Jasmine le deja el desayuno, Blaine se queda con Blake y ella se va al hospital para saber de su hijo y también para relevar a sus otros hombres. Edgard la recibe con la noticia de que puede permanecer con él una hora por la mañana y otra por la tarde, además de que el pequeño al fin está despierto.
—Esa es una excelente noticia —dice Jasmine con algo de temor. Está feliz, realmente feliz de saber que su hijo tiene la mitad de la batalla ganada, pero no deja de sentir ese miedo que la embarga más de la cuenta y sabe que no es por él, sino por Blake. Sabe que desde ahora todo esto sólo lo tendr
Blake llega al hospital frustrado, pero respira muchas veces antes de entrar con su hijo porque no quiere que lo vea alterado, él no tiene la culpa de que fuera un idiota en el pasado. Camina con decisión para pedir la autorización de verlo, cuando se cruza con Scarlett, quien se acerca rápidamente
Por eso, ha llamado a los hombres de mayor confianza de su padre, los que espera le prometan lealtad a él como albacea de un título que pretende tome su hermano menor cuando cumpla la mayoría de edad. También necesita consejo para definir qué pasará con su padre y su hermana, puesto que ambos están
Al amanecer, Blake abre los ojos y se queda mirando a su hijo que aún duerme, sonríe al verlo con esa sonrisa que nunca se le borra a pesar de todo lo que está viviendo. Minutos después, Blas también se despierta y se acerca a él. —¿Está bien si te quedas solito unos minutos? Quiero ir a casa tempr
—Escúchame —le dice él arrodillándose frente a ella y tomándole la barbilla—. Te amo y si hay algo de lo que siempre me arrepentiré es de haber dudado de ti y de ser tan idiota al creer que estar con otra mujer me haría olvidarte… es lo peor. Si no me crees, puedes preguntar en el hospital, hay grab
Ivania se queda paralizada ante la mirada escrutadora de Blake, quien parece aturdido aún al ver a su hermana en aquel cuarto. Zane se gira también para verla sin comprender del todo, hasta que Blake reacciona al fin y vuelve a golpear a Zane, sólo que esta vez no se detiene. —¡No, Blake! —grita su
—Verá, mi mujer no me cree que pasé toda la noche aquí cuidando a mi hijo y tampoco que una mujer desconocida me atacó esta mañana, ¿podría ayudarme? —Claro, claro… adelante. Blake la sienta en una silla vacía y se coloca de tal manera que ella no puede salir del cuarto. Mientras los hombres habla