Me quedé mirando aterrorizada a mi marido, mirándonos los dos fijamente a los ojos, viendo en ellos mucha rabia y furia— Me duele, suéltame por favor Mark, me estas haciendo daño — le dije—- Y más te va a doler, si no me dices quien te ha dicho que sigo en relación con ella — me dijo apretando más su mano en mi brazo— Han entrado varios mensajes de ella esta noche en tu móvil y como tu esposa que soy los he leído todos ¿qué pasa Mark? ¿Aún la amas? — le pregunté llorando— No me dejará en paz esa puta .-- me dijoMark tiro el vaso a la chimenea haciendolo añicos, marchandose seguidamente del salon, me sente en el sofa del salon, viendo minutos despues a mi esposo entrar otra vez en el salon, vestido con unos pantalones vaqueros negros y una camisa blanca, con las mangas recogiddas hasta su codo, enseguida me levante del sofa acercandome a mi esposo—- No Sofía, no lo intentes, necesito marcharme, tengo que aclarar mis ideas, no me esperes levantada — me dijo viendo como se marchaba
Cuando me marché de mi casa lo agradecí, ya que el soplo de aire frío que me dio en la cara por un momento, secaron mis lágrimas sintiéndome más valiente y más decidida a dejar a Mark. Iba andando por los exteriores de la casa con mi movil en mi oído para llamar y solicitar un taxi, cuando de pronto vi el coche de Mark parándose a mi lado, bajando mi esposo acercándose a mí, muy serio— ¿A dónde vas? —- me pregunto Mark— A donde voy, no es asunto tuyo — le dije— No te moverás de aquí hasta que me digas a donde vas — me dijo, cogiendo mis brazos, viendo en sus ojos, rabia y furia— Ya no eres mi dueño, ya no hay contrato recuerdalo, soy libre de hacer lo que me dé la gana y no tengo que darte ninguna explicación ya, de donde voy o vengo, adiós — le dije soltandome de su agarreCuando llegue hasta el exterior de la casa, vi acercarse a mi un taxi, levante la mano parándose el conductor a mi lado, marchandonos de allí hacia la dirección que le di al taxista. Cuando llegamos a donde se
El fin de semana siguiente, vino Alice a nuestra casa sin esperarmelo, nada más entrar en casa mi hija se fue corriendo hacia donde ella estaba, cogiendo mi amiga a mi hija en sus brazos besándole por todo los sitios que no tenía ropa, riendo mi hija haciendo que los demás también sonreímos por contagio. al escucharla. Nos sentamos las tres en el sofa del salon, acercandonos Violeta tres refrescos, ya que solamente estábamos las tres chicas— Violeta por favor, preparale a mi niña una pequeña maleta, me la voy a llevar un par de días a mi casa, Cintia cielo ¿quieres venirte con la tía a su casa? — le pregunto Alice a mi hija, echandose mi pequeña encima de mi amiga, mientras no cesaba en decir SIIIIIIIIII.— ¿Se lo has comentado a Mark? no quiero que él llegue a casa y discutamos por eso — le dije— Ya lo llamaré, tu no te preocupes por eso, lo único que deseo es que arregleis vuestra situación, os veo muy distantes a los dos y sobre todo desde que salio esa puñetera foto en los peri
Intente coger con las manos a la madera de la escalera mientras caía para evitar hacerme, mucho más daño, pero lo único que pude hacer es, pensar en mi bebe, pasando por mi cabeza como si fuera una película rápida, mis padres, mi esposo, nuestras peleas, pero lo unico que podia hacer en ese momento era poner mis manos en mi vientre intentando que al caer por fin al suelo, mi vientre no se diera un fuerte golpe, no quería que mi bebe naciera antes de que tocara su hora de ver el mundo, ya que lo tenía tantos meses cuidándolo dentro de mi ser, que no deseaba que por una mala caída tuvieran que sacar a mi hijo corriendo. Nada más caer al suelo, lo primero que sentí fueron las manos de mi esposo, acariciar mis mejillas, mientras pronunciaba una y otra vez mi nombre, mientras lo escuchaba al mismo tiempo hablar por teléfono pidiendo una ambulancia, pero por los dolores que yo tenia, sabia que la ambulancia no llegaría a tiempo, así que decidí, coger la mano de Mark lo más fuerte que pude,
Estando ya en la habitacion, Mark cogió a nuestro bebe en sus brazos acunando con una bonita sonrisa en sus labios, minutos después mi esposo me puso a mi bebe en mi regazo dándole primero un beso a su hijo en la frente y un beso en los labios a mi— Los dos sois mi vida, mi mundo y mi todo, te amo Sofia, gracias por darme este precioso regalo, os amo a los dos — me dijo mi esposoGracias al contrato que hicimos, ahora estamos Mark y yo aquí, frente a nuestro bebe y el amor de nuestras vidas, un contrato que cumplimos con mucho amor a pesar de los tropiezos que nos encontramos por el camino, pero aquí estábamos, llenos de amor y que será para el resto de nuestras vidas. Cuando al día siguiente entró en la habitación Alice y su esposo, Mark estaba sentado en el sillon con nuestro hijo en sus brazos, mirándolo Mark fijamente mientras sonríe, Alice se acerco a mi cama dándome un beso en la mejilla entrelazando nuestros dedos— Enhorabuena a los dos, que cosita mas bonita Mark ¿estarás c
Pocos minutos después, la puerta de la habitación se volvió a abrir, viendo entrar a mis padres, dirigiéndose mi madre enseguida a mi cama donde yo estaba ya sentada, dándonos las dos un fuerte abrazo y dos besos, mirando ella después a la cuna donde estaba mi hijo. Se acercó a la cuna, mientras mi padre también me abrazaba y me daba un beso, viendo a mi madre como cogia con mucho cuidado en sus brazos a mi bebe, mientras las lágrimas le caían por sus mejillas.— Es precioso hija, tiene algunos rasgos tuyos, pero se parece mucho más a tu esposo — me dijo mi madre— Es normal cariño, lo han hecho entre los dos — dijo mi padre haciéndonos reírMi madre se sentó en el sillon que habia al lado de mi cama llevando a su nieto en sus brazos.— ¿No te faltaban semanas para dar a luz? — preguntó mi madre— Si, pero mi hijo quería conocer el mundo y ya ves, ya está aquí — le dije, ya que sabía que si le decía la verdad, se podía enfadar mas con mi esposo y no estaba dispuesta a que se odiaran m
Los días fueron pasando y en mi casa, seguimos con nuestra rutina, Mark se iba a trabajar a su empresa por la mañana, dejando primero a nuestra hija en su guardería, mientras yo me encargaba de cuidar a mi bebe y ayudar a Violeta un poco en mi casa haciendo algunas cosas, ya que ella no me dejaba ayudarla, volviendo Mark a casa para comer quedandose ya en casa conmigo hasta la hora de recoger a nuestra hija, volviendo los dos a casa poco después, acercándose mi hija en cuanto entraba por la puerta al moisés de su hermano, quedandose de pie mirándolo, aunque la televisión estaba puesta con sus dibujos preferidos, pero ya no le hacía mucho caso, ya que lo que prefería mi hija es ver como dormía su hermano.en su moisés, ayudandome a cambiar su pañal o a hacer que eruptara después de que mi bebe comiera.Un mes después de tener a mi hijo y ya cerca del cumpleaños de mi hija Cintia, Mark acostó a nuestra pequeña mientras yo le daba de mamar a nuestro bebe, cuando ya termino, lo deje dormido
Al día siguiente cuando me desperté, me di cuenta de que mi marido estaba mirandome con su brazo apoyado en el almohadón y con una preciosa sonrisa en sus labios— Buenos días preciosa, me encanta ver como duermes — me dijo acercando sus labios a mis labios, dándome un suave y delicioso beso— Buenos días mi amor, ¿la pequeña ya se ha despertado? — pregunte— Si, está en la cocina con Violeta desayunando —- me dijo— Pues creo que es hora de levantarme, junior estará a punto de pedir también su desayuno — le dijeMark se puso encima de mi cuerpo, lamiendo y mordisqueando mis pezones haciéndome gemir, sintiendo en mi entrepierna su ya duro miembro, abri mis piernas todo lo que pude para que mi marido encajara sus caderas, sintiendo a los pocos segundo, como de una certera embestida, se introdujo dentro de mi, cogiendo mis caderas con sus manos para empujar cada vez más fuerte, poniendo mis manos en su pecho para apartarlo, quedandose Mark por un momento quieto mirandome— No tenemos pr