Asher y yo corrimos lo que parecía una eternidad, hasta que por fin paramos para tomarnos un respiro. Me incliné para recuperar el aliento, y cuando por fin pude hablar, me di la vuelta para mirar a Asher.

“Nunca planeé hacerte daño. Lo siento”, me disculpé.

Él miró a sus pies por un segundo y luego levantó la mirada. "Solo quiero que seas feliz, Paisley", él respondió.

Sonreí. "Gracias”.

Ambos nos dimos la vuelta rápidamente cuando escuchamos pasos detrás de nosotros, y cuando me di la vuelta, encontré a mi hermanito parado allí sin aliento.

"Hunter, ¿qué diablos estás haciendo aquí?", le reclamé, agarrándolo del brazo. “No puedes estar aquí. Es demasiado peligroso”, proclamé.

Hunter puso los ojos en blanco. “Lo que digas, estaré bien. Yo también quiero ayudar al Licántropo”, suplicó.

Asher y yo nos miramos. “No puede quedarse, Asher. Es demasiado peligroso”, expresé.

“Por favor, puedo ayudar. Puedo vigilar en caso de que alguien venga por nosotros”, declaró Hunter con