Después de compartir toda la tarde, Rania volvió con Tifa a la mansión, estaba con una felicidad que no sabía dónde pecho.
—Tus ojos brillan mi niña, la felicidad te desvorda por ellos. —Tifa...esto es una locura, en un mes me casaré y después viviré encerrada como mi madre, porque Alih es igual de machista como mi padre. —Niña, no juegues con fuego. Rania sonrió y pidió perdón por los pensamiento que cruzaron por du mente. "Porque me puedo quemar, y si me quemara sería en sus brazos." Sonrió y fue al baño a ducharse. Jhon regresó al hotel, a pesar de haber compartido toda la tarde con Rania sentía ese vacío en su corazón. Se duvjo y cambio, salió de la habitación y fue a la pequeña terraza. Miyk al biell cierto los ojos y suspiró profundo. —Arielle L'blank..—ptonjnc8en susurró para di mismo. Miró la hora y llamó al botones, el cuál subió enseguida. Tocó el timbre y Jhon se presentó. —Señor...¿Se le ofrece algún servicio? Jhon pensó y dudó por un momento pero al final preguntó. —Si ..se que no es América y que las costumbres son diferentes, pero...deseaba saber si hay algún lugar para hombres..un bar que se yo. El joven sonrió, miró a los lados y entró a la habitación. —Por fin alguien que no es de mi cultura. —respondió y continuó. —Verás conozco un lugar muy lindo, incluso hay mujeres, el lugar es clandestino, para hombres. Pero hay un problema, si te ven vestido así como americano el dueño no te dejará entrar. —¿Entonces? —Primeramente me presento,. Hola! Soy Mustafa. —Mucho gusto soy Jhon. Pero dime dónde consigo encontrar tu tipo de ropa. —De eso me encargo yo, espera y regreso. Jhon miró salir a Mustafa, y se dispuso a comer. Y media hora después llegó Mustafa con la vestimenta. Jhon se colocó las ropas árabe, se miró al espejo y salieron para ir al lugar clandestino. —¿Y donde es ese lugar Mustafa? —preguntó sintiendo curiosidad, el Uber entró por un camino solitario y quince minutos después un gran portón se abrió, el Uber presentó la credencial y pasaron, siguiendo el camino entrando por el túnel donde habían guardias de seguridad. —Servido señores. —dijo el chófer , el primero en salir fue Mustafá con una enorme sonrisa, luego salió Jhon, presentaron sus credenciales y los dejaron pasar. Habían muy pocos hombres sentados en las mesas, unos cuatro a los que no vio sus rostros, pues Mustafá había advertido de no mirar a nadie a la cara, la música era suave y una fina capa de humo que salía de una cámara, daba al lugar un toque de misterio. —Había escuchado de este lugar, y en verdad está muy restringida la llegada, es muy exclusivo, son muy pocos los hombres aquí. —¿Y que pasa si lo descubren? —Somos hombres encarcelados de por vida. —Y aún así se arriesgan a estar aquí. En verdad son muy estrictas las leyes aquí. —Asi es amigo, y me encantaría viajar a América y probar un poco de la libertad. — dijo Mustafá. Una de las mujeres se acercó saludó a Mustafá muy sonriente y luego miró fijamente a Jhon, sirvió la bebida y salió de ahí. —Creí que llevaban el rostro cubierto. —dijo Jhon mirando en dirección a donde se fue la mujer. —Así es, Pero aquí, no creo divulguen su identidad. —respondió Mustafá y, todos bebieron. Bebieron toda la noche y lo único que Jhon repetía era el nombre de Arielle L'blank. —Ya olvídala hermano, creo fue un error traerte aquí, en verdad perdón por traerte a este lugar. —dijo Mustafá quedándose dormido. Jhon bebió el último sorbo, se puso de pie y caminó sin saber exactamente dónde ir, abrió la puerta, caminó por un pasillo y llegó a unas escaleras, como pudo subió dando traspasos de lo ebrio que estaba. Creyó ver a la mujer que le sirvió la bebida y no supo que más pasó. Al día siguiente, Jhon despertó con los gritos desesperados de una mujer de ver a un hombre de espaldas en su cama, y sin poder ver su rostro. Jhon despertó aturdido sin saber dónde estaba, cuando abrió bien los ojos y ver a una mujer a su lado sentada, asustada y otra gritando temerosa por su presencia. Jhon como impulsando por un resorte se puso de pie mientras la mujer con el rostro cubierto abría los ojos tan sorprendida como el, se sentó a un lado de la cama sintiendo el miedo calar sus huesos. —¿tu? —pronunció Rania al ver a Jhon y sin entender como fue a dar ahí a su habitación. —¿Y que haces en mi cama? —preguntó Rania sintiendo su corazón salirse por la boca. —¿Donde estoy? ¿Quienes son ustedes? ¿Quien carajos son? —preguntó algo asustado, y sin comprender nada, lo único que recordaba era el rostro una mujer sirviendo bebidas, miró a Rania, caminó al lugar donde estaba a descubrir su rostro cuando una mujer mayor entró, su mirada de sorpresa fue tanta que se llevó las manos a su rostro cubierto dándose la vuelta y quedar de espalda. —¿Que hiciste hija? Cómo pudiste, como le explicaremos esto a tu prometido, como le daremos la cara a la familia Al-Rashid, y Khalid, ¡por Alá! Khalid Al-khalifa te matará hija mía, y la familia Al-Rashid, dejara nuestra reputación en la ruina. —No madre, no entiendo nada, yo...yo no..no conozco a este hombre. —respondió Rania Al-khalifa asustada sin entender nada. —Entonces este hombre se metió en tu habitación y abuso de ti, le diré a padre todo esto. —dijo Fátima al ver que Khalid se acercaba. Rania abril los ojos por las palabras de su hermana y su cuerpo tembló al escuchar a su padre. Khalid entro ir el escándalo que tenían y se encontró con la mirada confusa de Jhon. —¿Arquitecto Maxwell? ¿Que hace en la habitación de mi hija,? —preguntó muy sin gesto algún, miró fríamente a Jhon h luego a Rania que temblaba de miedo. —Padre...yo...yo..—Rania no podía articular palabras, el temor que sentía era tanto que sus palabras se atragantan en su garganta. —¡Contestes! —gritó y Rania dio un salto del susto. Khalid miró a Rania y luego a John y sentenció. —Este hombre irá a la cárcel y tú no te casarás nunca, ahora será Fátima quien se case con la familia Al-Rashid. —dijo Khalid Al-khalifa al momento de salir de la habitación, y mirarar al arquitecto que había contratado para la construcción del palacete. Rania abrió los ojos como plato al escuchar la nueva orden de su padre y corrió tras de el. —¡No! ¡No padre por favor! No me puedes hacer esto. —casi suplicó lanzándose al suelo de rodillas ante su padre, quien miró fijamente a Jhon y sentenció. —Todo mal acto tiene su castigo. —dijo y continuó ejanfo a Rania tirada al suelo. Fátima sonreía al cef hofi lo ocurrido y se acercó a Rania. —Así es hermanita, la reputación de papá no quedará en la ruina por tu culpa, yo me sacrificaré por ti. —habló Fátima fingiendo preocupación, y mortificación , Rania la miró entendiendo todo. —Hablaré con mi padre, aquí no pasó nada. ¿Verdad jh...señor? Dígale a mi padre como llego hasta aquí. —pidió Rania desesperada a Jhon, que no podía explicar nada por qué no recordaba nada. —Yo..yo no recuerdo nada no se .. Khalid salió furioso de la ha habitación, fue a la oficina y llamó a los guardias, ordenando sacar a Jhon, Amina salió tras de Khalid sintiendo temor por las acciones de su hija. Fátima miró salir a todos, miró a Rania y sonrió sarcástica. —Te dije que Alih no era para ti. — susurró, para después reírse con la satisfacción de haber logrado lo que quería separar a Alih de Rania. —¡Fuiste tu! ¿Cómo pudiste hacerme esto Fátima? ¿Que te hice? ¿Por qué me odias tanto? ¿Por qué destruyes mi vida sdi, mi reputación? —preguntó Rania sin entender las actitudes Fátima, desde pequeña siempre deseaba todo lo que Rania tenia... Fátima caminó al rededor de la habitación y recordando las leyes impuestas para deshonra de una mujer. —El precio de la deshonra es la muerte. ¿Recuerdas? Papá creé que el pobre inocente abuso de ti. Tienes dos opciones, o te casas con ese desconocido, o el.. se muere, y esa muerte caerá sobre ti.. —habló Fátima Al-khalifa sin quitar la mirada de satisfacción sobre la de oryor de Rania. —No tienes todo el tiempo que te dé la gana hermanita, el reloj sigue tic Tac, tic Tac, padre debe estás furioso y tú prometido en una celda esperando su castigo . Rania cerró la ojos ante esas palabras que sabía eran verdad, salió de la habitación y corrió dónde estaba su padre y Jhon. —Esto no es América, donde utilizas a una mujer a tu antojo, y la dejas como si nada, tu acto merece un castigo. —casi gritó furioso Khalid. —Señor..le juro..—intentó explicarle jhon. —¿O te casas o te mueres,? Elije. Jhon miró a Rania entrar como un vendaval, tenía sus ojos llenos de lágrimas que se en jugaban en el velo que cubría su rostro. —No pueden obligarme a casarme con una mujer que no conozco. —habló con los dientes apretados. —Pero aún así sin conocerla te metiste en su cama. —refutó Khalid Al-khalifa muy furioso. —Padre, por favor escucha...—pidió Rania suplicando. —¡Cállate mujer indignada. ¿Cómo has podido deshonrar mi casa. —Padre las cosas no son como crees.. —Encuentro a este hombre en tu cama, y las cosas no son como las creo. Rania vio que Khalid que no entendería razones. —Lleven lo a una de las celdas de castigo. —ordenó Khalid a sus guardaespaldas. Rania sintió temor al ver qué los guardias se llevaban a Jhon, miró a su padre y dijo lo primero que le se le vino a la mente. —¡Padre! Yo escojo mi destino. —Soltó de una Rania Al-khalifa. Jhon se giró y la miró fijamente, creyó que todo lo que sucedía a su alrededor era producto de su embriaguez. —¿Que dices mujer.? —Jhon, susurró para así mismo. —Que si..yo lo invité a mi habitación, yo..yo..el no abusó de mi padre, yo lo escogí por qué no amo a ese hombre con el que me comprometiste ese niña, odio esas costumbres, toda mujer debe escoger al hombre que ama y lo ser utilizada como mobeds de cambio. Jhon se sorprendió ante las palabras de Rania, estaba seguro de que la muerte no sería su castigo, pero al ver qué Rania aceptaba casarse comprendió lo equivocado. Khalid hizo señas a los hombres que lo traigan de regreso y lo llevaron frente a el. —Mk hija acepta su hacer llevado a un hombre a su habitación argumentando que te ama. —full Khalid y Jhon miró a Rania sin entender dj juego. —Señor..le juro que las cosas no son como las creé —Por favor,, no digas nada pig favor. —pidió Rania hecha un manojos de nervios. Khalid la miró y habló...más bien sentenció. —No habrá ceremonia de bodas, se casarán y se irán de aquí. —dijo mirando fijamente a jhon —Y tú, construir, en Palacete para Fátima, cumplirás con los contratos firmados. —ordenó y salió de ahí dejando a Rania y a Jhon somos. Jhon la miró sin entender nada, se sentía mareado y aturdido. Se acercó a Rania y se negó a aceptar todo lo que se dijo ahí. —¡Ja! Estás loca mujer. ¿Cómo es eso de que me casaré contigo? Si apenas te conozco, nunca antes te vi..y si acepto este matrimonio será aceptar lo que no hice.—Lo siento mucho, Fátima te dejó en evidencia ante mi padre y el ordenar a los guardias matarte.—¿Evidencia? ¿Que evidencia? Sino pasó nada entre nosotros.—No lo recordabas.—¿Y tú le creíste a esa otra loca? No soy un degenerado mujer.—Lo se...Se que no pasó nada entre nosotros, pero es la palabra de fatima contra tu amnesia y lo evidente ante todo, nadie lo creería y tu, terminarías muerto, no me quedo de otra que hacer esto. ¿Entiendes?—No..no entiendo ¿Puedes explicarme por favor que es todo este drama.?—Puedo decir la verdad pero nadie la creía. Puedo decir quien tramó esto pero no me creerían nada, tu amaneciste conmigo, y contra eso nadie. Así que no hay otra salida, tú y yo nos casaremos y no creas que me agrada la idea..por qué no quería que las cosas fueran así.—¿Y cómo y cómo querias que fueran?—Lo que quise decir es que nunca quise que esto. Tener que casarme contigo por una supuesta deshonra.—Si el precio de la supuesta deshonra es la muerte, prefiero morir sie
Rania cambió su lujosa ropa por un uniforme de servicio, recogió su cabello y salió de la habitación, y haciendo cruces el los pasillos, llegó al ala Este, a una habitación en lo alto de la mansión.Vio a Jhon parado con las manos en los bolsillos mirando a la nada, cuando vio a una mujer con el rostro cubierto acercarse a él.—¿Fátima? ¿Que hace con Jhon?No escuchaba nada de lo que decía pero veía los gestos de discusión que tenían.Miró la hora y ya casi era la hora de que Alih llegue.—Por Alá...Alih llegará y no podré hablar con el.. Tifa..¿Tifa..como lo citas en este lugar?.. —se lamentó y momento después, fue cuando vió que Fátima se alejaba seguida por Jhon. Al ver que los guardias se acercaban a el. Rania Al-khalifa sentía los nervios a flor de piel, temía ser reconocida por uno de ellos, y aún así decidió ir a hablar con Jhon.—¡Alá...Alá!. ayúdame por favor. —expresó con angustia y vio a Jhon ser traído por los guardias, cuando intento seguir a Fátima.Bajó corriendo fue
Jhon, estaba desesperado, daba vueltas en esa sala como un león enjaulado, salió al jardín para tomar un poco de aire fresco, por que sentía, que se asfixiaba, parado mirando al oscuro cielo, y con los pensamientos puestos en un lejano recuerdo.—Arielle, mi Ari, no...no eres mia.. nunca lo fuiste y jamás lo serás. —se dijo mentalmente, cuando sintió unos pasos acercarse, deduciendo que eran los guardias. —Seguramente estas pensando en algún amor, con el cuál no podrás estar porque serás mi esposo. —siceó con burla la mujer con el rostro cubierto, Jhon se giró y la fulminó con la mirada deduciendo que era la mujer con la que se casaría por las palabras que dijo, dio un paso y estuvo tan cerca de ella, miró sus ojos destellantes de burla, e imaginó su sardónica sonrisa, y no tuvo más que apretar sus puños y dientes tan fuertes.—No entiendo tu capricho mujer,....tu sabes que nunca pasó nada entre nosotros, que jamás te violenté, y tú me arruinas mi vida forzando me a un maltit0 matri
Jhon, estaba furioso por todo lo que estaba pasando, pasó por la ceremonia y luego enfrentar la realidad...su nueva realidad, hacia un mes atrás estaba preparado para unir su vida a la mujer que amaba y ahora estaba casado con una completa desconocida.Después de dejar a Rania tirada en el suelo, salió del ayuntamiento, subió a un Uber y salió del lugar rumbo a la solitaria playa donde había pasado mucho tiempo ahí poniendo sus pensamientos en orden Caminó por la orilla de la playa descalzo y con las manos en los bolsillos, después de caminar decidió sentarse en la arena y bebió de la botella, sus pensamientos eran un caos, no entendía como en menos de un mes de estar ahí en un país desconocido, estaba casado con una mujer a la cual nunca había visto su rostro.—Por dios...esto es una maldit4 pesadilla. —se reprochó asi mismo. Las horas pasaron, Jhon sentía una presión en el corazón, a su mente llegaban los recuerdos de esa mirada cristalina de la que ahora era su esposa, tirada e
RANIA EN EL HOSPITAL Rania después de intentar hablar, explicar y rebelar su identidad ante Jhon, y este responder agresivamente, y luego dejarla ahí tirada, lloró tanto por sentirse desdichada, a causa de eso fue a parar al hospital.—La paciente está estable....Solo fue una baja de presión, pero pronto estará completa mente recuperada. —informó el Galeno.—Gracias a Alá, ¿Puedo pasar a verla? —pidió Tifa...y el Galeno indicó la habitación donde estaba Rania.Rania Al-khalifa, escuchó hablar al médico dando indicaciones a Tifa, se puso de pie y sigilosamente salió de la sala de emergencias, subió al Uber y dió la dirección.Todo el trayecto fue mirar pasar el paisaje, y en su mente se repetía una y otra vez las palabras de Jhon "No me casé contigo, para ser el marido cariñoso lo sabes muy bien ¿Cierto?. Mi corazón no te pertenece, ni mi vida. Estoy decidido a seguir mi propio camino, aunque eso signifique dejar atrás todo este absurdo matrimonio, sigue tu vida como quieras...no
Eran las siete de la mañana, cuando Mustafá golpeó la puerta de la habitación de Jhon.-Pasa Mustafá. -ordenó desde el sofá con algunas botellas tiradas. Y sabiendo que era el único amigo que podía encontrarlo ahí.-Hey....otra vez. ¿Creí que habías superado lo que tanto te atormenta. -dijo Mustafá entrando y mirando el desorden que había.Jhon levantó la mirada y se carcajeo.-Sabes Mustafá....vine a este país desconocido con la idea de olvidar definitivamente a una mujer que no es y...no será jamás para mí. ¿Sabes por qué? Porque soy un imbécil, por esperar....y ahora veo que lo único que esperé fue perderla. -habló aún arrastrando las palabras.-¿Perderla? ¿Porque la perdiste? ¿Que hiciste? -preguntó Mustafá.-¿Que hice? Nada hice...nada más que esperar a que ella fuera una mujer realizada, ¿Y que pasó? Que se casó con otro...se realizó conmigo amando a otro....eso pasó Mustafá. Y ahora estoy casado con una mujer que no amo...que me obligó a casarme con ella, con eso de sus costumb
Rania miró fijamente la lejanía del mar, suspiró profundo cerró los ojos y lo miró, no tenía idea de como empezar.—Yo...—dijeron al unisono y rieron.—Las damas primero. —dijo Jhon sonriendo.—Tu enviaste mensajes primero, así que serás tu quien empiece. —respondió Rania cediendo su lugar.—¿Puedo saber que pasó esa noche? ¿Por qué te fuiste de ese modo? ¿Por qué intentaste ahogarte? —preguntó Jhon sintiendo curiosidad.Rania suspiró profundo cerrando los ojos y vio ahí la oportunidad de aclararlo todo. —¿Recuerdas que te dije que estaba comprometida?—Si....lo recuerdo. ¿No te casaste?—Si...si lo hice, me casé esa noche que me sacaste del mar. —respondió Rania mirándolo a los ojos.—¿Que estás diciendo mujer? ¿Que te hizo para que tomes esa decisión?—El no me ama...y jamás lo hará, fue muy claro. —dijo Rania abriendo paso para rebelar su identidad. Jhon sintió estrujar su corazón al recordar lo que le dijo a Rania.—Sabes...esa noche también me casé...me casé con una mujer que ja
Jhon salió del departamento magistral mente ignorando a Rania, entró al ascensor, bajó, salió y subió a su auto para ir a la construcción del palacete para Fátima, nunca se imaginó que lo que mas le apasionaba, se le estaba volviendo algo muy estresante.....su trabajo en ese palacete.Llegó fue directo a su oficina temporal con la intensión de empezar a realizar su trabajo para luego ir a la obra que se realizaba.Miró cada detalle realizado, caminó por los lugares donde estaban los obreros cuando su teléfono sonó.—Señor, su esposa está aquí. —recibió la llamada y colgó.Continuó en su labor sin prestarle atención y sin importar que su esposa lo esperaba.Una hora después de revisar la obra, subió a su auto y fue a un restaurante más cercano donde estaba Mustafá esperando por el.—Buen día amigo. —saludó Jhon sentándose frente a él.—Jhon. ¿Te pasó algo? Te ves contrariado amigo.—No se si estar feliz o arrepentido.—¿Que te pasó amigo? Cuéntame y si puedo ayudar, con gusto.—No sé s