Amores míos , ya estamos entrando en los últimos capítulos, estoy emocionada y ansiosa a la vez. Pronto comenzaré a subir una nueva historia "EN LOS BRAZOS DEL MILLONARIO", tendrá una trama agradable y sería feliz si me acompañaran también por esa historia. Además agradecer a todos los que me están acompañando en "PROMESA ORIENTAL" el quinto libro de la serie Amores Orientales.
Ethan llegó de la oficina directo a casa, había tomado la decisión de dejar de visitar los bares hasta altas horas de la noche, la bebida no aliviaría sus penas, y volverse un alcohólico sólo agravaría su situación, eso sin contar con que quería ser un buen ejemplo para su futuro hijo, necesitaba reconstruirse y sacar a flote la mejor versión de si mismo para poder ser un buen padre, digno, merecedor de la bendición de un hijo. Aunque era difícil, asumió que lo mejor sería poner de su parte para que la relación con Susana funcionara, tenían un lazo que los uniría de por vida, y ella era una buena mujer, buena esposa, para su desgracia Gianna le había superado, era feliz junto a Harrison, y le había dejado en claro que no la recuperaría, no podía evitar los ataques de angustia o ansiedad al saberla de otro, pero... de nada servía, él mismo había tomado las decisiones y cometido las acciones que lo habían colocado en aquella postura, en consecuencia, lo mejor que podía hacer era asumir
Melly fue dada de alta, en silla de ruegas fue a visitar a Gia, ambas conversaron y lloraron por el trágico accidente que habían vivido, lloraron por el bebé que jamás conocerían y la pena de haber perdido a esa personita que los hubiese llenado de felicidad. Aunque Melly hubiese querido quedarse junto a Gianna, sabìa que debìa ir a casa paa poder recuperarse. Alexander, se mantenía firme a su lado, apartándose de ella, solo no necesario y volviendo rapidamente a su lado... —Debes ir a la empresa, cariño— le dijo un día. —No quiero dejarte sola por mucho tiempo— le besó la mano. —Lo sé— sonrió— pero tienes asuntos que atender. —Mi madre ha llamado y Regina también, te he excusado. —Grcias, no quiero preocuparlas, es mejor que no sepan lo que ha ocurrido, sobre todo Regina, no quiero ocasionarle una angustia innecesaria, ya estoy bien. —Lo sé— suspiró— eres demasiado buena, me siento tan afortunado de tenerte, Gia— le miró con adoración. — me volvería loco si te pierdo. —No pien
Davis y Jones, veían como un grupo de hombres y mujeres con batas se acercaban corriendo... la preocupación les inundó, ¿Qué estaba sucediendo?, el terror se apoderó de ellos cuándo vieron que iban a entrar en la habitación de la señora Gianna, se apresuraron a entrar junto con ellos. —¡ALÉJESE DE ESA PACIENTE!— escucharon que girtaban, todo era un caos, al saberse descubierta, la mujer se alejó de la cama y los miró con ojos enormes, reconociendo la llegadas de tantas personas supo que no habría escapatoria. Dos hombres y una mujer se acercaron a Gianna, retirándo de su rostro la almohada que le impedían el paso de oxígeno. —¡No tiene pulso!— dijo alguien y los hombres abrieron enormes los.ojos mientras Helen sonreía victoriosa. Davis y Jonas, se adelantaron apresuradamente a tomar a Helen con fuerza, inmovilizándola. —No dején escapar a esa mujer, la intentado asesinarla... —La estamos perdiendo...— Iniciamos protocolo de de reanimación cariopulmonar —Jones observó aterrado co
Ethan y Susana, quedaron inmóviles en cuanto recibieron la noticia de la detención de Helen. Ethan no podía creerlo, ¿Hasta dónde había llevado el odio a su madre?Le tranquilizó saber que Gianna por fortuna estaba bien, pero tembló internamente al enterarse de que tuvieron que reanimarla, pues, efectivamente su madre, la había dejado sin pulso, aquello lo había enloquecido de dolor, enterarse que su madre había Sido también la responsable que atropellar a Gianna y a Melly, la responsable de la muerte del hijo de Gianna. ¿Qué clase de monstruo era Helen Maxwell?Aunque se negaba internamente, se trasladó al lugar donde su madre estaba detenida, en cuánto ella lo vió se acercó para abrazarlo, pero Ethan retrocedió. —No me toques— le dijo rápidamente, la mujer se alejó y lo miró directamente a los ojos— No puedo creerlo, no te conozco.—No necesito tus reproches, hice lo mejor para ti, tesoro mío. Ahora, estás libre de esa mujer, libre para hacer tu vida junto a Susy— Susana miró ate
Un año y algunos meses más tarde...Gianna despertó, se movió saliendo del mundo de los sueños, con los rayos solares filtrándose débilmente por la ventana de su habitación, se giró para encontrarse con el rostro de Alex en completo reposo, sus labios levemente separados, mientras su desnudo pecho subía y bajaba de forma rítmica. La delicada sábana de seda, a penas y cubría su pelvis desnuda, sintió como el deseo despertaba las dormidas fibras de su cuerpo, lo deseaba, como siempre que lo veía, lo amaba profundamente...Mordió su labio inferior, no podía creer como había pasado el tiempo tan rápido, y la burbuja de felicidad y pasión había vuelto a cubrirlos. Gianna, estaba agradecida de haber sobrevivido a aquellos dos ataques por parte de Helen, se sentía como si hubiese renacido, como un ave fénix que surge desde las cenizas, agradecida porque pudo seguir viviendo para disfrutar de su amor por Alexander y la vida que estaban construyendo juntos. Extendió la mano y acarició suavemen
Alexander, terminaba de afinar los últimos detalles de sus asuntos en la oficina, su mayor deseo era salir pronto y correr junto a Gia para pasar la tarde disfrutando de su compañía, y la noche entre sus brazos disfrutando de su pasión desmedida. Gia, su adorada Gia, dos años de feliz matrimonio, se sentía muy agradecido porque ella le estaba regalando momentos increíbles y juntos estaban construyendo un amor muy sólido. Firmó los documentos y se dedicó a revisar algunos documentos en digital en su computador. El teléfono en su escritorio lo sacó de su concentración. —Dime, Ava— respondió sin despegar la vista de la pantalla. —Señor Harrison, lamento mucho interrumpirle, tengo aquí al Licenciado Foster, y me pide hablar con usted. — Alexander frunció el ceño, ¿ Foster?, Según recordaba no tenía pendientes con su abogado. —Bien, que pase— un minuto después un llamado a la puerta, seguido de su permiso para ingresar, le permitió ver a John Foster entrando a su oficina, se puso en p
Gianna caminó lentamente, hundiendo sus pies en la ardiente arena, sus zapatillas estaban es su mano izquierda mientras se dedicaba a aquel paseo, observó a lo lejos la inmensidad azul del mar, siempre había querido conocer República Dominicana, había escuchado hablar mucho de punta cana, y aquella había sido su oportunidad, un enorme mar que infinito a la vista se mezclaba con el azul del cielo, muy pocas personas estaban en la playa aquel día, un par de niños jugaban en la arena, riendo alegres, ella también sonrió y se llevó la mano a su abdomen el cuál había crecido un poco en aquellos meses, afortunadamente para ella su hijo se desarrollaba de la mejor manera, un niño sano, con buen peso, buen tamaño, un bebé que se había convertido en su único motivo para levantarse cada mañana, por él y solo por él, se negaba a rendirse a la tristeza que la abrumaba.Había intentado comunicarse con Melly en un par de ocasiones, pero ella insistía en nombrar a Alexander, aquello le hacía daño, a
Gia y Alex, habían regresado a los Estados Unidos, dónde celebraron una ceremonia civil, en compañía de Melly y su novio, así como algunas personas que trabajaban en Harrison Corporation, principalmente la leal Ava. Mientras preparaban su viaje a Irlanda para la celebración de la boda religiosa, se habían encontrado a Ethan, en compañía de Susana y una hermosa niña, la pequeña tenía el dorado cabello de su madre, y los alegres ojos de su padre, quién además la miraba con una adoración absoluta, entendiendo así que Ethan había encontrado al fin su verdadero amor, ya que su hija había regresado la luz a su mirada. Ronald Maxwell, no había regresado al país desde que se marchó, ahora Ethan con su propio capital, había iniciado una empresa que parecía ir viento en popa, los Walker apoyaban incondicionalmente el negocio de su yerno, y así Ethan avanzaba en la construcción de su propio negocio, él que había aspirado siempre dirigir las empresas de su padre, tras perderlo todo, se había con