AlfredNo puedo creer que después de tantos años me encuentre con la necesidad de comprometerme. En parte sé que es lo mejor, la manada necesita a su luna, y de todas las opciones la hija del Alfa Tarik es mi mejor opción.Estamos a media hora de llegar a destino y no he podido dejar de pensar en Elizabeth, me siento terrible. Quisiera que por un momento olvidemos todo y estar una vez más junto.El aire se atasca en mis pulmones cuando veo lo cerca que estoy de cambiar mi destino, realmente no quiero hacerlo, siento que moriré de dolor.Mi lobo agoniza dentro mio, no puedo hacer ésto me dije a mi mismo. Ingresamos a la entrada principal, y allí nos esperaba el Alfa.Lo saludé amablemente, luego él extendió su mano para invitarme a pasar, el lugar era hermoso pero pequeño me recordaba a un lugar donde visitaba junto a mi madre. Tomamos asiento y rápidamente nos pusimos al corriente. En ese entonces noté que todas las manadas estaba en la misma condiciones y hasta peores. Ameritaba una
NarradorAlfred descendió de su coche mientras Elizabeth observaba desde la ventana. No podía negar que la asustaba su reacción ante lo sucedido.Tomó aire, mientras aún pegada a la ventana vé como Alfred abre la puerta trasera de uno de los coches y una hermosa mujer, muy elegante baja con su ayuda.Ese episodio le ocasionó un fuerte dolor de cabeza.“Yo preocupada por toda la manada y tu detrás de otra mujer", dijo mientras apretaba sus puños con mucha rabia.No pudo sentarse a esperar una audiencia con él, antes se detuvo para observar su aspecto frente al espejo acomodó mejor su ropa y el moño que llevaba en la cabeza. “¿Quién es esa mujer se preguntó?", mientras caminaba a toda velocidad, pero una mano la detuvo.-Señorita Elizabeth, usted tiene prohibido el ingreso.-¡¡HAZTE A UN LADO, ZACK!!, dijo en un tono amenazante. -No me obligue a utilizar la fuerza, ¡por favor!-No te atrevas a tocarme, sal de mi camino si no quieres problemas, hablo con tanta firmeza que Zack solo asi
NarradorLos brazos de Elizabeth sujetaba al cuerpo de Alfred con fuerza, se acurrucó en su pecho mientras dejaba caer sus lágrimas por su gran dolor.Escuchaba los gruñido de Jack quién parecía librar una batalla para mantenerse junto a ella. Tomó distancia de él al ver cómo empezaba a moverse con brusquedad, podía sentir como Alfred se resistía a cambiar de forma.Al cabo de un minuto, se quedó parado casi inmóvil con la mirada gacha apretando sus puños, como si estuviese preparado de lanzar un último ataque.Elizabeth observaba con temor al percatarse de que Alfred había recuperado el control de su cuerpo. En ese momento sintió más miedo a él que a su lobo.Con el ceño fruncido le dedicó una mirada que no demostraba más que desprecio y desaprobación.-No te confundas, no volverá a ocurrir otro episodio como este, dijo en un tono seco que la dejo sin palabras. No sabía sie tendría otra oportunidad de poder estar frente a él, así que aprovecho el momento.-Necesito hablar contigo. Ju
NarradorPasaron varios días desde la última vez que había visto a Alfred, su corazón agonizaba de dolor por su crueldad. Le molestaba mucho su actitud, no podía creer que haya desterrado a su amiga de toda la vida de esa manera.No le importó su súplica, ese hombre no tenía corazón y lo peor de todo era lo que ella sentía por él, estaba enamorada y sufría por ello.La princesa Kyra se paseaba por el castillo como si fuera la reina del lugar, Alfred no había confirmado su relación con ella, pero su presencia incomodaba a Elizabeth.La observaba desde lejos cómo se dirigían a ella y las libertades que le daba Alfred. Caminaba libremente, sin prisa alguna y lo que aún más le molestaba esa sonrisa que parecía tallada en su cara a toda hora.No había tenido la oportunidad de conocerla, por que odiaba la idea que ella sea quien ocupe su lugar, y quién había ayudado a que se haya olvidado de ella tan fácilmente.Se sentía vacía sin su familia a pesar de hablar con ellos con frecuencia, pidi
-Señor, ya hemos hecho el rastrillaje por cada rincón y me temo que... pensó antes de hablar.-Dí lo que tengas para decir, Zack.-Los miembros de la orden se han retirado, dijo con pesar temiendo la reacción del Alfa.Alfred se quedó en silencio observando a lo lejos, tratando de comprender cual podría ser la razón. Jamás esperaba que los mismo miembros y todos lo que la componen se retirasen sin presentar batalla. Ese hecho solo le generó más dolor de cabeza, era obvio que detrás de ese movimiento había un plan, y él no pretendía retirarse.-Que nadie abandone su puesto, permanezcan alerta, yo regresaré en un rato, dijo antes de marcharse.Salió en busca de respuestas, odiaba lo que estaba a punto de hacer pero era una forma de acortar el camino y lo cual lo podría conducir hacia la victoria.Sentía mucho peso sobre su espalda después de asumir el compromiso de representar a varias manadas. Sin otro mejor plan, aceptó la cita con el viejo vampiro a quien tanto detestaba.Las enorme
Alfred Corrí con todas mis fuerzas solo quería llegar hacia ella y ponerla a salvo. No puedo arriesgar a que algo le suceda porque podría perder la razón y juro que el mundo temblará ante mi furia, porque nadie debe tocar lo que es mío.La entrada de mi reino se abrieron ante mí, todo marcha con absoluta normalidad aún así, tomaré precauciones. No podría existir un lugar más seguro que este, no será nada sencillo atravesar los muros.Marché rápidamente hacia mi habitación para poder ducharme y vestirme... Aproveché para hacer varias llamadas, necesito que todos permanezcan alerta. No permitiré un atentado a Castleville, ni de las manada que me rinden tributo.Pregunté por Elizabeth, me dijeron que se había reunido con la princesa Kyra, eso es algo que llamo mi atención, quiero saber qué es lo que sucedió.-Francisco, dile a la princesa que venga a mi despacho, por favor.-De acuerdo.Es muy difícil encontrar la calma, desde que la orden mundial puso los ojos sobre nosotros. Me cuesta
Primero Greace, luego la princesa Kyra, siento que voy a perder la cabeza. Por fortuna Matthew tenía clases y con esa excusa me marché de ese lugar.-Elizabeth, puedo pedirle a mi maestro que venga aquí, quiero que te quedes conmigo, ¡por favor!, suplico el niño esperando la aprovación de Alfred.Estoy segura que con el paso del tiempo este niño hablando el corazón del lobo, por qué se que va a lograr convencerlo. Por supuesto que la princesa Kyra no lo iba a permitir.“Es mejor que vayas a la clase pequeño Matt, aquí te distraerse mucho", hablo con dulzura y no pude evitar molestarme. ¿Por qué se mete?, observé a Alfred esperando que dijera algo, pero su teléfono comenzó a sonar.-¿Qué?, ¿cómo hicieron para poder pasar?, te dije que estuvieras atento. Has lo que te pedí, y deja pasar a ese infeliz, yo le dí mi autorización pero con escoltas. ¡Los espero aquí está noche, Francisco!No sé qué es lo que está sucediendo pero estoy preocupada, quería preguntarte abiertamente, pero no pued
ElizabethQuedé sorprendida al escuchar mis propias palabras, Alfred apretó la mandíbula y eso no es nada bueno.-Alfred... -Dime realmente qué fue lo que hablaste con él.-Nada importante, me ofreció ayuda en caso que lo necesitará, me recordó lo que me había dicho con anterioridad.-¿Ayuda? ¿para qué?-En el caso de que algún lobo quisiera dañarme podría acudir a él o a los suyos, le dije y creo que esa información no le basto a Alfred.-Me dijo que pertencía a un grupo especial o algo así que defendía a las personas de la brutalidad de los lobos, al terminar de decir esas palabras él comenzó a reírse.-Los maldito chupa sangre crearon un grupo para defender a las personas... ja ja jaJamás había escuchado algo más gracioso, dijo mientras de reía. -¿Y tu le creíste?, me miró y rápidamente se puso serio esperando mi respuesta.-Le pedí que no volviera a llamarme, no confío en él después de lo que hizo.-Mira mamá Elizabeth lo que dibuje, interrumpió Matt enseñandome lo que acaba de