Un lobo en celo

Despierto por la mañana, observando a mi alrededor y una sonrisa se dibuja en mi rostro al recordar la hermosa noche que pasamos con Alfred.

Fui a ducharme, juro que no hay nada que pueda arruinar la felicidad que siento. Salí del baño, me vestí, me senté en el balcón mientras lo espero.

Tomé mi teléfono, miró la hora y me doy cuenta de que ya pasó más de una hora... baje imaginando que quizás está haciendo algún negocio, por qué sé que es muy capaz.

Estaba lleno de personas, me acerqué al mostrador y pregunté por él.

-El señor Alfred se marchó anoche.

-¿Ha dejado algún mensaje para mí?

-No, señorita.

Tome mi teléfono para llamarlo, tengo el presentimiento de que algo paso.

-Hola, escuchó del otro lado a una mujer.

-¿Quién eres tú?, , necesito hablar con Alfred.

-Soy Greace, él está ocupado en este momento, escuché, y eso me molestó mucho, ¿qué hace con ella?, me pregunté.

¡Maldita seas, Alfred!

Salí del lugar, increíblemente no había ninguno de sus perros esperando, o por lo menos d
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