《¿Qué le dijo Dante Walsh a mi hija después de salvarla? ¿Sería él tan descarado como para instigar a mi hija a llamarlo padre? Pero esto es imposible! Me odia y evitó verme..》Mia pensó. Lydia miró a su madre antes de voltear su rostro y dar un paso al frente, negándose a contentar.— Lydia, ¿Te refieres al hombre que te trajo aquí? — Cuestionó Mía frunciendo el ceño. Mía soltó un largo suspiro, dándose cuenta de que su hija no le diría nada más y cuando llegaron, Mia le pagó al taxista, antes de bajar sin soltar la mano de Lydia en ningún momento, aún no había pasado el terrible susto.— Por Dios, que bueno que la encontraste y está bien. — Dijo Isabel aliviada acercándose a la niña cuando las vió entrar a la casa. — Mía siento mucho el haberme descuidado.— No te preocupes, estabas ocupada, creo que deberíamos empezar a pasarle seguro a la puerta principal cuando ella quede sola en la sala. — Suspiró Mia, aunque había tenido mucho miedo y aún se sentía enfadada por lo sucedido, nu
— Si señor. — Accedió Mía a regañadientes, pese a que no quería acercarse, no tenía otra opción, este era su primer día, tenía que dejar una buena impresión para no ser despedida.Tomando el menú con su corazón lleno de incomodidad y sus piernas temblorosas, empezó a caminar hacía ellos sin poder evitar darse cuenta que la mujer que lo acompañaba era muy hermosa y que ambos parecían muy íntimos, no dejaban de reírse, su relación debía ser muy cercana.Esto la hizo sentir mucho más tonta y un poco indignada al creer que Dante se había burlado de ella.— Hola buenas noches, sean bienvenidos, yo seré su mesera está noche, aquí tienen el menú. — Dijo Mía formando una sonrisa falsa en sus labios y Dante que había estado distraído hablando con su hermana, volteó a mirar a Mía al escuchar su voz.— Señorita Mia, que casualidad, nos volvemos a encontrar. — Espetó él sin poder evitar detallarla.— Si, muchas gracias por ayudar a mi hija, ahora me retirare para que usted y su pareja vean el men
— Salvaste a mi hija pero también me evitaste, ahora no nos debemos nada, señor.— La propuesta que mencioné todavía cuenta, puedes pensarla detenidamente. — Espetó él, queriendo probar con esto si ella era una mujer casada o no, pero Mía lo miró con los ojos de par en par, sin poder decir nada, conmocionada. — Mi hijo seguía diciendo tu nombre en sus sueños ayer. No ha sentido tanto cuidado desde hace mucho tiempo. Después de despertar, siguió pidiendo que fueras su madre e incluso tiró el cuenco y se negó a desayunar. — Explicó Dante al ver que ella no decía nada y el corazón de Mía se llenó de incomodidad al pensar que ese pequeño niño lindo la estaba pasando mal.— Lo siento señor Walsh, pero debo continuar trabajando. — Musitó Mía antes de huir de él una vez más.Ella continuó atendiéndolos tratando de ignorar la mirada de Dante y Bruno mientras lo hacia, pero cuando estaba sirviendo la comida y sus ojos se conectaron con los azules de Dante, comenzó a considerar si realmente pod
Y él al ver que Mia no dejaba de temblar ni llorar, intentando tapar su cuerpo con sus manos y la chaqueta de su traje que le había dado, la rodeó con su brazo, tratando de que se calmara mientras ella seguía sacudiendo la cabeza con lágrimas en los ojos.Bruno al escuchar esto dudó por un momento, nunca había tenido que humillarse así, mucho menos quería disculparse con Mia, pero no podía ir en contra de Dante, así que lo hizo.— Lo siento, señorita Miller, por favor perdóneme.— No…yo no te perdonaría…— Mia estaba jadeando pesadamente, su corazón latía rápidamente, como si no se hubiera despertado de la pesadilla en ese momento.— Tu disculpa es tan poco sincera, Bruno, ¡Sigue disculpándote! — Ordenó Dante con su voz llena de frialdad.— Dante, ¡me equivoqué! ¡Por favor no se lo digas a Katherine! No quiero que ella lo sepa. Simplemente actué así por impulso y por ira. — Suplicó Bruno ansioso y temeroso, no podía perder la oportunidad que con tanto esfuerzo de había ganado por culpa
— Es un hombre que conocí hace unos días. — Suspiró Mia. — ¿Y Lydia? — Preguntó al no verla, era raro, usualmente cuando llegaba ella estaba en el sofá.— Hoy se portó muy bien y se quedó dormida después de cenar, pero dime un poco más acerca de ese hombre, ¿Cómo se conocieron y por qué te trajo hoy hasta aquí? — Preguntó Isabel intrigada, antes de fruncir el ceño al darse cuenta que cuando la chaqueta en el cuerpo de Mia se abrió un poco la ropa de ella parecía estar rota y ella realmente no parecía sentirse bien. — ¿Qué te paso? — Cuestionó preocupada y ansiosa.— Volví a encontrarme con Bruno, él quiso abusar de mí. — Respondió Mia con un nudo en la garganta, sintiendo mucha incomodidad en su corazón al pensar en este hecho.No quería imaginar lo que hubiese sucedido si Dante no la salvaba.— ¿Qué? ¿Cómo pasó? Ese maldito imbécil como pudo atreverse a hacerte algo así. — Se quejó Isabel furiosa, él había sido realmente despreciable al comprometerse con Mandy cuando ellos apenas ter
El hombre tuvo que admitir que lo había enviado Dante Walsh, y también admitió que la noche anterior había pasado aquí toda la noche vigilando por si un tipo llamado Bruno venía a causar problemas.Mia se quedó callada, pensando en todo lo que había pasado ayer...«¿Pero cómo ha podido hacer eso? De hecho, debería darle las gracias, salvó a mi hija y me salvó a mí. Él sabe de mi pasada relación con Bruno. También sabía que no tenía reservas con él, que le ocultaba algo porque ni siquiera le conocía hasta ese punto. ¿Cómo pudo hacer algo tan fuera de lugar e invadir mi privacidad? No debería tener ninguna razón para seguirme.» La mente de Mia estaba llena de preguntas sin respuestas.— Señor, ¿le pidió que informara de mi paradero desde hace unos días? — Cuestionó Mia apretando los dientes, con su cuerpo tenso.El hombre solo miro a Mia y se encogió de hombros sin decir nada.— ¿Qué ha pasado Mia, ¿dónde está Mandy Miller? — Isabel oyó el coche de policía y salió también.— A Mandy se
Al entrar en la sala, Mia ya puso una sonrisa falsa.Sin embargo, el comportamiento de su hija la dejó boquiabierta por la sorpresa. Su hija que pocas veces sonríe, le estaba sonriendo a Dante.Le parecía casi irreal ver a su hija acercándose a Dante e intentando que él le diera el caramelo.— Este Sr. Realmente tiene una habilidad especial para hacer sonreír a nuestra princesa de hielo. —Susurró Isabel junto a Mia.Esto la desconcertó, el comportamiento de su hija con Dante era demasiado raro, a ella no le gustaba el contacto físico con casi ninguna persona, no tomaría la iniciativa de tomar la mano de nadie a excepción de la de ella.¿Por qué lo estaba haciendo con él?Mia siguió observando su interacción, sus mismas sonrisas, hoyuelos y mismas expresiones, y por un momento pensó que parecían padre e hija, pero en el segundo siguiente, rápidamente suprimió este pensamiento.¿Pero cómo podría ser el hombre de aquella noche de hace seis años? ¿Cómo es esto posible?《Mia Miller, estás
— Señorita Mia, no me molesta llevarla a mi casa, creo que ella podría divertirse mucho con mi hijo Liam, así que si usted no tiene ningún problema podría llevármela. — Espetó Dante sonriéndole de manera tranquilizadora para que ella no se preocupara demasiado.Mía lo miró sin saber que decir, no se sentía cómoda dejando a su hija ir sola con él porque no lo conocía bien, pese a que sentía que podía confiar en él, ya que incluso había salvado a Lydia una vez y también a sí misma, pero aún ella no podía ir a acompañar a Lydia y tampoco Isabel.— Mamá, por favor. — Pidió Lydia con ojos suplicantes y Mía sintió que su corazón se apretaba al verla así.Su pequeña casi nunca le pedía nada ni juguetes ni nada costoso, parecía entender que ella no tenía una buena situación económica o simplemente no le importaban estas cosas demasiado porque parecía vivir en su propio mundo, pero está vez le estaba pidiendo que la dejara ir e incluso estaba interactuando mucho más de lo normal.Se sentía inc