Las manos de Mark cogieron mi rostro y sus labios se unieron a los míos besándonos con deseo y lujuria, bailando nuestras lengua en nuestras bocas, Le quite a Mark la camisa por encima de su cabeza, acariciando su duro pecho con mis manos, deslizando el su lengua por mi cuello, volviendo su boca a la mía

— Quiero que la despidas si quieres que me quede contigo — le dije

— Lo haré en cuanto pueda, ahora mismo no me voy a arriesgar a que me demande, todo a su tiempo — me dijo, aparentando después sus labios con los míos

Mark me dio un beso intenso, como si quisiera marcarme como lo que era, era su mujer, Mark se separó un momento de mi, quitándose los pantalones, dejando libre su virilidad, mientras yo miraba con deseo el cuerpo perfecto de mi marido, quitandome despues a mi la ropa, quedando completamente desnuda y expuesta a sus deseos. Me acaricio y me lamio cada uno de mis pezones, haciendome sentir en la entrada de mi sexo, su duro miembro, acaricando despues su mano mi sexo, que y