Lamento haber tardado en subir este capítulo, pero estuvo difícil de escribir, incluso tuve que tomar pausas porque me entraban ganas de llorar, no entiendo cómo me identifique tanto con Neylan si aún no tengo hijos, supongo que todos hemos sentido la mentira de que no somos suficientes para alguien y que merecemos menos. ¡Lo cual no es cierto! Todo somos importantes, todos merecemos amor y compañía, solo que no cualquiera lo puede dar y si no lo recibes a veces no están en el lugar o con la persona correcta. Sin más que decir me despido. ¡Este no es el capítulo final! Por si no quedo claro, aún no tengo escrito los siguientes, pero quiero profundizar más en los personajes, no me gusta dejar finales abiertos ya que yo los odio como lectora.
— Estan jugando conmigo, ¿cierto? — Marcus nos mira a ambos. — Nunca bromearía sobre algo de la manada — respondo, ya me contagio su sonrisa. Él abraza a Kurt, este al ver que los empujones que le da con una mano no sirven para quitárselo le pide que lo suelte ya que tiene al bebe encima, Marcus se separa de él sin dejar de sonreír. — Creo que ya debes irte — le dice Kurt en lengua de señas y lo miro mal. — Adios, me alegraron el día. — Pense que ya lo sabias, tú debes estar mejor informado que yo sobre la cantidad de miembros — le digo sin dejar de mirarlo. — Sabia que estamos cerca, pero Kurt no había dicho nada así que no quería hacerme ilusiones. — Te entiendo — él hace una reverencia y cuando esta apunto de cruzar la puerta se detiene. — Líder, ¿puedo jugar con el futuro Alfa mañana? — Kurt le gruñe y Marcus me sigue mirando. — Por supuesto, así Kurt descansa un ratito — Marcus sale feliz y Kurt me mira como si me quisiera asesinar, para después hacer un puchero mientras
— ¿Te sientes bien mi niña? — ¿Ese muchacho con peluca te está cuidando? — mi padre ni siquiera me da tiempo de contestar — si no te ayuda puedo cobrar algunos favores y...— ¿Peluca? — Kurt se mete en mi video llamada mostrando la mitad de su cara, de su nariz hacia arriba, sabía que estaba tratando de aprender inglés, pero nunca pensé que se aprendería esa palabra. — ¿Nos está escuchando? — inquiere mi padre serio. — Por supuesto, es mi esposo y vive conmigo. — Si, yo esposo — me da riza como mueve sus manos tratando de hablar lengua de señas en inglés, lo dice palabra por palabra, no por oración, pero es un buen proceso. — Como sea, quiero ver a mi nieto, iremos cuando mi bebe cumpla un año. — Nuestra bebe — le corrige mi madre. Tengo sentimientos encontrados por esa simple frase ¨mi bebe.¨ Me alegra que mi padre este aprendiendo de los errores que cometió conmigo, pero siento esa punzada de celos, sé que es horrible sentirlo de tu propia hermana que ni siquiera gatea.— ¡Qui
| Neylan |—Tienes que sostenerlos de esta forma, en un mes podrás empezar a sostenerlo así también. — observo detenidamente a mi suegra. —Se que los doctores te pondrán una dieta, pero créeme que puedes comer la cantidad que quieras, yo rebaje varios kilos dando pecho, estas pequeñas crías son un agujero negro— la señora Karol pellizca el cachete de mi bebe y este le gruñe. — no entiendo por qué son tan obstinados. Me lo devuelve antes de que comience a llorar, nunca me imaginé que fuera tan arisco con ellas, incluso las intentaba morder aun cuando no tiene dientes, sin contar con la innumerable cantidad de gruñidos que soltó, pensé en regañarlo, pero ellas me dijeron que era lo mejor, es su mecanismo de defensa contra los extraños. Lo observo, ya no me da miedo cargarlo, aun cuando es tan pequeño y se siente tan frágil y aguadito, ellas me convencieron de que no es un simple cristal, puede soportar que su cabeza se vaya para atrás y eso no significa que se va a desprender del peq
| Albert |— Yo quería tener el control hoy. — Ya es mi turno, además estarás presente en todo y podrás hablar con ella, ya no te quejes. Kurt gruñe, yo lo ignoro mientras trato de decorar el plato un poco, no es tan elaborado como los que hace él, es simplemente carne de un animal que acabo de matar, pero lo pique en trozos pequeños y coloque unas gotas de salas. Llevo el plato rápido hasta la habitación, ella está envuelta entre las sábanas abrazando la almohada que coloque para llenar el espacio vacío que deje, me asegure de interactuar bastante con nuestra cría para cansarla y así tener tiempo a solas con su madre. — Morena, te traje comida — ella se remueve, pero no se despierta. Soplo la comida para que el olor llegue más rápido a ella, como lo pensé sus instintos ya están más desarrollados y abre los ojos, me encanta verlos del mismo color que los míos, ella se fija en el plato y perezosamente se levanta, extiende su mano para que le entregue la comida, pero yo niego y con
— No deberían tener relaciones aun — se me adelanta la doctora y para colmo achina sus ojos de forma juzgona. — ¿Cómo sabe que él iba a preguntar eso? — no sé si mi morena esta avergonzada, confundida o intrigada, las notas de olor que emana son confusas. — Cuando era estudiante fue la pregunta más común, en nuestra raza es normal necesitar demasiado a nuestros compañeros en todos los aspectos. — ¿Entonces no? — iba a decirlo para mí, pero lo digo a través del enlace mental, las dos me escucharon. — Siendo honesta nadie cumple el reposo al pie de la letra y no quiero que me vean como su enemiga, si llegaran a hacerlo deben llamarme cuando terminen para estar segura de que todo está bien internamente ya que a veces por la adrenalina y la pasión del momento las hembras no sienten el dolor de inmediato— yo asiento más confundido que antes. ¿Qué le cuesta responder con un sí o no? — en teoría no deberían, pero en la práctica hay muchos que lo hacen incluso un par de días después del
— ¿Por qué no le puedo colocar su trajecito? — lo miro directo a los ojos y este desvía la mirada. — Es una tradición. — ¡Se ve como un cavernícola, no como el futuro Alfa de una enorme manada! — ¿Cuál enorme manada? — La que tendremos ya para él cuando le toque suplirnos y no te atrevas a cambiar el tema, Kurt. —Él no debe tener tantas telas que lo cubran, cuando cumpla su primer año ira a cazar, proveer comida para la manada y luego con la piel del animal que cace se le hara una ropa, hasta entonces debería estar desnudo porque un macho que no provea a su manada en reuniones importantes no tiene derecho a una vestimenta. — Es un bebe, eso es absurdo. —Para los humanos puede parecer así, incluso la tradición se ha modificado mucho, como notaste nunca que me impuse a que lo vistieras hasta ahora, solo llevara un pañal de tela por una hora mientras lo presentamos ante la manada. —Pero somos los líderes, podemos modificarla un poco más y... —Yo respeto tus costumbres, no te atre
| Neylan |Gruño, intento golpear otra vez, pero termino partiendo el huevo, hecho el contenido en el tazón separando la cascara del resto. —Ya podemos tomar un descanso. —¡Tú no haces nada y estas cansado! —Es que ya te pregunté y parece que nunca te cansas. —Ahí tienes tu respuesta, no necesito un descanso. Agarro otro huevo y vuelvo a golpear el saco, este suelta un estruendo, abro mi mano lentamente y miro incrédula. —¡Lo hice, lo hice, lo hice! — él se levanta del suelo donde estaba acostado para abrazarme. —Sabía que lo lograrías. —Solo me costó 183 intentos— murmuro y veo como sonríe. —Te sobre exiges demasiado. —Soy la Líder de esta manada, debo dar el ejemplo aun cuando nadie me ve, debo ser la mejor. —Solo por ser tú eres lo mejor que hay. —Eres mi compañero, Kurt, siempre pensaras eso. Lo beso y él me corresponde, sus manos aprietan mis muslos antes de alzarme para que enrolle mis piernas en su abdomen, ambos gruñimos mientras intentamos tomar el control del b
— ¡Kurt, ven rápido! — junto todas mis fuerzas para enviar ese mensaje mental. Miro incrédula como mi bebe despega su cadera de su camita y ahora intenta impulsarse con sus manos. Volteo mi rostro al sentir una pequeña brisa a mi lado y casi grito del susto al tener a Kurt a mi lado, yo lo llame, pero no esperaba que apareciera mágicamente a mi lado cuando estaba en el patio. — ¿Lo que hace es normal? — pregunto a través de nuestro enlace mental. —Si, las crías Cambia Formas comienzan a caminar entre los primeros cuatro meses de vida. —Pero ni siquiera tiene un mes. —Falta pocos días para que los cumpla, es bueno que ya intente gatear, no te preocupes, gatita. Él me abraza y yo aprovecho para agarrar su celular el cual está en el bolsillo de su pantalón, últimamente lo lleva para todos lados, sobre todo si no está en la casa, ahora más que nunca le envío mensajes, sus favoritos son las fotos que le envío de nuestro bebe a cada rato. Comienzo a grabar, nuestro bebe hace vari