Hailey.

La herida de Valery estaba muy abierta y la sangre brotaba a un ritmo alarmante. Intenta levantarse, pero Hailey la golpea con tanta fuerza que pierde el conocimiento.

Luego se inclina y saca algo del bolsillo de Valery antes de enderezarse.

"Perra", gruñe mirando a su hermana con odio.

Miro fijamente a la mujer que parece una versión mayor de mí. Una mujer que se suponía estaba muerta pero que está muy viva. Sentía que mi cabeza estaba a punto de explotar. Tenía una sobrecarga de información que no sabía cómo manejar.

Ella se vuelve hacia mí y se acerca a mí con una sonrisa tímida e insegura. Me quedo ahí sentada, completamente congelada, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar.

"Voy a soltar las cadenas, ¿está bien?", ella pregunta suavemente.

Asiento aturdida. Incapaz de apartar mis ojos de ella. Las preguntas