Jacking, ahora convertido en su lobo Mat, siente una sensación de alerta recorriendo su ser. Sus instintos animales le advierten que están siendo acechados por una amenaza desconocida. Sus sentidos se agudizan y empieza a escuchar movimientos sigilosos a su alrededor.Mat emite un gruñido bajo, comunicando a los demás que están en peligro. El Alfa Costel se coloca a su lado, preparado para enfrentar cualquier amenaza que se les presente. Juntos, se mantienen en guardia, listos para defenderse y proteger al grupo.En medio de la oscuridad de la cueva, los ojos de Mat brillan intensamente, escudriñando el entorno en busca de cualquier indicio del enemigo. Está determinado a mantener a salvo a su manada y descubrir quién o qué los acecha en las sombras.—Algo nos está rodeando. ¡Lobos sombras, los necesito! ¡Amet, te necesito aquí! —exclama Mat, ahora convertido en su forma de lobo, llamando a sus aliados.En un instante, todos los lobos sombras aparecen a su lado, rodeándolo y mostrando
Jacking, ahora convertido en el Alfa Supremo, se gira furioso hacia Amet, quien se ha transformado en Sobek. Saltando sobre él, comienza a golpearlo con toda la rabia y el dolor que siente por la muerte de su lobo. Lágrimas de lava brotan de sus ojos mientras libra esta feroz batalla.Transformado en un enfurecido Horus, lanza rayos candentes que se clavan en el cuerpo de Sobek, quien no se defiende y simplemente recibe todos los golpes sin oponer resistencia. En ese momento, Horacio y Bennu aparecen y se colocan delante de Amet, quien cae de rodillas casi desfallecido. La Luna Suprema hace su aparición y abraza al Alfa Supremo convertido en Horus, liberando feromonas para calmarlo mientras él llora y se sujeta el pecho.De repente, la niebla de los dioses aparece y Jepri y Kheper se vuelven visibles.—Parece que llegamos tarde, Jepri. Sobek lanzó a Mat al inframundo. Ahora solo podemos esperar para ver dónde lo llevará Osiris en su tercera vida —comenta Kheper.—Es cierto —responde J
El dragón Balaur, según las historias rumanas, se formaba a partir de la unión de varias serpientes que se escondían en lo profundo de una cueva oscura. Estas serpientes comenzaban a soplar hasta crear una gran bola de espuma que se convertía en diamante. Si una de las serpientes se comía la bola de espuma, se transformaba en un poderoso dragón Balaur.El Balaur podía tener una sola cabeza o dividirla en varias, lo que lo hacía aún más temible. Era conocido por su capacidad para dominar el tiempo, controlando el trueno, el relámpago, el fuego y los granizos. Su presencia era temida por todos, ya que su poder era inmenso y podía causar grandes estragos.La apariencia del dragón Balaur era majestuosa y aterradora a la vez. Su cuerpo estaba cubierto de escamas brillantes y resistentes, que reflejaban la luz como si fueran diamantes. Sus colores variaban desde el verde esmeralda hasta el negro azabache, con destellos dorados y plateados en algunas partes.Sus alas eran imponentes, extendi
Amet se queda boquiabierto al observar a Jacking, cuyo rostro experimenta una sorprendente metamorfosis. De repente, grandes franjas rojas aparecen en su piel, cubiertas de escamas brillantes que reflejan la luz. Desde su nariz, comienza a emanar fuego, creando llamas que danzan en el aire. La intensidad de su mirada se vuelve feroz y penetrante, reflejando el poder y la ferocidad de un dragón. Esta transformación parcial es suficiente para asustar a Amet, su beta, quien se encuentra atónito ante esta exhibición de poder y dominio. —¿Mi Alfa, qué te pasa? ¿Qué te ocurre? — le pregunta Amet, asustado. Es la primera vez que ve a Jacking cambiar de esa manera.Jacking lo mira sin entender, pero observa cómo el mapa que tiene delante de él en la mesa de trabajo se prende en llamas. Se pone de pie sin comprender lo que le está sucediendo, hasta que oye una voz muy conocida para él.—Hola, Jacking, soy yo, tu lobo Mat.—¿Mat, mi lobo? — responde Jacking, sorprendido.—Sí, Jacking, no te
La niebla desaparece y con ella los dioses. La bruja Suprema levanta sus brazos y hace descender al dragón que permanece inconsciente. Luego le pide a todos que se retiren, excepto Alex.—¿Para qué me necesitas, Teka? —pregunta Alex.—Alex, necesito de tu magia divina —responde Teka.—¿Mi magia divina? —se sorprende Alex.—Sí, sé que tienes el poder de transformar a los animales en otros seres. Quiero que le des ese poder a Balaur —explica Teka.—¿Para qué quieres hacer eso? ¿Quién se va a encargar de sus bebés? —cuestiona Alex preocupado.—Lo haremos con ellos también —responde Teka.—Teka, te volviste loca. ¡Son dragones muy peligrosos! —exclama Alex, alarmado.—No lo son, Alex, créeme. Es solo el mito que han creado para perseguirlos y exterminarlos. Quiero que me ayudes a salvar a este dragón. Hazme ese favor, Alex. Te estaré eternamente agradecida —insiste Teka.—Está bien, lo haré por ti, Teka, pero debes hacerte responsable de lo que pueda pasar —acepta Alex, aunque con cierta
Todos están eufóricos con la transformación de Balaur en Jacking. Los cachorros de dragón comienzan a llorar, buscando a su padre. Sin embargo, Mat se gira hacia ellos y lanza un potente rayo de luz blanca que los convierte en dos niños de aproximadamente cinco años de edad. Teka utiliza su magia para vestir a Mat.—Oye, Jacking, recuérdame cómo caminar ahora en dos patas —dice Mat, aún adaptándose a su forma humana.Jacking se transforma en el Alfa Supremo y coloca dos dedos en la frente de Mat, haciendo lo mismo con los niños que permanecen sentados en el suelo. Los tres recuperan la habilidad de caminar.—Teka, borra la memoria de los niños sobre su condición de dragones —ordena Jacking.—¿Crees que sea necesario? —pregunta Teka.—No, Jacking. Sería mejor agregarles memorias de cómo ser niños dragones —aconseja Amet.—Es una buena idea. Hazlo, Teka —dice Jacking. Teka realiza el cambio en un instante, agregando además la habilidad de hablar como humanos a los tres.—Pero ahora hay
Mat ríe emocionado al ver su transformación en un Alfa Supremo con una franja dorada que lo distingue. Luego, decide probar transformándose en la forma humana de Jacking y finalmente en su lobo. Está lleno de alegría cuando ve aparecer a Jacking frente a él.—¿Vas a dejar de jugar a transformarte, Mat? —pregunta Jacking.—¡No lo vas a creer, Jacking! —exclama Mat emocionado.—¿Qué no voy a creer? ¿Qué te ha puesto tan feliz? —pregunta Jacking, intrigado.—Jacking cuando llegué junto contigo al clímax, me convertí en Alfa Supremo.—¿Alfa Supremo? ¿Eso significa que puedes estar con nuestra Luna en tu forma de Alfa Supremo? —pregunta Jacking, sorprendido.—¡Sí, Jacking! Desde el principio puedo estar con ella como Alfa Supremo —responde Mat emocionado.—Pero Mat, nunca termines dentro de nuestra Luna, solo por precaución —advierte Jacking.—Lo sé, Jacking. Aunque creo que ahora podemos engañar a los dioses —dice Mat enigmáticamente.—¿Qué quieres decir, Mat?—Jacking, piensa en tu forma
Después de complacer a su Luna, de todas las maneras que ella le pidió, y de comprobar que su esencia de mitad en verdad no ha sufrido ningún cambio. Mat deja dormida a Isis y regresa a donde Jacking. Al llegar se lo encuentra volando alrededor de la cueva.—¿Cómo lograste hacer eso Jacking? —pregunta realmente intrigado, ya que a él le cuesta mucho mover las alas.—Fácil, me conecté con Balaur —contesta Jacking en lo que se posa a su lado. — Dale, vamos a intercambiar para enseñarte. Mat se queda en silencio por un momento observando a su humano. Luego lo abraza emocionado y al separarse le dice.—Gracias Jacking, eres la mejor mitad humana que podría desear. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a nuestra madre Yat, por concederme ser tu alma de lobo.—Yo también le estoy muy agradecido a ella y a ti, Mat —le devuelve el abrazo Jacking igualmente emocionado. —Nunca aceptaré otro lobo que no seas tú. ¿Cómo te fue con nuestra Luna?—Nuestra Luna quedó muy satisfecha. Duerme