Esa mañana estaba con mi madre, ya que hacía tiempo que no nos veíamos y me daba lo mismo si Mark se enteraba, ya que estaba harta de que siempre pusiera el contrato que teniamos firmados, como excusa cuando teniamos alguna discusion, asi que por eso me fui a visitar a mi madre, aunque sabía que Mark me lo prohibió cuando nos casamos.— ¿Como estas con ese hombre, hija?¿te trata bien? — me pregunto mi madre— Si, no puedo quejarme mama, pero me duelen sus celos con mi compañero de trabajo, lo que pasa es que Mark, es un hombre orgulloso y obstinado además de que no sabe pedir perdón cuando comprende que se ha equivocado, es como si se imaginara que está amenazado por Liam, mi compañero y no se da cuenta de cuanto lo amo — le dije— Hija no se que teme la verdad, vais a ser padres y eso os debería uniros a los dos aún más — dijo mi madre— Y lo se mama, además es un hombre que tiene dinero, aunque eso la verdad que no me importa, tiene además una empresa millonaria y mucha influencia
Por la noche y después de dejar a nuestra hija dormida en su camita, entramos mi esposo y yo en nuestro dormitorio, me acerque a la cama donde ya tenía preparado mi camisón, me fui quitando la ropa sabiendo que Mark me está mirando aunque por su mirada no se exactamente en qué está pensando y tras unos minutos observando, Mark se abalanzo sobre mi, poniendome contra la pared, bloqueando mi cuerpo con su cuerpo, arrancando mi camisón, comenzando a besar mi cuello, a tocar mi cuerpo con sus manos, agarrándome fuertemente mis nalgas mientras no dejamos de besarnos apasionadamente. La lengua de mi esposo recorrio todo mi cuerpo y lentamente nos fuimos fundiendo nuestros cuerpos, dejándome llevar por ese momento de pasión y dejando que mi esposo lleve las riendas, mientras yo disfrutaba del momento.Al día siguiente, cuando me levanté de la cama, entre en el cuarto de baño para ducharme, cuando terminé, volví al dormitorio para vestirme, acercandome despues a la cocina, acercandome a l
Robert siguió moviendo a aquel pequeño aparato sobre mi vientre, apretando de vez en cuando algunos botones de la máquina, viendo mi esposo y yo que estaba muy serio y no nos decía nada. Cuando ya apagó aquella máquina, el médico se quedó mirándonos, dándome la enfermera una toalla para que me limpiara, volviendo Mark y yo a la consulta junto con el médico, sentandonos en las sillas, esperando a que el médico nos dijera cómo iba mi embarazo— Bueno Sofia, no te voy a engañar, hay que operar ese tumor cuanto antes, desde la última vez que te vi en mi consulta, ha crecido demasiado y el embarazo no va a ir a término si no te operamos primero el tumor, aunque no te puedo dar muchas esperanzas de que no vaya a dañar a vuestro bebe la operación, tendremos mucho cuidado, pero lo veo muy mal, lo siento — nos dijo— ¿Cuándo tiene mi esposa que ingresar? cuanto antes resolvamos el problema, será mejor para ella y para mi —- dijo Mark— La ingresamos a la semana que viene, ese carcinoma hay q
Mark siguio bloqueando mi paso con su cuerpo, aunque yo ya estaba excitada, sintiendo como tenia mis pezones muy duros y un cosquilleo caliente en mi sexo, que se humedecia mas con cada muestra de ardor de Mark. Mi corazón palpitaba a más de mil , mis rodillas me fallaban, mi piel estaba erizada por todo mi cuerpo y el deseo por abrir mis piernas para que mi marido hiciera lo que quisiera conmigo se iba intensificando, deseando que mi esposo me penetrara con fuerza. Me estaba mareando cuando note sus dedos sobre mi espalda, bajando la cremallera de mi vestido, desabrochando después el sujetador, bajando los tirantes por mis brazos dejando desnudos mis pechos, que empezó a morderme y a besarme inclinando su cabeza hacia mi, haciendo que arqueara mi espalda contra la puerta del baño. Mi respiración se entrecortaba, mezclados con los jadeos de mi esposo. Intente luchar, presionando contra sus hombros, respondiendo Mark abrazandome todavia mas fuerte, sus dedos recogieron la falda sobre m
Después de salir del dormitorio de nuestra pequeña, Mark y yo nos marchamos de nuestra casa, acercandonos hasta su coche, abriendo mi esposo la puerta del coche ayudandome a entrar en el, sentandose Mark en el asiento del conductor, arrancando enseguida el coche marchandonos de allí hacia la casa de Alice. Cuando llegamos mi marido aparco el coche, bajando los dos, acercandonos a la entrada de la casa,cogiéndole el brazo a Mark entrando en la casa de nuestra amiga recibiendonos ella con una preciosa sonrisa, abrazándonos las dos. Entramos los tres dándome cuenta de todos los invitados que habían, cruzando mi mirada con Liam, que en cuanto me vio se fue acercando hasta donde estábamos Mark y yo con una sonrisa en sus labios, sin dejar de mirarme— Por favor Mark, recuerda que estamos en la casa de Alice — le dije, al ver muy serio el rostro de mi marido, viendo como se nos iba acercando Liam a nosotros— Buenas noches señor Harris, permítame decirle que está preciosa su esposa — dijo L
Tres días después de estar en la fiesta que hizo en su casa nuestra amiga Alice, estábamos Mark, mi hija y yo desayunando en la cocina, cuando de pronto escuchamos la melodía del móvil de Mark, me quedé mirando a mi esposo, mientras el cogia su telefono para contestar a la llamada, marchandose de la cocinaCuando regresó después de unos minutos, pude darme cuenta en lo serio que estaba sin dejar de mirarme, — Era Roberto, esta tarde tienes que ingresar, la operación es mañana a primera hora — me dijoMe levanté de la silla donde estaba sentada, teniendo que correr para llegar al cuarto de baño cuanto antes ya que notaba que de un momento a otro iba a vomitar y no quería que mi hija me viera, viendo a mi esposo detrás de mí cuando ya me levanté del suelo, después de haber vaciado completamente mi estómago. Después de enjuagar mi boca y lavarme las manos, Mark rodeo mi cintura apretando mi cuerpo al suyo, me apartó el pelo de mi cara, buscando sus labios mis labios– ¿Te ha dicho algo
Después de ducharme, volví al dormitorio para vestirme, llevando una toalla que rodeaba mi cuerpo, pero me senté un momento en la cama, acariciando mi vientre mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas, dándome cuenta de que Mark estaba apoyado en el marco de la puerta mirándome. Nos quedamos por unos segundos mirándonos los dos, hasta que vi como se iba acercando hacia donde yo estaba sentándose a mi lado en la cama poniendo su brazo en mi hombro y su mano junto a la mia en mi vientre, dándome un beso en la frente— Veras como todo saldrá bien, — me dijo intentando consolarme— ¿Tu, lo crees? — pregunte, llorando— Vístete tenemos que marcharnos, tenemos que ir primero a la guardería para recoger a la pequeña y llevarla a donde vive Alice — me dijoMe levanté de la cama, me quite la toalla que rodeaba mi cuerpo, poniendo Mark sus manos en mi cintura acercándome a su cuerpo, poniendo su mano en mi vientre dándome un beso, mirandome despues a mi, acercando sus labios a los míos.
Intente abrir los ojos, pero nada más que podía ver bultos moviéndose alrededor de mi, sintiendo una suave mano acariciando mi pelo y mi mejilla, pero no podía decir nada ya que aun estaba sedada por la anestesia que me pusieron en el quirófano, sin saber ni donde me encontraba, lo unico que sentia eran nauseas, Intente ver con más claridad poco a poco, oliendo el perfume de la colonia que mi marido usaba, notando en mis labios algo suave empapado en agua, cosa que agradecí ya que tenía los labios muy secos, quedándome otra vez dormida. Cuando volví a despertar y ya podía ver con algo más de claridad, pude ver el rostro de mi esposo que aunque tenía los ojos rojos e hinchados por haber llorado, en sus labios había una preciosa sonrisa— Hola dormilona ¿cómo te encuentras? — me pregunto— Estoy mareada, pero bien, ¿y el bebe? ¿han podido salvarlo? — fue lo primero que pregunté, teniendo mi mano cogida por mi marido sin dejar de besarme— Roberto ha venido a verte, luego pasará y ya te