Después de llamar a mi loba más de una hora, no funcionó. Me dejé caer en el suelo, colocando mi cabeza en mis manos cuando el piso de arriba crujió. Los pasos se movían rápidamente y el sonido desapareció, pero luego la puerta hizo clic y salté. ¿Qué voy a hacer?

No tuve tiempo de reaccionar porque la puerta se abrió y un hombre grande de unos 7 pies de altura entró con una sonrisa arrogante.

Me apresuré a pararme porque no tenía ninguna posibilidad de luchar contra él en el suelo. Él vino hacia mí. "¡Detente! ¡Aléjate de mí, bastardo anormal!", grité. Obviamente se ofendió por mi comentario, no estaba segura cuál lo ofendió más, pero eso no era importante ahora mismo.

El hombre se abalanzó sobre mí. Traté de correr, pero no había escapatoria. Me agarró por el pelo y me arrastró fuera del sótano por un pasillo oscuro que olía a desagüe, y solo se escuchaba los gritos de las celdas cercanas. Luché por liberarme para ayudarlas, pero mis esfuerzos fueron inútiles.

Me arrastró escaler