Rania, la hija mayor del hombre más rico de toda Qatar, a pocos meses de casarse con el hijo del segundo hombre más rico de Dubai, comprometidos desde muy pequeños en matrimonio por conveniencia de alianzas comerciales entre laz god ciudades más ricas y poderosas de los emiratos, y ahora esta a punto de hacerse realidad su mas anhelado sueño, casarse con Alih.
—Ay Tifa..estoy tan feliz ya falta poco para mi boda. —Hablaba con tanta emoción que desbordaba felicidad en cada palabra que decía. —Si mi niña, le digo a Allá que le dé toda la bendición que se merece. —Vamos a salir. —Niña, temo un día nos descubran. —No..no nos descubrirán. Vamos dame la ropa. —pidió Rania cambiando sus elegantes vestidos por unos más sencillos. Siempre que deseaba salir y recorrer los lugares más vulnerable de la cuidad y saber sus necesidades. Caminaban por las calles y de paso, por la playa le gusta caminar por la orilla playa. Deseaba vivir sin tantos protocolos de seguridad y social y ese tipo de ropa era su escape. —Mi niña, voy a comprar un té refrescante, olvidé traer.. no tardo. —dijo Tifa regresando al lugar donde vendían los té frío. Rania caminó dejando que el viento batiera su abaya, siguió caminando alejándose un poco más cuando una ráfaga de viento fuerte arrancó el velo que cubría su rostro. Corrió tras del mientras el viento lo levantaba y ella intentaba agarrarlo. Iba tan centrada en no perder el velo que terminó colapsando contra un desconocido. —Perdón.. no lo vi, mil disculpas por favor. —se excusó Rania ante el hombre que la miró fijamente. "Que rostro más bello" fueron mis pensamientos al verla sin ese velo. —Es un pecado cubrir tanta belleza tras este velo. —dijo entregándole el velo. Ella lo tomó rápidamente y trató de cubrirse pero el lo impidió. —Se que es lo costumbre e aquí, estamos los dos no le veo sentido, maña nos podemos encontrar h solo tu me reconoces por qué tú serás una mujer más cubriendo su belleza. —Gracias, Pero estoy comprometida y no puedo dejar que me vean. —Soy de Qatar y esta es mi costumbre. —Mi nombre es Jhon.... Jhon Maxwell, soy italoamericano, de madre italiana y padre americano. —se presentó Jhon tratando de entablar una conversación. —¿Estás de vacaciones? —interrogó Rania sintiéndose menos coibida frente a un extraño. —No..estoy aqui por trabajo. Pego me gustaría conocer más de este lugar. —Hay muchos lugares lindos, si pudiera yo te ayudaría dando direcciones de los lugares más bellos de aquí. Aunque yodo aquí es hermoso. —Asi es incluso sus mujeres. —respondió Jhon intentando ver a otra mujer para poder sacar de su cabeza a Arielle. —Bueno, me tengo que ir Jhon..y mucho gusto en conocerlo. —Y la lista de los lugares. —pidió Jhon y percatarse de que ni el ni ella tenían lápiz y papel para tomar nota. —Yo..no tengo nada para escribir. —¿Y si te doy mi número de teléfono? Ahí me escribes la dirección de los lugares, te lo agradecería mucho..la verdad no conozco a nadie aquí. Rania sintió pesar ir el hombre frente a ella, lo vio desorientado y lejano. —Está bien. —respondió Rania grabando sus números en sus teléfonos. Rania se despidió y se alejó encontrándose con Tifa que venía casi corriendo y escondiéndose dd Alih. —Niña, cubrase el rostro, el señor Alih está en el centro comercial y no quiero ser castigada por di nos rncuentran aquí y sgi vestida usted. Rania miró hacia atrás y vio a Jhon ahí parado mirando, inesperadamente dibujó una sonrisa e involuntariamente respondió levantando la mano en el momento en que Jhon lo hizo. Tifa la miró sonreír y dirigió la mirada al hombre wud levantó la mano. —Como que la señorita estaba acompañada. ¿O me equivoco? ¿Quien es el? —preguntó dejando a Rania en completo silencio. —¡Eh! —Rania sintió arder su rostro por la vergüenza que sintió, al sentirse expuesta. —Tranquila mi niña, estos ojos no vieron nada. Rania sonrió y su sonrisa llegó a sus ojos que brillaron sin pasar desapercibida ante Tifa. Rania y Tifa volvieron a la gran mansión Dos días antes. El avión había aterrizado en el aeropuerto de Dubai, Jhon todo despeinado y con la chaqueta en mano bajó sin mirar algun lado, el auto con el letrero que decía recién casados esperaba por el y la que sería su esposa, rió irónicamente al ver al auto decorado. —Claro que hubo una boda, pero no fue la mía, otra vez te perdí mi niña bonita, y esta vez es para siempre, solo me queda verte feliz porque yo, estoy seco. —se dijo y pasó de largo, subió a un Uber y fue a un hotel más modesto, en la zona meno ostentosa, al igual era el hotel, uno más modesto que había en la zona. —Nade sabrá de mí, y no quiero saber del mundo. —se dijo tirándose en la cama, deseaba salir a un bar y beber hasta olvidar su nombre y que el alcohol anestesiara su dolor. Sin darse cuenta durmió tanto que solo despertaba para ir al baño y regresar a la cama. Los golpes en la puerta era un eco lejano en sus oidos y cuando despertó escuchó con claridad. Se puso de pie y somnoliento fue hasta la puerta y abrió. —Señor, servicio a la habitación, tiene dos días encerrado y el gerente envía para saber si todo está bien y porque no pide alimentos. —Solo me sentía cansado y deseaba no ser molestado, para poder dormir,—respondió. —La cena señor. Se le ofrece algo. —Ponsjora no...voy a dar una vuelta a despegarme un poco. —Está bien señor, arreglaste su habitación. Jhon salió se vistió y salió del hotel, tomó un Uber y pidió ser llevado a cualquier lugar. —¿Señor...donde ll llevo? —preguntó el chófer —No conozco, perdi el contacto bon el guía turístico y no conozco el lugar. —Lo dejaré en el centro del lugar más ocurrido por los turistas, está la playa y maz lugares, pueda y ahí encuentra algún conocido vacacionando. —dijo mientras recortia para llegar al centro. Jhon miró pasar el paisaje frente a sus ojos, deseaba tener la mente en blanco y no sentir esa presión en el pecho que sentía ahogarse. El Uber se estacionó, él pagó y bajó, caminó en dirección a la playa, el viento revolvió sus cabellos mientras caminaba con las manos en los bolsillos. —Fui un más grande de los imbéciles.. debí presentarme ante ella antes y no esperar tanto tiempo cuando ya fue tarde. —se dijo así mismo. Y a su nf te llegaron recuerdos de la charla con Enmanuell, luz noche de la inauguración de la semana de modas. —La semana DF mi desastre, de mi derrota. —se dijo. "Arielle y yo nos casaremos en una semana." —y visto que se casó, se casó con el. —se respondía mentalmente. "Sabías que ella y yo estábamos casados y todo fue un enredo total hasta que cada error y confusion nos separó." —y aclarar ese mal entendido la alejó de mi. "Yo amo a esa mujer, la amo Desde que era una chiquilla." —Te boh amar siempre mi Ari, no habrá oda mujer en mi corazón . "Pero su destino no eres tu. Su camino va en dirección a Gabriell Alighieri. Ni siquiera yo pude conquistar su corazón, y eso que no conocía a Gabriell...ellos están destinados, amigo." —Maldit4 sea...—renegó parado frente al mar. —Eres y serás Arielle L'blank, y uro que te arrancaré de mi corazón y secaré ese lugar, no puedo tenerte pero tampoco quererte el resto de mi vida. —dijo para regresar al hotel cuando sintió un golpe en su pecho. Jhon la miró y logró sostener a la mujer para que no callera al suelo y sus miradas se encontraron, sus ojos verdes lo hipnotizaron, y por un momento se perdieron en sus miradas. —Perdón, no lo ví...mil disculpas por favor. —Fui yo el distraído, yo pido disculpas. —dijo al momento de decirse mentalmente. "Que bello rostro" Hablaron por un largo rato intercambiaron sus contactos y ahi estaba Jhon, nuevamente en el hotel, bajo la ducha y pensando en Arielle y de pronto llegaba de soslayo el recuerdo de esos ojos verdes que lo miraron intensamente. —Pero que distraído, no le pregunté su nombre. La grabaré con el nombre de ojos lindos. "Jhon,.. Jhon." —pensó, salió de la ducha envuelto en una toalla en la cintura y se acostó en la cama, tomó su teléfono y grabó el nombre en la llamada que le hico ella. Ojos lindos llegaba su mente no vln la fuerza que llegaba el recuerdo de Arielle. Dejó el teléfono aún lado y se acostó, daba vueltas en la cama, sentía ansiedad, desesperación, su alma sangraba y su corazón dolía. Se levantó de la cama y salió a la pequeña terraza cierto los ojos y apretó tan fuertes los gigantes que nsrcston su mandíbula y dolieron. —¡Aaaah! Te amo Arielle, dueles dueles mucho aquí. —dijo llevándose la mano a su pecho en el lugar de su corazón roto en mil pedazos. Mientras que fn su mente retumbaban las palabras de Enmanuell. "Pero su destino no eres tu. Su camino va en dirección a Gabriell Alighieri. Ni siquiera yo pude conquistar su corazón, y eso que no conocía a Gabriell...ellos están destinados, amigo." —Destinados, están destinados. Jhon volvió a la cama y se lanzó boca abajo, deseando no sentir y simplemente ahi se quedó dormido.Rania y Tifa lograron escapar de los hombres de seguridad de Alih, subieron a un Uber, sentía su corazón latir tan fuerte que se escuchaba ella misma, dió la dirección al chófer y regresaron a la mansión, sigilosamente entraron por la puerta secreta que solo Tifa y ella conocían, llegó a su habitación, se cambió y fueron al jardín donde siempre se quedaban para que todos creyeran que era ahi que pasaba la tarde, luego de un corto tiempo fueron nuevamente a la habitación, y Rania fue directo al baño. —Voy a refrescarme un poco Tifa, necesito poner en orden mis ideas. —dijo Rania y Tifa entendió mirando un brillo diferente en sus mirada.—Ve mi niña. Rania entró al baño, quitó su ropa y se metió bajo la lluvia artificial, recordó, la intensa mirada de Jhon, y una sutil sonrisa se dibujó en sus labios.Suspiró profundo, cerró los ojos desechando ese pensamiento haciendo un gesto de negación.—No...no debo pensar en otro hombre, eso no es de una mujer decente.....decente. si nunca conoc
Después de compartir toda la tarde, Rania volvió con Tifa a la mansión, estaba con una felicidad que no sabía dónde pecho.—Tus ojos brillan mi niña, la felicidad te desvorda por ellos.—Tifa...esto es una locura, en un mes me casaré y después viviré encerrada como mi madre, porque Alih es igual de machista como mi padre.—Niña, no juegues con fuego.Rania sonrió y pidió perdón por los pensamiento que cruzaron por du mente."Porque me puedo quemar, y si me quemara sería en sus brazos."Sonrió y fue al baño a ducharse.Jhon regresó al hotel, a pesar de haber compartido toda la tarde con Rania sentía ese vacío en su corazón.Se duvjo y cambio, salió de la habitación y fue a la pequeña terraza. Miyk al biell cierto los ojos y suspiró profundo.—Arielle L'blank..—ptonjnc8en susurró para di mismo.Miró la hora y llamó al botones, el cuál subió enseguida. Tocó el timbre y Jhon se presentó.—Señor...¿Se le ofrece algún servicio?Jhon pensó y dudó por un momento pero al final preguntó.—Si
—Lo siento mucho, Fátima te dejó en evidencia ante mi padre y el ordenar a los guardias matarte.—¿Evidencia? ¿Que evidencia? Sino pasó nada entre nosotros.—No lo recordabas.—¿Y tú le creíste a esa otra loca? No soy un degenerado mujer.—Lo se...Se que no pasó nada entre nosotros, pero es la palabra de fatima contra tu amnesia y lo evidente ante todo, nadie lo creería y tu, terminarías muerto, no me quedo de otra que hacer esto. ¿Entiendes?—No..no entiendo ¿Puedes explicarme por favor que es todo este drama.?—Puedo decir la verdad pero nadie la creía. Puedo decir quien tramó esto pero no me creerían nada, tu amaneciste conmigo, y contra eso nadie. Así que no hay otra salida, tú y yo nos casaremos y no creas que me agrada la idea..por qué no quería que las cosas fueran así.—¿Y cómo y cómo querias que fueran?—Lo que quise decir es que nunca quise que esto. Tener que casarme contigo por una supuesta deshonra.—Si el precio de la supuesta deshonra es la muerte, prefiero morir sie
Rania cambió su lujosa ropa por un uniforme de servicio, recogió su cabello y salió de la habitación, y haciendo cruces el los pasillos, llegó al ala Este, a una habitación en lo alto de la mansión.Vio a Jhon parado con las manos en los bolsillos mirando a la nada, cuando vio a una mujer con el rostro cubierto acercarse a él.—¿Fátima? ¿Que hace con Jhon?No escuchaba nada de lo que decía pero veía los gestos de discusión que tenían.Miró la hora y ya casi era la hora de que Alih llegue.—Por Alá...Alih llegará y no podré hablar con el.. Tifa..¿Tifa..como lo citas en este lugar?.. —se lamentó y momento después, fue cuando vió que Fátima se alejaba seguida por Jhon. Al ver que los guardias se acercaban a el. Rania Al-khalifa sentía los nervios a flor de piel, temía ser reconocida por uno de ellos, y aún así decidió ir a hablar con Jhon.—¡Alá...Alá!. ayúdame por favor. —expresó con angustia y vio a Jhon ser traído por los guardias, cuando intento seguir a Fátima.Bajó corriendo fue
Jhon, estaba desesperado, daba vueltas en esa sala como un león enjaulado, salió al jardín para tomar un poco de aire fresco, por que sentía, que se asfixiaba, parado mirando al oscuro cielo, y con los pensamientos puestos en un lejano recuerdo.—Arielle, mi Ari, no...no eres mia.. nunca lo fuiste y jamás lo serás. —se dijo mentalmente, cuando sintió unos pasos acercarse, deduciendo que eran los guardias. —Seguramente estas pensando en algún amor, con el cuál no podrás estar porque serás mi esposo. —siceó con burla la mujer con el rostro cubierto, Jhon se giró y la fulminó con la mirada deduciendo que era la mujer con la que se casaría por las palabras que dijo, dio un paso y estuvo tan cerca de ella, miró sus ojos destellantes de burla, e imaginó su sardónica sonrisa, y no tuvo más que apretar sus puños y dientes tan fuertes.—No entiendo tu capricho mujer,....tu sabes que nunca pasó nada entre nosotros, que jamás te violenté, y tú me arruinas mi vida forzando me a un maltit0 matri