Era como sus pesadillas, esas que se proyectaban todas sus noches y que la atormentaban y por las que tenía que consumir medicamentos para dormir y descansar algo. Corría desbocadamente sin mirar atrás porque, aunque lo que había encontrado en la clínica era a un hombre, en su cabeza la imagen de un lobo de ojos dorados que buscaba desgarrar su cuello era lo que pasaba por su mente. Lo único positivo era que por más que soñara lo mismo nunca era alcanzada, por lo que sentía algo de confianza, pero esta vez se sentía tan real que no sabía si estaba soñando o era la cruda realidad. La lluvia golpeaba cada parte de su cuerpo y la frialdad se filtraba por cada poro de su piel eso solo la hizo rezar por su propia vida, porque esto parecía de verdad, no una simple pesadilla. Lo que no podía escuchar nada. Solo podía agradecer ver delante de ella debido a la luz proyectada por los rayos que aparecían constantemente, sin embargo, el mismo ruido provocado por ellos le hacía inútil saber dónde
Quizás las palabras que Selena escuchó fueron el detonante de algo porque, aunque, no dejó de llorar sí abrió un poco sus ojos para ver quién era aquella persona que estaba sobre ella. La lluvia todavía caía fuerte por lo que fue el complicado, pero en medio de la broma pudo definir algo del resto del hombre lo justo con los recordaba de la clínica y pudo llegar a una conclusión. No sabía quién era aquel extraño y tampoco le resultó familiar pero un sentimiento de nostalgia se alojó dentro de ella. Sin embargo, en la posición que estaba no tenía la racionalidad suficiente para pensar. El sentimiento de supervivencia con el que había vivido los últimos años prevalecía ahora y dictaba que debía alejarse de él a como diera lugar. -Déjame ir, por favor- suplicó aún haciendo algo de fuerza con sus manos en un intento de soltarse, pero era inútil. La mano grande del lobo impedía que las suyas se movieran del lugar. Las tenía atrapada con facilidad y la cadera masculina presionada sobre la
Lord suspiró al notar que no lograría más de la mujer inconsciente ahora entre sus piernas. Se incorporó sobre sus rodillas y echó la cabeza hacia atrás. Apretó los dientes, tan fuerte que sus colmillos que estaban para ese momento completamente desenfundados hirieron su labio inferior. Su pecho subía y bajaba por la excitación que recorría su cuerpo, así como la sangre que palpitaba duro en sus venas. La lluvia se desplazaba por todo su ser, pero la frialdad de esta no podía apagar el fuego que lo estaba recorriendo, y que tenía a su miembro erecto entre tus muslos debido a la estimulación a la que había sido sometido. Dolía reclamando unirse con su pareja, pero no podía hacerlo con alguien inconsciente y más con lo molesto que se encontraba después de 10 años de búsqueda y que por fin la había podido encontrar.Apretó sus manos tanto con sus nudillos se volvieron blancos, las penas de su cuerpo se marcaron sobre la piel, su sangre latía tan fuerte que sonaba en sus oídos y tenía que
Lord aprovechó que el lobo había salido y caminó en dirección a su cama dejando a su mate sobre su regazo al sentarse. Fue entonces que se dio cuenta que se encontraba agotado por la falta de sangre y por tener que contenerse en muchos sentidos. Además, tenía todo el cuerpo empapado y frío. La joven en sus brazos soltó un sonido con la garganta y se removió, pero no despertó del todo.Lord apreció ahora mejor, con la luz de la habitación el rostro de ella. Sus delicadas fracciones que habían madurado, pero dejando aquel aire inocente que engañaba a cualquiera. Su Luna era capaz de enfrentarlo sin miedo. Su cabello aún se mantenía suave y la textura de este le recordó cuando se quedaba dormido con aquellas hebras sobre su pecho. Sus labios se habían hecho mucho más carnosos y se encontró lamiéndose los suyos. Ya los había probado y el sabor de ella aún quedaba en su paladar y solo quería tomar más de ellos. Ella tembló y se pegó un poco más a él. Tenía frío. Lord dejó salir sus garras
El lobo tenía muchas incógnitas en lo que se relacionaba con su mate y eso lo estaba desesperando. No era alguien que tuviera el don de la paciencia y tener que estar con dudas hacía que se incomodara. Y eso no era bueno para los que estaban alrededor de él. Ya la habitación comenzaba a llenarse de feromonas que hicieron retroceder a Sena en advertencia, aun cuando no era él el centro de su molestia.Al final soltó un suspiro y corrió su cabello hacia atrás que ya comenzaba a secarse.-Cuándo abrió sus ojos al despertarse y verme lo primero que hizo fue salir corriendo huyendo de mí, en vez de sentirse feliz por habernos reencontrado- dijo con los dientes apretados- hemos estado separados durante 10 años, la arrebataron de mi lado, ella de seguro también estaba buscándome.-Quizás asustó haber estado tantos años separados. A lo mejor no le reconoció pues se acababa de despertar y demás- Sena siempre era muy analítico con las situaciones-Eso se puede decir en un primer momento, pero i
-AAAHHHHH- Serena se despertó de golpe sentándote tan más rápido en la cama que se marea en el proceso y cayó de nuevo hacia atrás.Qué demonios. Maldijo abriendo los ojos y llevando su mano la cabeza frotándola. Esta parecía querer rajarse a la mitad del dolor que tenía. Miró hacia arriba y había un techo sobre ella y por el rabillo del ojo pudo definir la habitación donde estaba durmiendo. Era la que ella había limpiado el día anterior Entonces… ¿Qué había pasado?Fue entonces que reaccionó y varios recuerdos pasaron por su mente y la respiración se volvió agitada en su pecho. La lluvia de anoche, el lobo que había encontrado y curado… el hombre que había visto al abrir los ojos… y que le había caído detrás. La había tocado, besado y… ¿qué más? Sus recuerdos estaban tan difusos que no los podía diferenciar. Lo peor es que ella… no podía definir si era verdad o mentira todo aquello.Estaba acotada en la cama, vistiendo uno de sus pullover inmenso. Sus muñecas no tenían marcas ni roje
Selena estaba tan atareada en ese momento que no se percató lo cerca que estaba el lobo de ella, así que cuando se giró al abrir la puerta de su casa soltó un chillido bastante sonoro. Lord gruñó pues taladró su muy afinado oído. Y ese gruñido la puso más nerviosa.-Buenassssss, Buenaaaassss- desde abajo casi estaban tumbando la puerta.El corazón de Selena casi se le quería salir de su pecho. Entre aquella persona insistente y el animal que parecía esperar expectante para entrar. Ella alzó una ceja. Se estaba volviendo loca eso sí. Por lo que intentó algo. Abrió levemente la puerta justo para que el lobo pudiera ver el interior y para su sorpresa este entró como si esa fuera su casa. La boca de Selena se abrió.Se quiso abofetear mentalmente. No podía creer que aquel lobo fuera lo suficientemente inteligente para entenderla. Era un animal salvaje. No había estudiado años veterinaria por gusto, sabía el comportamiento de ellos, sobre todo porque los había estudiado a profundidad. A pe
Selena salió del baño para darse cuenta te había dejado encerrado al lobo en su cuarto, en dónde estaba su ropa. Había intentado no pensar tanto en el tema, pero había batido un maldito lobo en su cuarto. Este podía arrancarle la cabeza si quisiera y todavía se preguntaba de dónde demonios le salido la loca idea, pero bueno ya lo tenía dentro, no era como si pudiera votarlo a patadas sobre todo cuando el día anterior lo había rescatado y curado. Aunque era consciente que tenía que dejar que él volviera a su hábitat natural. Era un lobo, no un perro. Cerró los ojos y respiró profundamente, tenía que pensar rápido y racional y hacer bastantes cosas, lo primero de momento era vestirse ya después haría lo demás paso a paso.Se envolvió la toalla alrededor del cuerpo y con mucha cautela se acercó al cuarto para no llamar la atención. Sabía que el lobo de seguro ya sabía sus intenciones, ellos tenían un oído muy fino por no decir su olfato, pero no quería alarmarlo o que él se llevara la im