-Tu chófer jamás llego, por fortuna el señor Russo, había pasado para dejar algo a casa y se ofreció a traerme. -El señor Russo, ¿es una broma?, no quisiste que Andrés te trajera, pero sí un desconocido, respondí y ya estoy perdiendo la paciencia.-Sí... es que no aguantaba las ganas de verte, me dijo colgándose de mi cuello para besarme, no quiero dañar está noche, pero luego solucionaré este tema con ese imbécil.-Estás muy linda, Elizabeth, no deberías de arriesgarte de ese modo cuando mi celo está cerca.-¿Celo?, preguntó y comenzó a reírse.-Si preciosa, no sobreviviría a mí.-¿Y eso por qué?, preguntó tímidamente.-Porque en ese momento pierdo el control, tú eres humana, no te expondría a tal peligro.-¿Qué tan terrible es?, preguntó.-Te cogería muy duro, a cada rato... como una animal salvaje, sería estupendo estar contigo, pero no mereces que te trate así, aún no estás lista.Ella estaba roja como un tomate, no pude evitar reírme al ver su reacción...-No debes avergonzarte c
Despierto por la mañana, observando a mi alrededor y una sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar la hermosa noche que pasamos con Alfred.Fui a ducharme, juro que no hay nada que pueda arruinar la felicidad que siento. Salí del baño, me vestí, me senté en el balcón mientras lo espero.Tomé mi teléfono, miró la hora y me doy cuenta de que ya pasó más de una hora... baje imaginando que quizás está haciendo algún negocio, por qué sé que es muy capaz.Estaba lleno de personas, me acerqué al mostrador y pregunté por él.-El señor Alfred se marchó anoche.-¿Ha dejado algún mensaje para mí?-No, señorita.Tome mi teléfono para llamarlo, tengo el presentimiento de que algo paso. -Hola, escuchó del otro lado a una mujer.-¿Quién eres tú?, , necesito hablar con Alfred.-Soy Greace, él está ocupado en este momento, escuché, y eso me molestó mucho, ¿qué hace con ella?, me pregunté.¡Maldita seas, Alfred!Salí del lugar, increíblemente no había ninguno de sus perros esperando, o por lo menos d
NarradorElizabeth se había paralizado al escuchar a Jack, tenía mucho miedo, lloraba con desesperación...Apretó los ojos intentando consolarse, no podría escapar de su agarre, luego el cuerpo de él comenzó a moverse de una manera extraña.En ese momento sintió sus labios rosando por su cuello depositando un dulce beso, luego todo su cuerpo se relajó y la soltó.-¡No podré mantenerlo por mucho tiempo!, ¡Aléjate de mí, por favor!, dijo Alfred... mientras parecía luchar con su lado animal. Sé empezó a escuchar gritos y gruñidos, mientras haciendo movimiento brusco.-¡Detente, Jack!-Vete, Elizabeth, ¡no quiero lastimarte!Elizabeth tomó su ropa, y se dirigió hacia la puerta con desesperación. En ese momento se dio cuenta de lo que sucedía, y de lo que Alfred le había advertido, "no podrás sobrevivir a eso" resonó en su mente.Zack, y Greace ingresaron al despacho para poder ayudarlo... Elizabeth se dirigió hacia el coche para poder marcharse como Alfred se lo había dicho.Tuvo mucho mi
NarradorEl gran lobo negro estaba parado frente a ellas mostrando sus afilados colmillos, dejándolas inmóviles.Greace bajo la mirada, por qué sabía lo que eso significa, y Elizabeth no se atrevió a hacer otra cosa. Salió de la mansión, Greace subió a su auto y se marchó, mientras que Elizabeth se dirigió hacia dónde se encontraba Matthew, para poder verlo, y distraer su mente.Esperaba que Alfred, o quizás Jack, apareciera en ese momento, pero no ocurrió. -Mi Luna, interrumpió Zack, mientras ella servía una taza de café.-¿Cómo está Alfred? -Estará bien, pero me temo que debo pedirle que abandone este lugar.-Pero quiero estar con él.-Lo siento, Luna. La orden del señor fue clara.-Permíteme hablar con él... seré la única responsable de lo que suceda, ¡por favor!-Si la dejo pasar voy a tener problemas con su Majestad... No le agradará esto.-Te prometo, que me despediré, luego me marchó.Zack, sabía que no podría detenerla, había notado lo escurridiza y necia que era esa mujer,
NarradorEn el transcurso de los días, Patrick había logrado reunir a muchos enemigos que buscaban vengarse del Alfa, además de poner en contra algunos miembros de su manada.Matthew era su familia, y no iba a permitir tal burla. Sé reunieron en secretos para poder discutir los detalles del plan, Alfred no tendría escapatoria. En aquel lugar también participaban cinco vampiros, entre ellos el señor Gabriel Russo.-Quiero verlo sufrir, como lo hizo con nosotros, no tendremos piedad, comentaba Patrick, haciendo que todos apoyarán la emoción.-Para comenzar, necesitamos de los encantos de Valkiria, una vampiresa sexy quién se encargará de burlar la seguridad, -yo guiaré a la manada, y el señor Russo, hará el trabajo de inteligencia. Quiero que acabe con toda la familia de la humana.Si había algo que más odiaban los vampiros, y sobre todo el señor Russo, era recibir órdenes de un asqueroso perro, él tenía su propio plan, solo tenía que encontrar la forma de deshacerse de sus compañeros.
Hola señor Marqués, nos honra con su presencia, me dijo el infeliz de Patrick.-HE SIDO MUY PACIENTE CONTIGO, CÓMO TE ATREVES A DESAFIARME...-Oh, tranquilo, Majestad, no creí que yo representara algún tipo una amenaza.Además, no es forma de agradecerme por haberle traído a viejos amigos, que estoy muy seguro que se alegrará de verlo. Me respondió el infeliz, en ese momento me di cuenta a qué se refería.Su manada aparece detrás de él, y luego cuatro vampiros. -¡MALDITO INFELIZ!, cómo te atreves a deshonrar a tu propia raza, trayendo a esos malditos chupa sangre hasta aquí, respondió Zack, al borde del descontrol.-Lo siento, sucede que no podía negarme a darle una gran sorpresa a su Majestad. Una risa escapa de mi boca, porque su esfuerzo ha sido inútil, es un nuevo siglo. -AQUÍ, NINGUNO ES BIENVENIDO, UN SOLO MOVIMIENTO, Y ESTE LUGAR SERÁ SU TUMBA, comentó Francisco, liberando su lobo.-¿Qué es tan divertido, Alfred?, sus amigos quieren escuchar.No tengo tiempo de tonterías, solo
Llamé a Elizabeth, pero no respondió... Estacioné en la mansión, y veo a los demás lobos, junto a varios cuerpos sin vidas. Marqué al número de su prima, y rápidamente escuché su voz.-Hola Abril, ¿dónde están?, pregunté sin más, imagino que deben estar espantadas.-Hola señor Marqués, estamos en su hotel junto a mi madre y mi tía, Elizabeth nos dijo que nos quedemos aquí.Maldecí por lo bajo, le dije a mi Luna que no involucrara a su madre pero como era de esperarse no aceptó mi recomendación.¡Esa mujer me volverá loco...!Sabía que ella había logrado escapar, tenía curiosidad por saber cómo lo había logrado. Además, no atiende el puto teléfono.-QUIERO QUE REGISTREN TODAS LAS CAMARAS, AHORA... Ordené, necesito encontrar a Elizabeth. Después de lo sucedido, necesito verla para decirle que la quiero devuelta.Rastree la ubicación del teléfono que le regalé, me marca que va en dirección del hotel, sonrió de lado y piso el acelerador a fondo...........-¿Dónde está tu prima, Abril?, pr
Alfred tomó de mi brazo con fuerza, fue imposible liberarme de su agarre, no sé quién se cree que es, ni siquiera los conozco. Ingresé a su auto porque no tuve otra opción, nosé dónde piensa llevarme, pero tengo que cumplir con lo que el señor Russo me ordenó.Él subió al coche conmigo, y por lo que puedo notar, Abril y las señoras suben a otro coche, me frustró pensando que he fallado a mi señor.-Tu lugar es conmigo, Elizabeth... no sé porqué aún no lo entiendes.-Yo no lo conozco, déjeme ir por favor, Suplico.Él no me hace caso, toma su teléfono y hace una llamada, y por la expresión de su rostro me doy cuenta de que no recibió buenas noticias.-¿Dónde está Matthew?, me preguntó en un tono seco.-Esta en casa, le he dicho.-Bien, dijo al parecer está molesto.Luego de recibir una llamada quedó en silencio por un buen momento, y si debería de preocuparse, si Gabriel se entera, acabará con él.Observó mi celular, tenía varios mensajes de Abril, al igual que muchas llamadas perdidas