NarradorLas horas transcurrieron rápido, se sentó en el sofá mientras leía un libro para esperar por él. La noche era sin estrella, la quietud del ambiente anunciaba una gran tormenta.Los vientos cada vez eran más violentos, los árboles se sacudían de un lado a otro, deseaba con fervor que él llegara a tiempo. Los lobos que custodiaban la zona estaban inquietos como si percibieron la presencia de algo más en esa oscura noche.Un fuerte gruñido se escuchó a lo lejos, Amelia se alertó, luego de eso se dirigió a Elizabeth quién permanecía expectante a lo que acontecía. Observó a su compañera acercándose a ella, luego de manera repentina, la luz se cortó dejándola a oscuras.-Sígame, señorita... indicó como si algo la hubiese alertado de un peligro.-Es solo una tormenta... comentó Elizabeth.-No, es la tormenta lo que me preocupa, si no que solo tenemos un guardia custodiando la entrada, los otros no han regresado. -¿Qué?... bien, dame el teléfono voy a llamar a Alfred.-Si, por supue
Narrador No podía tan solo ignorar lo que acababa de suceder en aquella habitación, ¿cómo era posible eso?, ¿Alfred la estaba engañando? Bajo las escalera en silencio, ignorando todas las pregunta que le había hecho Amelia. Elizabeth parecía estar en un estado de shock, como si algún mal recuerdo se apoderaba de su mente, o quizás había caído en la realidad de lo que sucedía, pensó Amelia.Con el celular en la mano y miles de preguntas que revoloteaba por su mente, decidió comprobar lo que Rapsody le había dicho y llamo a su prima.El celular sonaba, pero nadie respondió aún así, no se dio por vencida y marco a su madre, pero no hubo resultado. Luego pensó en una persona que sabría sobre su regreso y era la tía de Abril quién había regresado a su país antes de tiempo. -Hola, mi querida Elizabeth, que sorpresa tu llamada, ¿le ha pasado algo a tu prima o a tu madre?, le dijo y su respuesta fue muy claro, con eso pudo darse cuenta de que ellas aún estaban aquí.-Tia, mi madre te dijo
Narrador En el reino de Castleville se encontraba el alfa Tarik junto a la princesa de Kyra dando directivas. Alfred había llegado a su reino e intentaron impedir su paso los hombres del Alfa, pero ni siquiera tuvieron oportunidad. Sus más leales hombres se encontraban dentro del castillo, desconociendo la nueva posición de Alfred, Tarik intentaba ejercer dominio sobre las nuevas tierras conquistadas, o por lo menos eso pensó. Alfred avanzó en dirección a quién había puesto a prueba su confianza, lealtad y falló ahora conocería el castigo. Abrió la puerta de su despacho y se encontró con el Alfa sentado en su trono junto a su hija quiénes al verlo quedaron en estado de shock. -¿Qué haces aquí?, preguntó él luego observó a los guardias, nadie se atrevía a retarlo incluso él sintió temor al verlo allí. -Así es como muestra tu lealtad… río Alfred, el alfa Tarik no tuvo oportunidad de hacer un solo movimiento ya había sido rodeado por los hombres de Alfred… -Has cometido un error, b
ElizabethEscuchar la voz de Alfred fue como escuchar la melodía de una dulce canción, por un momento todos esos terribles pensamientos desaparecieron de mi mente y éramos solo nosotros.Pero no podía engañarme mi realidad me daba una bofetada por la cara cuando veo el la situación en la que me encuentro... Y es, ¿quién se cree para hacerme ésto?Yo no voy a ser una más de sus mujeres, no pienso someterme a sus reglas, si cree que lo esperaré por veinte años ha cometido un gran error. Estoy tan molesta por su trato, en un principio creía que éramos solo nosotros, pero eso jamás podrá ser.Puedo aceptar que sea un hombre lobo y vivir a su lado, lo haría sin pensarlo, pero no puedo tolerar este tipo de humillación.Veo cómo Amelia habla con él con tanto entusiasmo, solo escuchar cómo le habla hace que se pongan los pelos de puntas. Estoy tratando de contener mi irá antes de ir y arrebatarle mi teléfono.En un impulso me encuentro detrás de ella, y escuché la voz de Alfred diciendo que te
ElizabethTodo mi cuerpo tiembla involuntariamente al sentir la presencia de una sombra negra hacia nosotros, el vampiro detiene mis movimientos con su agarre, sus asquerosas uñas largas se incrustan en mi piel.Contengo la respiración mientras siento los colmillos de vampiro acercándose peligrosamente hacia mí. La sombra comienza a moverse con velocidad, e imagino que deben ser más de ellos que vienen a reclamar parte de mi sangre. Creo que he cometido un gran error.-Dime humana... estás dispuesta a pagar el precio por este favor?-¿Cuál es el precio? -No es difícil de adivinar, queremos un poco de tu sangre antes de comenzar el trabajo, luego vendremos a cobrarte el resto... dijo riendo.-Tranquila, no acabaremos con tu vida.-¿Tenemos un trato?, me preguntó, luego de eso tomó distancia de mí.-Este favor te saldrá caro, con que el Alfa de Castleville, uno de los hombres más peligrosos.-¿Cómo sabe...-Llevas impregnado su asqueroso olor a perro, me extraña que nos haya llamado tú.
Alfred-Creo que será un final feliz después de todo, comentó Zack, haciendo referencia a que ya había pasado lo peor.-No existe tal cosa, le dije lo que pienso y el se quedó en silencio esperando que justifique mi comentario.-Yo jamás pienso en eso, un final feliz, suena a cuento de niños, además... esta historia recién comienza dije y comencé a reírme.-¿Ya está todo listo?, le pregunté haciendo mención a una sorpresa que estoy preparado, debo decir que me parece algo tonto todo la cursilería, pero entendí que en esta ocasión es necesario.Si fuera por mí en estos momentos estaría junto a mi Luna haciéndole el amor como loco, haría que se venga una y otra vez... ¡uf!, de solo pensarlo hace que todo mi ser se estremezca. Ha sido un gran esfuerzo para mí alejar a mi Luna, pero era necesario, no quería que me vea como estaba.Mis enorme heridas aún no sanaban, y no tenía la fuerza para tomar el control de mí, suelo ser muy agresivo cuando estoy así. Ella es lo más hermoso que la vida
AlfredMuchas preguntas invaden mi mente mientras intento alejar a esos malditos chupa sangre del camino. Se me hace muy extraño verlos dentro de mi territorio sin que ninguno de mis hombres haya percibido su presencia, sé que algo extraño está sucediendo, pero por el momento solo me importa que mi luna este a salvo.Su mirada es esquiva como si sus ojos ocultaran algo, no quiero obligarla a mentirme así que solo me límite a preguntar si estaba bien. Ella asintió sin pronunciar ni una sola palabra, está asustada lo sé.Hice varias llamadas en el camino para que se encarguen de ese asunto, no tengo tiempo para lidiar con ellos estoy preocupada por mi Luna, su aspecto no es el mejor.Llegamos a mi mansión, ella ingresó rápidamente mientras yo doy un par de directivas. Observo el asiento y veo ¿sangre?...Sigo con la mirada a mi Luna, hice a un lado mi teléfono y corrí hacia ella.Ví como intentaba esconder su herida, al parecer no quería que me preocupara por ese asunto, ¡pero que tont
NarradorElizabeth estaba disfrutando de la ducha mientras muchas preguntas invaden su mente. Estaba feliz de estar al lado del hombre que amaba, pero qué tanto podía confiar en él se preguntaba.No podía ignorar la aparición de Amelia, cómo podía hacerle eso y luego llamarlo mi amor como si nada. Además, pensaba en su familia y ese hecho le preocupaba por demás, estarán a salvo se preguntó, luego el sonido de una llamada entrante la hizo volver en sí nuevamente."¿Han capturado al infeliz?- bien iré para allá, yo les enseñaré que nadie debe meterse con mi Luna" escuchó detrás de la puerta.Si Alfred descubría su plan todo resultaría un desastre, quizás se había preciado en involucrar a los vampiros, no confiaba en ellos, pero Alfred se había convertido en alguien impredecible o quizás eso le habían hecho creer.Tal vez solo debía hablarlo con el pensaba, pero no podía permitir que se entere de esa forma. Salió de la ducha con rapidez para impedir su paso.-¡ALFRED!, gritó, él se detu