Gianna salió, seguida de un silencioso Oliver, ingresaron al ascensores que los trasladaría hasta el estacionamiento de vehículos, en cuanto las puertas del ascensor se abrieron en el sótano, y salió de él, se encontró de frente a Ronal Maxwell, quién la observó a los ojos y luego, lentamente deslizó la mirada a través de su cuerpo. —Vaya, Gianna Santos, ¿O debería decir Gianna Harrison?—Como mejor le parezca, aunque de preferencia no tener que cruzar palabras con usted, sería lo mejor— el hombre dibujó una cínica sonrisa en sus labios. —Sincera, como siempre. ¿Qué haces en mi empresa?—Buscando una sociedad para Harrison Corporation— Ronald frunció el ceño.—¿Sociedad?—¿Con los Maxwell?, ¡Ni de chiste!— dijo burlona. — vine a conversar con Ethan, ya sabe, eso de cerrar ciclos. —Espero no le estés llenando la cabeza de cucarachas a mi hijo. —Para nada, es suficiente con las que ustedes mismo le han llenado la cabeza. Es lamentable, Ethan es un buen chico, con la mala suerte de t
Susana despertó aún envuelta en los fuertes brazos de su esposo, lo admiró, Ethan era tan grande, fuerte y atractivos, había sido bueno atento y cariñoso, dedicado, el sueño de cualquier mujer... recordar lo sucedido la noche anterior, le dejaba un mal sabor de boca. Él seguía encaprichado con la tonta de Gianna Santos, no podía dejar de maldecir el día en el que aquella mujer se había cruzado en sus vidas.Ahora, tenía al hombre que amaba, sí, pero que no dejaba de pensar en otra y resultaba extremadamente doloroso el hecho de que una de sus mejores noches, la noche en la que mejor la habían pasado juntos, él había estado ebrio y...pensando en otra. Cerró los ojos con dolor.Salió de la cama y se dispuso a prepararse para el nuevo día, quería ir de compras o, visitar a su familia, quizás hablar con su madre le haría bien, quizás debía visitar las empresas de su padre, algo, debía hacer algo que lograra entretener su mente, para dejar de pensar. Dejaría dormir a Ethan, había llegado
—¡No puedes hacerme ésto, Ethan!— Susana, gimió desconsolada, mientras miraba con horror a su esposo. —¡Quiero el divorcio!— exclamó una vez más — ¡ Este matrimonio no nos está llevando a ningún lado, Susana, terminaremos odiandonos!—¡ÉSTE MATRIMONIO NO FUNCIONA POR TÚ CULPA!—lo señaló con un dedo acusatorio. —¡ME ESFUERZO DIA CON DIA PARA HACERTE FELIZ, MIENTRAS TÚ SIGUES PENSANDO EN ESA MALDIT4 MUJER!— sollozó —¡ ESTOY HARTA, HARTA DE VIVIR CON GIANNA SANTOS EN MEDIO DE NOSOTROS!, ¡ESTÁ CASADA, CASADA, YA SUPÉRALO!—Ethan, la miró endurecido. —Tú no lo entiendes— dijo con voz tensa — jamás entenderás esto que siento. —¡Yo mejor que nadie lo entiendo!, ¡ Yo que vivo amándote y sufriendo tu indiferencia a diario!, ¡ME LASTIMAS, ETHAN!—Por esa misma razón lo mejor será divorciarnos. — la miró con dolor— has sido una persona importante para mí desde que somos niños, Susana, me duele, me duele hacerte daño, lo mejor es separarnos. —¡NO!—sollozó—¡Por Dios, reacciona!— dijo enojada— t
Alexander, entró a la habitación con todo el cuerpo temblando, su corazón latiendo con ràpidez, a la vez que sus ojos estaban llenos de lágrimas de dolor y desesperación. —Sólo unos minutos, Señor Harrison— le advirtió el médico— recuerde que está bastante delicada. —Júreme que va a salvarse— suplicó. —No puedo hacer eso, señor, su pronóstico es reservado, debemos esperar un poco. —¡Es mi esposa!—gimió con dolor.—Lo sé, y le prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos, todo lo humanamente posible para que se recupere— Alex asintió con dolor, para seguir su camino a la cama.Allí estaba ella, su Gianna, su amor, tenía el rostro inflamado, lleno de heridas y muy pálido, una herida en su hermoso labio inferior, una venda cubría su cabeza, y se podía apreciar muchos hematomas en sus brazos, una de sus piernas inmovilizada a causa de un yeso, le habían fracturado la pierna... Se acercó rápidamente a ella y con cuidado tomó una de sus manos.—Cariño...—habló con ternura— esto
Ethan llegó de la oficina directo a casa, había tomado la decisión de dejar de visitar los bares hasta altas horas de la noche, la bebida no aliviaría sus penas, y volverse un alcohólico sólo agravaría su situación, eso sin contar con que quería ser un buen ejemplo para su futuro hijo, necesitaba reconstruirse y sacar a flote la mejor versión de si mismo para poder ser un buen padre, digno, merecedor de la bendición de un hijo. Aunque era difícil, asumió que lo mejor sería poner de su parte para que la relación con Susana funcionara, tenían un lazo que los uniría de por vida, y ella era una buena mujer, buena esposa, para su desgracia Gianna le había superado, era feliz junto a Harrison, y le había dejado en claro que no la recuperaría, no podía evitar los ataques de angustia o ansiedad al saberla de otro, pero... de nada servía, él mismo había tomado las decisiones y cometido las acciones que lo habían colocado en aquella postura, en consecuencia, lo mejor que podía hacer era asumir
Melly fue dada de alta, en silla de ruegas fue a visitar a Gia, ambas conversaron y lloraron por el trágico accidente que habían vivido, lloraron por el bebé que jamás conocerían y la pena de haber perdido a esa personita que los hubiese llenado de felicidad. Aunque Melly hubiese querido quedarse junto a Gianna, sabìa que debìa ir a casa paa poder recuperarse. Alexander, se mantenía firme a su lado, apartándose de ella, solo no necesario y volviendo rapidamente a su lado... —Debes ir a la empresa, cariño— le dijo un día. —No quiero dejarte sola por mucho tiempo— le besó la mano. —Lo sé— sonrió— pero tienes asuntos que atender. —Mi madre ha llamado y Regina también, te he excusado. —Grcias, no quiero preocuparlas, es mejor que no sepan lo que ha ocurrido, sobre todo Regina, no quiero ocasionarle una angustia innecesaria, ya estoy bien. —Lo sé— suspiró— eres demasiado buena, me siento tan afortunado de tenerte, Gia— le miró con adoración. — me volvería loco si te pierdo. —No pien
Davis y Jones, veían como un grupo de hombres y mujeres con batas se acercaban corriendo... la preocupación les inundó, ¿Qué estaba sucediendo?, el terror se apoderó de ellos cuándo vieron que iban a entrar en la habitación de la señora Gianna, se apresuraron a entrar junto con ellos. —¡ALÉJESE DE ESA PACIENTE!— escucharon que girtaban, todo era un caos, al saberse descubierta, la mujer se alejó de la cama y los miró con ojos enormes, reconociendo la llegadas de tantas personas supo que no habría escapatoria. Dos hombres y una mujer se acercaron a Gianna, retirándo de su rostro la almohada que le impedían el paso de oxígeno. —¡No tiene pulso!— dijo alguien y los hombres abrieron enormes los.ojos mientras Helen sonreía victoriosa. Davis y Jonas, se adelantaron apresuradamente a tomar a Helen con fuerza, inmovilizándola. —No dején escapar a esa mujer, la intentado asesinarla... —La estamos perdiendo...— Iniciamos protocolo de de reanimación cariopulmonar —Jones observó aterrado co
Ethan y Susana, quedaron inmóviles en cuanto recibieron la noticia de la detención de Helen. Ethan no podía creerlo, ¿Hasta dónde había llevado el odio a su madre?Le tranquilizó saber que Gianna por fortuna estaba bien, pero tembló internamente al enterarse de que tuvieron que reanimarla, pues, efectivamente su madre, la había dejado sin pulso, aquello lo había enloquecido de dolor, enterarse que su madre había Sido también la responsable que atropellar a Gianna y a Melly, la responsable de la muerte del hijo de Gianna. ¿Qué clase de monstruo era Helen Maxwell?Aunque se negaba internamente, se trasladó al lugar donde su madre estaba detenida, en cuánto ella lo vió se acercó para abrazarlo, pero Ethan retrocedió. —No me toques— le dijo rápidamente, la mujer se alejó y lo miró directamente a los ojos— No puedo creerlo, no te conozco.—No necesito tus reproches, hice lo mejor para ti, tesoro mío. Ahora, estás libre de esa mujer, libre para hacer tu vida junto a Susy— Susana miró ate